(VOVworld) – Las tensiones en Ucrania se ven cada vez más agravadas cuando en muchas ciudades y localidades en el Este del país se han realizado en los últimos días protestas para pedir separarse y unirse a Rusia. Ocurren en el contexto de acrecentadas polémicas entre Rusia y Occidente sobre el caso de Crimea, que amenazan a Ucrania de caer en la crisis política más grave de su historia.
En los pasados días, la vida pacífica en la ciudad de Donetsk, situada al lado del río Kalmius, se ha roto, debido a que los manifestantes prorrusos ocupan principales oficinas gubernamentales, proclamando la independencia de esa zona rusoparlante y convocaron la celebración de un referéndum de adhesión a Rusia para el próximo 11 de mayo. Situaciones similares también se registran en otras dos urbes ucranianas, Kharkov y Lugansk.
Manifestantes a favor de Rusia en el Este de Ucrania
Ante la situación, el gobierno de Kiev lanzó este miércoles una “operación antiterrorista” de 48 horas en el Este del país para obligar a los manifestantes a evacuar los lugares ocupados, a fin de buscar un arreglo político sobre el problema.
Repite el caso de Crimea?
Lo que está sucediendo en el Este de Ucrania aumenta las preocupaciones de Kiev y el Occidente sobre una posible intervención militar de Moscú, especialmente en la coyuntura de que Crimea recientemente se convitió en parte de la Federación de Rusia.
La Casa Blanca ha advertido de “más daños” si Rusia sigue dando pasos que podrían profundizar los disturbios actuales en Ucrania, y el 10 de abril, Washinton envió más buques de guerra al Mar Negro para consolidar su declaración. Por su parte, las potencias europeas continúan acusando a Rusia como responsable de la perturbación ucraniana y amenazan con sanciones. También tienen preparada una lista ampliada de 107 ciudadanos rusos, divididos en cinco grupos incluidos legisladores, altos funcionarios gubernamentales, dirigentes militar-defensivos, empresarios y corresponsales, a los que puede aplicar sanciones financieras y de visado por “su vinculación en las acciones que amenazan la soberanía e integridad territorial de Ucrania”. Mientras tanto, Kiev intenta llevar a Rusia a una corte internacional.
Putin advierte a Europa de deuda ucraniana por gas
En respuesta, Moscú ha pedido a Kiev dejar las críticas y cesar de inmediato cualquier preparativo de intervención militar en las regiones prorrusas del Este, advirtiéndoles del riesgo de una guerra civil. Ha rechazado que tenga un plan de invasión a Ucrania pero ha expresado firmemente que protegerá a sus ciudadanos en dichas zonas.
Salida para la crisis
Tras los acontecimientos, analistas opinaron que el choque entre Rusia y Ucrania seguirá en los próximos días. Moscú mantiene su criterio invariable de no reconocer la legalidad del Gobierno de Kiev mientras que Washington y sus aliados occidentales calificaron la intervención rusa en Ucrania de “posesión e invasión territorial”. La aceleración de la incorporación de Kiev a la Organización del Tratado de Atlántico Norte (OTAN) y medidas de sanción más estrictas contra Moscú conduciría a una situación fuera de control. Además, la exigencia que fuerza a los ucranianos a prestar lealtad a Rusia o el Occidente como aliado agrava la crisis en el país de Europa Oriental.
El sistema de gasoducto cerca de Kiev (Foto: AFP/TTXVN)
Sin embargo, aparecieron señales que alivian la tensión. Moscú permitió a Kiev prorrogar el plazo del pago de importes de gas de la etapa octubre - diciembre hasta el próximo año para tener tiempo de solucionar las “dificultades y problemas de la región”. La acción de Moscú fue descrita de “atinada” porque la economía ucraniana está al borde de quiebra con una deuda de mil 550 millones de dólares de importes de gas pero será posiblemente salvada por un paquete de 15 mil millones de dólares comprometido por Rusia, lo que conduciría al cambio de la compostura de Kiev. En la actualidad, Ucrania está en el estado de “pan para hoy y hambre para mañana”. Además, Kiev se encuentra en el dilema al beneficiarse de préstamos de Europa pero con condiciones estrictas frente a la generosidad rusa. Entretanto, se espera que la conversación entre Estados Unidos, Rusia, Ucrania y la Unión Europea prevista a celebrarse la próxima semana logre progresos para salvar la crisis política en Kiev.
Cabe destacar que las partes implicadas guardan bien en su mano la baza fundamental. La negociación para encontrar una solución política es la manera más eficaz para aliviar las tensiones y evitar más que una guerra fría, especialmente en medio de los estrechos vínculos económicos entre los países concernientes.