(VOVWORLD) - Después de cuatro días de negociaciones en Bruselas, la primera cumbre cara a cara de la Unión Europea (UE) después del estallido de la pandemia de covid-19 finalmente llegó a un acuerdo sobre un fondo de recuperación económica tras la epidémica. Sin embargo, para lograr este resultado, los diálogos tomaron cuatro días, en lugar de dos como lo planeado, debido a los profundos desacuerdos entre sus miembros, lo que evidencia la división en el bloque regional al tratar los problemas comunes.
El presidente del Consejo Europeo Charles Michel; el primer ministro holandés Mark Rutte; el presidente francés, Emmanuel Macron; y el primer ministro español Pedro Sánchez en la primera cumbre cara a cara de la UE desde el estallido de la pandemia de Covid-19, en Bruselas, Bélgica, el 20 de julio de 2020 (Foto: Reuters) |
Los líderes de la UE acordaron un paquete de estímulo histórico que hará que el bloque emita 750 mil millones de euros (860 mil millones de dólares) de deuda conjunta para ayudar a los estados miembros a superar el período de crisis más severo desde la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, los principales problemas están relacionados con dos cuestiones. La proporción entre subsidios y préstamos y el mecanismo de distribución con las condiciones adjuntas para la entrega de dinero, incluidos los requisitos para la reforma, el respeto del estado de derecho y el compromiso de combatir el cambio climático.
La importancia del paquete de rescate
Este fondo de recuperación económica se lanza en el contexto de que los países miembros sufren grandes pérdidas económicas debido a los impactos del covid-19. Según las prevenciones de la Comisión Europea, publicadas el pasado 7 de julio, la economía de la zona euro se contraerá un 8,7% en 2020, mientras la reducción del PIB de Francia, Italia y España será de un 10,6%, un 11,2% y un 10,9%, respectivamente.
Por ende, el paquete de recuperación económica valorado en 750 mil millones de euros es extremadamente importante para el futuro de las economías europeas. Si este no se aprueba rápidamente, muchas economías de la UE estarán en peligro de colapso. Las corporaciones y empresas líderes de Europa en algunas industrias estratégicas corren el riesgo de ser adquiridas, al mismo tiempo la fuga de cerebros puede ocurrir ya que muchos trabajadores calificados están desempleados o son atraídos por compañías extranjeras. El presidente francés, Emmanuel Macron, reconoció antes de la cumbre que las próximas horas serán cruciales para el futuro de la UE.
Conflictos expuestos
Según el plan de distribución, Italia recibirá 81 mil millones de euros, España 77 mil millones, Francia 39 mil millones, Polonia 38 mil millones y Grecia 32 mil millones. Desde su presentación, la propuesta fue duramente criticada por Austria, Países Bajos, Dinamarca y Suecia, llamados países “frugales” en alusión a la parquedad y rigidez con que abordan los temas relacionados con los gastos en el marco de la UE, bajo el prisma económico liberal de la relación costo-beneficio. Esas cuatro naciones que siguen la política de “austeridad” expresaron su descontento al considerar que dicho plan brinda más beneficios a Italia y España, juzgados como los países con una disciplina presupuestaria más flexible. Por lo tanto, el monto y duración del mecanismo de asistencia financiera, los criterios para determinar las prioridades con vistas a la asignación de los recursos, proporción entre subsidios y préstamos y la exigencia de condiciones a los beneficiarios para la concesión de la ayuda son sus principales preocupaciones.
La dureza de opiniones de los países opositores al plan creó tensiones entre los Estados miembros. El primer ministro húngaro, Viktor Orban, criticó abiertamente a su par holandés, Mark Rutte, por atacar deliberadamente a Hungría en el tema del estado de derecho. Orban también dijo que el actual conflicto entre los Países Bajos y Hungría gira en torno a la necesidad de ayudar a los países y zonas más afectados por el covid-19 lo más rápido posible. En declaraciones a la prensa, el premier italiano, Giuseppe Conte, reconoció que las cosas eran mucho más complicadas de lo esperado. La canciller alemana, Angela Merkel, también reconoció como "muy, muy grandes" las diferencias entre las partes. Por otro lado, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, tuvo que pedir a los líderes que no expongan los lados débiles del bloque.
Para prevenir y controlar la pandemia, la UE acordó en marzo pasado cerrar la frontera durante 30 días a los no ciudadanos y establecer "rutas verdes" para garantizar el transporte sin problemas de bienes y equipos médicos. Y ahora, para promover la recuperación económica, aprobó finalmente un importante fondo de rescate, pero la solidaridad intrarregional, la base para formar una Unión Europea, se ha visto afectada significativamente.