Según las últimas evaluaciones publicadas por varias instituciones financieras, la economía mundial sigue viéndose afectada negativamente por muchos factores, entre los cuales destacan el conflicto entre Rusia y Ucrania, las crecientes tensiones en la península de Corea y el Medio Oriente, así como la competencia en las relaciones entre Estados Unidos y China, el recorte de la producción de crudo por parte de la OPEP+ y el riesgo de un rebrote del covid-19.

El economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Pierre-Olivier Gourinchas (d), en las Reuniones de Primavera entre el Banco Mundial y el FMI. (Foto: EPA)

Señales preocupantes

En las Reuniones de Primavera del BM y el FMI, que tienen lugar en Washington, la capital de Estados Unidos, este último publicó un informe actualizado de Perspectivas de la Economía Mundial en el cual vaticinó que el crecimiento económico global será de un 2,8 % este año y un 3 % para 2024, un 0,1 punto porcentual por debajo del pronóstico hecho en enero. Este resultado refleja la debilidad de algunas economías importantes, así como la posibilidad de que los bancos centrales de los países se vean obligados a mantener las políticas monetarias restrictivas para frenar el aumento de la inflación.

El FMI también señaló que la deuda pública del mundo es mayor y crece más rápido de lo previsto antes de la pandemia del covid-19, impulsada principalmente por Estados Unidos y China, las dos mayores economías del mundo. Enfatizó que la deuda pública mundial se disparó a casi el 100 % del Producto Interno Bruto (PIB) en 2020, antes de registrar su mayor caída el año pasado. Sin embargo, en lugar de normalizarse, se espera que ésta comience a aumentar de nuevo este año y que alcance el 99,6 % del PIB en 2028.

Por su parte, el último informe de la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings muestra que la tasa de morosidad de los países ha aumentado significativamente en los últimos años. Específicamente desde 2020 hasta el primer trimestre de este año se registraron 14 incumplimientos que involucraron a nueve países, incluidos Bielorrusia, Líbano, Ghana, Sri Lanka, Zambia, Argentina, Ecuador, Surinam y Ucrania. Anteriormente, en el período 2000-2019, hubo 19 incumplimientos que involucraron a 13 países.

El reporte de Fitch Ratings también destaca que el entorno macroeconómico y financiero mundial sigue siendo desafiante, especialmente para los países con calificaciones crediticias bajas. Numerosos países tienen calificaciones crediticias de CCC+, lo que significa un alto riesgo de insolvencia.

En cuanto a Estados Unidos, la economía más grande del mundo, los datos publicados el 12 de abril por el Departamento del Tesoro mostraron que el déficit presupuestario del gobierno federal en la primera mitad del año fiscal 2023 alcanzó 1,1 billones de dólares, un aumento del 63 % en comparación con el mismo período anterior año. Esto respondió al mayor gasto en educación, beneficios de salud y pago de intereses de las deudas. Además, dijo, aunque la inflación tiende a enfriarse, la cifra sigue siendo alta en comparación con la meta de la Reserva Federal (FED), lo que aumenta la posibilidad de que esta entidad continúe subiendo las tasas de interés en el próximo tiempo.

Según expertos, el desafío para la economía de Estados Unidos también se refleja en el Índice de Optimismo de Pequeñas Empresas en el país, el cual siguió cayendo en marzo y por decimoquinto mes consecutivo que se situó por debajo de 98, el promedio registrado en casi 50 años. Tal resultado se debió a que las compañías estaban preocupadas por la escalada inflacionaria y las altas tasas de interés.

Fortalecer los esfuerzos de respuesta

En efecto, instituciones y expertos económico-financieros internacionales compartieron el punto de vista de que los desafíos y riesgos de la economía global son serios y preocupantes. Sin una solución satisfactoria la recuperación económica no cobrará impulso y muchas economías podrán correr el riesgo de caer en recesión, indicaron. En particular, consideraron como máxima prioridad el control de la inflación para resolver el problema.

En las Reuniones de Primavera del BM y el FMI el economista jefe de este último, Pierre-Olivier Gourinchas, destacó que la inflación sigue siendo el tema más preocupante y enfatizó que los bancos centrales deben priorizar las soluciones para lograr la estabilidad de los precios. Este experto también llamó a los países miembros de la institución a continuar endureciendo la política monetaria para hacer frente a una inflación elevada y persistente.

Mientras tanto, otros expertos recomendaron que las economías desarrollen planes adicionales de respuesta al riesgo en el contexto de la inestabilidad geopolítica generalizada y prolongada, seguida por un repunte en los precios de los alimentos y energías. Sin embargo, a largo plazo los gobiernos deben buscar constantemente objetivos y soluciones de crecimiento sostenible en aras de limitar las influencias externas y avanzar hacia una “inmunidad” frente a éstas.

En particular, instaron a las principales potencias y las instituciones multilaterales, encabezadas por las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad de la mayor organización mundial, a intensificar los esfuerzos para solventar los problemas pendientes, como el conflicto en Ucrania, las tensiones en la península de Corea y la inseguridad en el Medio Oriente, y, al mismo tiempo, promover procesos de reconciliación y crear condiciones favorables para el desarrollo económico y la prosperidad a escala global.