La canciller de Alemania, Angela Merkel (Foto: CDU)

Este lunes, el FDP anunció su abandono de todas las conversaciones al respecto con los Conservadores liderados por Angela Merkel y los Verdes. Así, a dos meses de los comicios legislativos, Alemania sigue sin Gobierno, un hecho que ocurre por primera vez en ese territorio desde 1949.

Sin voces comunes

En septiembre pasado, la alianza del Partido de Unión Democcristiana (CDU) y su ala bávara (CSU), a la que pertenece Merkel, ganó los comicios legislativos pero sin votos suficientes para formar Gobierno. A eso se le sumó el histórico auge de la ultraderecha y la negativa del Partido Socialdemócrata (SPD), que finalizó en la segunda posición, de repetir una coalición de Gobierno, lo que obligó a Merkel a intentar negociar con el FDP y los ecologistas.

Sin embargo, a pesar de diversas rondas de negociaciones, todavía no han logrado encontrar una  “base común” para un acuerdo. Las cuestiones de la inmigración, las políticas tributarias y el medio ambiente fueron los principales escollos en estos diálogos.

De hecho, cuando el Partido Verde abogaba por el abandono del carbón y los motores de combustión interna para 2030, la alianza CDU/CSU de Merkel aún no había fijado un plazo límite para dicha meta. Entretanto, el último bloque quería establecer un techo anual para el número de inmigrantes cuando los Verdes lo rechazaban.

Ante esta situación, el FDP decidió retirarse de las negociaciones. Su líder, Christian Lindner, declaró que “es preferible no gobernar que gobernar mal”, y agregó que no había “bastantes posiciones comunes ni confianza mutua” para formar un Gobierno de coalición como el que estaban negociando. Para él, estos son los factores clave para alcanzar la estabilidad y la modernización nacional.

Riesgo de una nueva votación legislativa

De acuerdo con los observadores, habría tres escenarios para Alemania en los próximos tiempos.

Primero, la alianza CDU/CSU colaboraría con el Partido Verde para formar un gobierno minoritario. Segundo, persuadiría a una coalición con su antiguo aliado SPD, pero este último recientemente ha negado dicha propuesta. Por último, se celebraría unas nuevas elecciones legislativas. De esta manera, el presidente Frank-Walter Steinmeier debería disolver el Bundestag (Parlamento) y convocar elecciones. De hecho, Merkel se reunió con Steinmeier, para informarle del fracaso de sus negociaciones de coalición con los liberales y los verdes y luego, anunció que estaba dispuesta a llevar a su partido a unos nuevos comicios.

En caso de la última opción, los observadores prevén un resultado no muy diferente al conseguido el pasado septiembre, aunque la Alternativa para Alemania (AFD) tendría oportunidad de conseguir más asientos en el Parlamento, lo cual dificultaría aún más la formación de un nuevo Gobierno.

Ante esta situación, se espera que Angela Merkel, con sus profundas experiencias adquiridas durante muchos años en la vida política alemana, siga llevando a la mayor economía europea a superar esta crisis.