Francia evita el escenario político más dramático

(VOVWORLD) - Los esfuerzos de los partidos franceses, especialmente los de izquierda, en la segunda vuelta de las elecciones legislativas del 7 de julio ayudaron al país europeo a evitar el escenario más preocupante de que el partido de extrema derecha “Agrupación Nacional” (RN) tomara el poder. Sin embargo, los comicios siguen exponiendo profundas divisiones en la política francesa y corren el riesgo de crear un estancamiento a largo plazo.
Francia evita el escenario político más dramático - ảnh 1Escenario en una urna electoral en París. (Foto: VNA)

Los resultados oficiales de la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia, anunciados hoy, mostraron que los partidos de coalición izquierda “Nuevo Frente Popular” (NFP) obtuvo el primer lugar al ganar 182 escaños en la Asamblea Nacional francesa para el periodo 2024-2029, la coalición centrista Ensemble (EN), del presidente Emmanuel Macron, quedó segunda con 168 escaños, mientras el RN, de extrema derecha, sólo terminó tercero con 143. 

Evita el peor escenario 

Con este resultado la política francesa evitó el escenario más preocupante de que el RN obtuviera la mayoría de escaños en la Asamblea Nacional y así tomara el poder por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.

De hecho, el número de sufragios que ganó este partido tras la segunda ronda también fue sorprendente, porque después de obtener más de un 33% de los votos en la primera ronda el 30 de junio, los observadores predijeron que el RN podría ganar una mayor cantidad de escaños en la segunda vuelta, aunque no alcanzara la mayoría absoluta, a pesar de los esfuerzos por impedirlo de los partidos miembros del “Frente Republicano”.

Sin embargo, los decepcionantes resultados para el RN demuestran una vez más que la "barrera republicana", es decir, el mecanismo electoral a dos vueltas que Francia estipula en la Constitución de la V República, sigue funcionando para cerrar el paso a fuerzas políticas extremistas, como sucedió en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas en 2002, cuando Jacques Chirac se enfrentó a Jean-Marie Le Pen, y en 2017 y 2022, con el caso de Emmanuel Macron y Marine Le Pen.

La eficacia de esta "barrera republicana" es aún más impresionante cuando los esfuerzos por detener al partido RN después de la primera vuelta se llevaron a cabo en sólo una semana, con muchos conflictos entre los partidos políticos.

El partido de derecha “Los Republicanos” anunció que no participaría, mientras que el izquierdista NFP y el centrista EN del presidente Emmanuel Macron, aunque comparten el mismo objetivo de levantar barreras para impedir el triunfo del RN, tampoco se consideran aliados. De hecho, el primer ministro Gabriel Attal incluso dio instrucciones para bloquear a los candidatos (UCV) considerados de extrema izquierda del NFP.

En cualquier caso, con hasta 218 candidatos de NFP y EN retirándose en la segunda ronda, las situaciones "triangulares", es decir, 3 candidatos compitiendo por los votos en la segunda ronda, disminuyeron de 306 a 90, lo que creará condiciones para que los electores franceses votaran por el candidato oponente del partido RN.

El líder del partido “Francia Indomable” (La France Insoumise-LFI), principal partido del NFP, Jean-Luc Mélenchon, lo elogió como una victoria del pueblo francés, ya que la tasa de participación electoral alcanzó el 67,5% en la segunda vuelta, la más alta desde 1997. Eso demuestra que los votantes franceses son muy conscientes de los riesgos que el RN puede acarrear si llega al poder.

“La gran movilización de masas ha sido confirmada y todos sabemos lo impresionante que es, ahora que Francia entra en verano y en vacaciones. Los franceses han rechazado claramente esta terrible solución para Francia. El Partido RN está lejos de la mayoría absoluta que muchos comentaristas han pronosticado”, dijo.

Un prolongado estancamiento

Aunque se evitó el escenario más preocupante de que un partido de extrema derecha llegara al poder, los resultados de las elecciones legislativas anticipadas también trajeron otras preocupaciones a Francia.

Esta votación continúa confirmando la fuerte tendencia de polarización y división que se ha producido durante muchos años en la política del país galo, cuando ningún partido o alianza ha obtenido una mayoría abrumadora (289 de los 577 escaños), lo que ha colocado a la Asamblea Nacional francesa en una situación de "Parlamento colgado", en la cual los tres grupos políticos que tienen el mayor número de escaños en la próxima legislatura parlamentaria: NFP (182 escaños), EN (168 escaños) y RN (143), descartan cualquier escenario de alianza. Mientras tanto, el partido de derecha LR sólo obtuvo 45 escaños, muy pocos para cambiar el equilibrio de poder si aceptaba una alianza con cualquier grupo.

 Los observadores consideran que Francia no tiene actualmente ningún escenario posible para formar un gobierno de coalición que pueda funcionar eficazmente.

La situación se complicó aún más cuando el primer ministro francés, Gabriel Attal, anunció hoy su dimisión al presidente Emmanuel Macron.

Según el profesor de Economía y Derecho Internacional Armin Steinbach, de la Escuela de Negocios HEC París, la mayor posibilidad es que Francia caiga en un estancamiento prolongado durante semanas, incluso meses, antes de que los partidos de la oposición acepten compromisos y alianzas que no son características de la política francesa. Esta es también la opinión de Marine Le Pen, líder del partido RN.

“Francia quedará completamente estancada con tres grupos desempeñando papeles igualmente importantes en la Asamblea Nacional. Esto es lamentable, porque perderemos otro año de inmigración ilegal, disminución del poder adquisitivo e inseguridad. Pero si las cosas tienen que ser así, lo aceptaremos así", dijo Le Pen.

El gran problema para Francia en el próximo será la caída del poder del presidente Emmanuel Macron. El repentino anuncio de Macron de disolver la Asamblea Nacional, hecho el 9 de junio sin consultar a los aliados políticos, rompió la coalición mayoritaria que apoyaba al presidente y que se había construido desde 2017.

Esta ruptura no solo hizo que la facción centrista EN perdiera 82 escaños en comparación con las elecciones de 2022 (250) y actualmente cuente solo con más de la mitad en comparación con 2017 (305 escaños), cuando Macron llegó al poder, sino que también hacer esfuerzos para mantener esta mayoría es más difícil. Durante la reciente campaña electoral, los partidos como Horizontes, del ex primer ministro Édouard Philippe, y el Movimiento Democrático (MoDem), del ex ministro de Justicia, François Bayrou, se han estado distanciando de Macron. Incluso el primer ministro Gabriel Attal dijo que promovería sus propias iniciativas políticas en un futuro próximo.

Todo esto debilita el poder y la capacidad de acción de Emmanuel Macron en los próximos tres años, en un momento en que Francia enfrenta una serie de grandes desafíos tanto internos como externos.

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