(VOVWORLD) - Un día después de que tomara posesión este 14 de mayo, el presidente francés, Emmanuel Macron, viajó a Alemania para su primera visita oficial al extranjero, con el objetivo de no solo fortalecer las relaciones bilaterales basadas en la confianza mutua, sino también buscar una mayor integración dentro de la Unión Europea (UE), así como lograr la aprobación de su agenda de reformas en momentos en que el populismo se extiende por el Viejo Continente.
El nuevo presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, en la rueda de prensa posterior a su encuentro en Berlín el 15 de mayo (Foto:VNA)
|
Alemania parece convertirse en el primer destino de los presidentes galos después de su investidura. Desde la firma del Tratado de Elíseo entre el entonces mandatario francés, Charles de Gaulle, y el canciller alemán Konrad Adenauer en 1963, la colaboración bilateral deviene uno de los pilares fundamentales de su política exterior y una fuerza motriz en la consolidación europea.
De esta manera, en su viaje a Berlín, el nuevo presidente francés propuso trabajar de manera estrecha con las autoridades germanas en la puesta en práctica de los temas prioritarios de la eurozona, incluidas seguridad, economía, inversión y protección social.
Europa- una prioridad en la política exterior de Francia
Los problemas más acuciantes que enfrenta Europa hoy día no sólo son los del crecimiento económico y seguridad, sino también los de la unidad y solidaridad del bloque. Después de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) (también conocido como Brexit) y el ascenso del movimiento populista por toda Europa, los principales países miembros, como Alemania y Francia, tendrán que esforzarse por buscar una nueva hoja de ruta para las reformas en Europa que le permita renovarse y evitar su desintegración como lo que la gente temía anteriormente.
De hecho Macron demostró tal ambición desde su campaña electoral hacia la presidencia del país. Concretamente, reiteró su postura pro-Unión Europea y abogó por promover la integración comercial y la unidad en el bloque. Incluso expresó el deseo de lograr una Europa más profundamente integrada hasta un nivel que tenga un presupuesto general, un parlamento común y un ministro de finanzas.
Manifestó también el interés de que en la reunión del Consejo Europeo a celebrarse en junio próximo, los Estados miembros adopten una hoja de ruta común, la cual destaque la reforma actual de la eurozona o las perspectivas financieras de la región en el próximo período.
Durante su toma de posesión, el presidente más joven de la historia de Francia insistió en que la "nave europea" debe seguir avanzando en el presente y el futuro. Y para poder implementar sus planes, Macron expresó, en su encuentro con la canciller alemana, Angela Merkel, el deseo de que el bloque comunitario elimine la burocracia y fortalezca la autonomía. Agregó que para Francia no será un tabú el cambio en el Tratado de funcionamiento de la Unión Europea. En el sector comercial, instó a las empresas regionales a consolidar su posición ante la ola de la liberalización comercial.
Francia - Alemania trabajan juntos para dar forma al desarrollo de la UE
En respuesta a la iniciativa del recién elegido presidente francés de construir una Unión Europea más fuerte, la canciller alemana dijo que este es un momento crucial para la referida institución y que ese último sólo puede ser más próspero si los franceses lo hacen.
Reafirmó la opinión de que las dos grandes potencias del bloque quieren dar un “nuevo impulso” a las relaciones de la cooperación bilateral. En este sentido, detalló que Berlín y París llegaron a un consenso no sólo en el Brexit, sino también en el fomento de la capacidad de la alianza para hacer frente a la posible crisis. Expresó también su consentimiento con la idea de la reforma del presidente francés y reiteró la disposición de cambiar el tratado europeo.
Sin embargo, según Merkel, ambas partes necesitan determinar ante todo los contenidos que deben ser modificados y a partir de entonces comenzarán a realizar el siguiente paso.
En víspera de la referida visita, Berlín tuvo duda de que la iniciativa de Macron en ese tema “sea poco realista” en el contexto de que la eurozona se encuentra en crisis. El portavoz del Ministerio de Finanzas alemán dijo que el reajuste del Tratado de Europa requiere la aprobación de todos sus países miembros. Mientras, el Ministerio germano de Asuntos Exteriores también comentó que estos planes no son “una buena idea”. Sin embargo, ahora, después de reunirse con el presidente francés, la canciller Angela Merkel dejó la puerta abierta a las reformas propuestas por Macron si son razonables.
Francia y Alemania son los dos principales integrantes de la Unión Europea. El apretón de manos entre el presidente francés y la canciller alemana en Berlín no sólo crea un nuevo impulso a la cooperación bilateral, sino que también sienta las bases para dar forma al rumbo de un bloque comunitario cada vez más unido.