(VOVworld) – Tras el referendo en Grecia con inesperados resultados, llegan nubarrones sobre la cabeza de todos. ¿Permanecerá o saldrá de la eurozona? Frente a este rompecabezas, los líderes de la Unión Europea, se empeñan en buscar una vía para evitar la salida del país heleno del mercado común europeo y las consecuencias catastróficas en que podría traducirse.

La salida de Grecia de la eurozona provocaría pérdidas económicas colosales, posiblemente hasta billones de euros. Además, arrastraría la pérdida de la confianza en el proyecto comunitario de futuro en la Unión Europea. Los acreedores enfrentan el riesgo de perder los préstamos de más de 242 mil millones de dólares, principalmente de dos paquetes de asistencia y bonos gubernamentales griegos, actualmente en el poder del Banco Central Europeo y bancos estatales de otros países integrantes del grupo euro. Es más, el hecho de que los griegos abandonen el conjunto de la moneda única es comparado con un terremoto trágico, que podría causar el efecto dominó y amenazar el futuro de la moneda común. La Unión Europea se encuentra ahora en un tremendo dilema, frente al cual, los dirigentes del 28 y de la eurozona se ven obligados a escoger entre un Sí y un No.

La crisis de Grecia influye a la Unión Europea y la economía mundial

Unión Europea deja puerta abierta a Grecia

Inmediatamente después del referendo, en la noche del 7 de julio los dirigentes de los países de la eurozona fueron convocados a una reunión urgente en Bruselas, Bélgica. Un día antes, el presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, se reunieron en París para debatir el tema de Grecia, y ambos mandatarios declararon que la puerta de negociación está abierta a Atenas. Sin embargo, destacaron que el gobierno del primer ministro Alexis Tsipras debe presentar propuestas serias y confiables, y que su deseo de quedarse en el Euro lo debe demostrar con un plan concreto a largo plazo.

¿Qué opina Grecia?

Tras obtener resultados del referendo, Grecia demostró su buena voluntad con la oferta de las nuevas reformas a cambio de la asistencia internacional. El mismo primer ministro Alexis Tsipras anunció que Atenas está dispuesta a continuar las conversaciones sobre el plan reformista, ya que Grecia no desea salir de la eurozona de esa manera. Tsipras recibió el apoyo de 4 partidos políticos principales a su proyecto de acelerar las negociaciones, para alcanzar tempranamente un acuerdo socioeconómico equitativo con los acreedores. El premier griego sostuvo una conversación telefónica con el director del Banco Central Europeo, Mario Draghi y la directora general del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, con quienes abordó los desafíos económicos reales que enfrenta su país. Tsipras también pidió al Banco Central Europeo, continuar en el programa de Asistencia de Liquidez de Emergencia al sistema bancario griego.

Grandes retos

Uno de los grandes problemas es la falta de consenso entre los países miembros de la eurozona sobre el tema de Grecia. Con una posición dura, 16 de los 18 países integrantes del Euro celebrarían la salida de Grecia del grupo, entre ellos, Alemania, Finlandia, países bálticos, países de Europa Central y Europa Meridional. Las autoridades de estos estados advirtieron que todo acabará si Atenas entra en las negociaciones con la esperanza de cambiar la posición de las contrapartes, y eso significa que Grecia no tendrá otro remedio que aceptar una reforma amplia y profunda. Solo Francia e Italia muestra una actitud diferente, revelando su disposición de admitir las peticiones de Grecia. El primer ministro galo, Manuel Valls dijo que no existe problema alguno en cuanto a la reestructuración de las deudas. Mientras tanto, su homólogo italiano, Matteo Renzi expresó que la eurozona debe encontrar una vía posible para ventilar de raíz el problema. Si la Unión Europea continúa encerrándose entre las reglas y la burocracia, el Apocalipsis será eminente, advirtió Renzi.

Grecia y la Unión Europea deberán reanudar con celeridad los diálogos para buscar una solución a este estancamiento. Pero, ¿hasta donde las concesiones que las partes están dispuestas a hacer, y estas concesiones serán las salvavidas para Grecia y la eurozona? No será fácil encontrar la respuesta para estas cuestiones.