(VOVworld) – El próximo 5 de junio se cumplen 105 años de la salida del presidente Ho Chi Minh al exterior en busca de un futuro justo para su país, entonces sumergido en la miseria bajo el doble yugo feudal y colonialista. Se marchó con las manos vacías y un amor inmenso a la Patria, pero al regresar trajo consigo todo un horizonte brillante para el futuro de la nación.
El 5 de junio de 1911, un joven anamita de 21 años llamado Van Ba, se enroló como cocinero en el barco Amiral Latouche-Treville, y abandonó el puerto Nha Rong en la otrora ciudad de Saigón, con la idea de buscar un camino para la liberación de su pueblo.
El puerto Nha Rong, de donde Ho Chi Minh comenzó su viaje al exterior para buscar el camino de liberar su país (Foto de archivo)
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Acertado punto de partida
Al optar por viajar a Occidente, cuna de grandes ideólogos y revoluciones, para estudiar la realidad en el seno del capitalismo y hallar una forma de salvar la nación, Ho Chi Minh comenzó su recorrido por varios continentes durante 30 años para luego hacerse universal. Según Nguyen Thuy Duc, directora interina del Museo Ho Chi Minh, esta decisión se debió al gran amor a la Patria y el profundo sentido antiimperialista de quien se convirtió en el padre de la independencia de Vietnam. “Durante ese largo viaje Ho Chi Minh llevaba consigo el patriotismo y el espíritu revolucionario de su nación, los cuales fueron estimulados y alimentados por la tradición de su familia. Lo empujó la juventud que abrigaba grandes aspiraciones por el bienestar de la nación y el deseo de integrarla al mundo para que se desarrollara. El presidente Ho Chi Minh comenzó su gran proyecto mediante una vía muy práctica, la de acercarse a los trabajadores, y a partir de esa realidad, se imbuyó de la conciencia sobre los derechos de las personas y de los pueblos de vivir y disfrutar la felicidad”.
Ya han transcurrido más de cien años desde esa memorable fecha, las historias relativas a los días difíciles que vivió Ho Chi Minh al trabajar como cocinero, fotógrafo, de limpia nieve y camarero… en las tierras lejanas en aquellos años aún conmueven a muchos. Para encontrar un camino que iluminara el futuro de la nación, el patriota superó noches de tremenda frialdad en Europa en una habitación sin calefacción y con un ladrillo caliente colocado debajo de su colchón, sin embargo nunca se dio por vencido ante las dificultades que enfrentó en su viaje por los cinco continentes.
El bienestar nacional antepuesto a cualquier otra cosa
El Profesor y Doctor Vu Minh Giang, presidente del Consejo de Ciencia y Educación de la Universidad Nacional de Hanoi estimó que fueron la valentía y la voluntad propia dos elementos importantes que impulsaron a Ho Chi Minh a irse del país a buscar un camino para la liberación nacional y le dieron fuerza para superar todas las penurias en ese riesgoso trayecto. Y uno de los factores decisivos para el alcance de su meta es que siempre anteponía el bienestar de su nación y pueblo a todo, indicó Vu Minh Giang y agregó: “Lo que decidió el éxito de la búsqueda de Ho Chi Minh fue el pueblo. En el Congreso de fundación del Partido Comunista de Francia en 1920, se presentó con el nombre de Nguyen Ai Quoc (que significa patriota) y en esta cita ofreció un discurso importante, expresando su apoyo a la Tercera Internacional y la tendencia marxista por defender a los pueblos coloniales, incluida su Patria. Si la teoría de Karl Marx no los hubiera defendido, esta no hubiese tocado el corazón del gran patriota por más interesante que fuera”.
El barco Amiral Latouche Treville, que contrató a Ho Chi Minh como cocinero y lo llevó a Europa (Foto de archivo)
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Después de muchos años de estudio y activismo en el extranjero, Ho Chi Minh, bajo los nombres de Van Ba, Nguyen Tat Thanh o Nguyen Ai Quoc, se convirtió en el guía de la revolución vietnamita. De esta manera el 5 de junio de 1911 reviste un significado trascendental en la historia de este país.
El Doctor Le Dinh Nam, vice decano de la Facultad de Ideología de Ho Chi Minh, de la Academia de Periodismo y Comunicación estimó que la lucha independentista asociada con la construcción socialista es el único camino acertado, para garantizar que Vietnam tenga una verdadera independencia y su pueblo se encamine a un desarrollo estable y una vida próspera y feliz. El itinerario de Ho Chi Minh en la búsqueda de una vía posible para la liberación nacional, sus grandes pensamientos así como su sencillo y noble estilo de vida, hacen de él un gran ejemplo a seguir. El doctor Dinh Nam afirmó: “El Partido Comunista de Vietnam está consciente de la importancia del dominio de la ideología de Ho Chi Minh tempranamente. No solamente su ideario, sino además su ejemplo moral y su intachable estilo de vida resaltan cada día más su trascendencia en la sociedad de nuestro país”.
La lúcida opción y los grandes mérito del presidente Ho Chi Minh en aquellos 30 años consolidaron la confianza para que el pueblo vietnamita continúe enarbolando su bandera de independencia y socialismo, siguiendo el camino escogido por el gran líder con pasos sólidos hacia la industrialización y modernización de Vietnam.