Inicio de una nueva etapa de las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte

(VOVWORLD) - Este 12 de junio, toda la atención mundial se dirigió a Singapur, donde tuvo lugar la histórica cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un. No se trata solo de un cambio importante en las relaciones entre los dos países, sino también de una oportunidad para establecer la paz en la península coreana.
Inicio de una nueva etapa de las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte - ảnh 1 El líder norcoreano, Kim Jong-un (i), y el presidente estadounidense, Donald Trump, durante la cumbre en Singapur (Foto: AP)

Donald Trump y Kim Jong-un, empezaron su diálogo oficial a las 9 de la mañana (hora local) en Singapur. Después de estrecharse las manos, los dirigentes se reunieron  de forma individual con traductores solamente, y participaron en una reunión bilateral ampliada y un almuerzo de trabajo, durante los cuales debatieron sobre la desnuclearización de la península de Corea para establecer la paz.

Un camino difícil hacia esta cumbre

Hace un año, nadie podía imaginarse que la situación en dicha zona y los vínculos entre Washington y Pyongyang habrían alcanzado un paso tan avanzado como hoy en día. En la segunda semana de junio de 2017, el diario Rodong Sinmun de Norcorea anunció que su país había estado cercano de conseguir la producción de misiles balísticos intercontinentales capaces de llegar hasta Estados Unidos. El 4 de julio del mismo año, cuando el país norteamericano conmemoraba su Día de la Independencia, Pyongyang hizo exitosamente un primer lanzamiento de ese tipo. Los meses después, la nación asiática realizó continuos ensayos similares que empeoraron más la situación y todo el mundo hablaba de una guerra entre ambos territorios. Aún más, en septiembre de 2017, el régimen de Kim Jong-un realizó la sexta prueba nuclear, la más potente hasta entonces.

Sin embargo, todo cambió drásticamente en los primeros seis meses de 2018 cuando Pyongyang expresó su buena voluntad al reanudar la línea de contacto directo con su vecino del Sur en enero. Luego, en febrero, Kim Yo-jong, hermana del líder norcoreano, asistió a los Juegos Olímpicos en la región surcoreana de PyeongChang, lo que fue seguido por dos reuniones intercoreanas entre Kim Jong-un y Moon Jae-in, presidente de Corea del Sur, en los meses de abril y mayo, cuyos resultados son la promulgación de la Declaración de Panmunjom que confirma la determinación de la desnuclearización de la península coreana para poner fin a los conflictos entre ambas partes, así como la cumbre Estados Unidos-Norcorea planeada para este 12 de junio en Singapur.

Una victoria diplomática de todas las partes involucradas

El encuentro directo entre Donald Trump y Kim Jong-un, el primero en la historia, se debe mucho a los esfuerzos de todas las partes involucradas, especialmente al mejoramiento de los lazos entre las dos Coreas. En medio del aislamiento y las sanciones internacionales, Pyongyang recibió la gestión amistosa por parte del presidente surcoreano, Moon Jae-in, quien siempre persigue las políticas pacíficas y desempeñó el papel de puente para unir a los máximos dirigentes de Estados Unidos y Corea del Norte.

Se puede decir que el camino hacia la cumbre de este 12 de junio en Singapur no fue fácil, hecho que Kim Jong-un también admitió a Trump. No obstante, un cara a cara entre ambos era necesario y evidencia el triunfo de la diplomacia a nivel internacional. Concretamente, Washington cree que las presiones que ejerce sobre Pyongyang le obligan a sentarse en la mesa de negociaciones y detener sus pruebas nucleares y de misiles balísticos. Entretanto, Corea del Norte considera la aceptación de dialogar por parte de la administración de Donald Trump como un éxito diplomático, ya que demuestra que su país tiene una posición igual a la de Estados Unidos y posee oportunidades de recuperar su economía.

Antes de la cita, el mandatario norteamericano valoró con optimismo que ella misma podría dar un paso directo hacia la paz. Mientras, el diario norcoreano, Rodong Sinmun, habló sobre la posibilidad del establecimiento de una nueva relación con Estados Unidos, lo que demuestra un acercamiento de Pyongyang a Washington.

Después de casi siete décadas de enfrentamiento, es obvio que no se pueden resolver todos los conflictos entre los dos países en solo una cumbre. Sin embargo, es un avance elogiable y una oportunidad de diálogo para la paz y la estabilidad en la península de Corea.

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