(VOVworld) – El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu declaró este martes en el Congreso estadounidense la preocupación de Tel Aviv sobre el acuerdo relativo al programa nuclear de Irán, en torno al cual Washington y sus aliados aceleran el ritmo de negociación para lograr el resultado final. Consciente de la falta de bienvenida de la Casa Blanca, Benjamin Netanyahu sigue con sus planes de entorpecer ese proceso en vísperas de las elecciones israelíes el próximo 17 de marzo.
El primer ministro de Israel llegó el primero de marzo a Estados Unidos por invitación del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, congresista republicano opuesto a la diplomacia de la Casa Blanca. Benjamin Netanyahu afirmó que llegaba a Washington llevando con él una misión histórica, es decir, exhortar al Congreso norteamericano a adoptar nuevas sanciones contra Irán. Su visita comenzó 4 semanas antes de la fecha tope de la firma del acuerdo marco sobre la cuestión nuclear de Irán el 31 de marzo, de cara a la rúbrica de otros pactos técnicos a negociar hasta el 30 de junio.
Casa Blanca no da luz verde
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu lee su discurso ante la Comisión
de Asuntos Comunes entre ambos paises
Es seguro que durante su estancia en Estados Unidos, el premier israelí no será recibido por el presidente Barack Obama y el secretario de Estado John Kerry ya que según explicó la Casa Blanca, el jefe del Gobierno de Washington nunca se reúne con dirigentes extranjeros en un proceso electoral de su país. Con anterioridad, Obama rechazó la visita de Netanyahu por invitación del presidente de la Cámara de Representantes Boehner sin la aprobación de la Casa Blanca, lo que se considera una infracción de los fundamentos de las relaciones entre ambas naciones. Entretanto, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden confirmó su ausencia en el Congreso aunque habitualmente lo hace en presencia de dignatarios extranjeros. La asesora para Seguridad Federal Susan Rice criticó la invitación al primer ministro de Israel dos semanas antes de los comicios de Tel Aviv describiéndola de “inadecuada” para la alianza Estados Unidos – Israel. El portavoz de la Casa Blanca, John Earnest opinó que las relaciones entre Washington y Tel Aviv no se pueden degradar al nivel de los lazos entre el Partido Likud, coalición de partidos políticos israelíes de derecha y el Partido Republicado de Estados Unidos, ambos conservadores.
Jugada política
El jefe del Gobierno israelí parece prevenir la actitud de la Casa Blanca pero en su opinión, lo más importante es aprovechar la opinión pública en vísperas de las elecciones el 17 del corriente mes. En realidad, al enfrentarse a su rival Isaac Herzog del Partido Laborista, Netanyahu realiza una campaña electoral para su promoción dirigiendo el foco de atención pública a los asuntos exteriores para responder a la táctica de la oposición concentrada en los problemas críticos en las materias económicas e internas. De esta manera, el enfoque en la cuestión nuclear iraní constituye la mejor solución porque la nación persa se considera como una amenaza directa, a corto y largo plazo para la seguridad de Tel Aviv. Es Netanyahu, quien repitió sus rechazos a las negociaciones con Irán argumentando que en los últimos diálogos, Washington mostró muchas concesiones mientas que Teherán no cambia su ambición de desarrollo de armas nucleares, lo que amenaza no sólo la seguridad israelí sino también la estabilidad del Oriente Medio y el resto del mundo. Un día antes de leer su discurso en el Congreso estadounidense, ante la Comisión de Asuntos Comunes entre ambos países, Benjamin Netanyahu afirmó su preocupación por los esfuerzos del presidente Barack Obama para alcanzar un acuerdo con Irán sobre la cuestión nuclear, considerándolo como una amenaza para la existencia de Israel.
Es John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, el que invita a
Benjamin Netanyahu a Estados Unidos
Otra razón de la inminente declaración de Netanyahu en el Congreso norteamericano radica en la aspiración de los israelíes al hecho de que su primer ministro reafirme el criterio categórico del país ante congresistas estadounidenses. En este sentido, el éxito de su interlocución el 3 de marzo significa la mitad de su triunfo en Israel.
Las relaciones entre Washington y Tel Aviv centran desde hace tiempo la agenda política bilateral. Israel ha sido un aliado estratégico de Estados Unidos en el Oriente Medio. Aunque Netanyahu declaró el 2 del corriente mes en la Comisión de los Asuntos Comunes entre ambos países que la alianza Estados Unidos – Israel ha sido más firme que nunca y seguirá progresando mientras que la Casa Blanca descartó la posibilidad de recorte de asistencia para Tel Aviv, existen polémicas en estos lazos bilaterales. La visita del primer ministro israelí a Estados Unidos agudiza estas diferencias.