(VOVworld) – El venidero domingo 4 de diciembre, los italianos están llamados a las urnas para determinar, a través de un referéndum, si apoyan o no la reforma constitucional propuesta por el primer ministro Matteo Renzi, quien ha apostado tan fuertemente por la victoria del “sí” que anunció el abandone de su puesto si vencer la opción contraria. Por esta razón, la consulta popular no solo decidirá el futuro del líder de gobierno, sino también afectará la estabilidad de la política de Italia, en particular, y de la Unión Europea, en general.
De todas las reformas que se someten el día 4 a la aprobación de los italianos, la más relevante es la que contempla la supresión del bicameralismo perfecto. De esta manera, se tratará de convertir a la Cámara Baja en el principal órgano legislativo, mientras, el Senado pasará a ser una “Cámara de Regiones y Municipalidades” sin capacidad de veto y con poderes legislativos específicos y limitados. Además, el número de senadores se reduciría de 315 a 100.
Igualmente, los votantes nacionales deberán manifestar sus opiniones ante la recentralización del poder cuando Italia cuenta ahora con 63 gobernaciones regionales.
El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, promotor de la reforma constitucional
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Razones para el plebiscito
Esta renovación de la Carta Magna fue llamada por Renzi “madre de todas las reformas”. El premier defendió que estos cambios abrirán un nuevo futuro hacia la modernidad y la eficiencia para la nación en las próximas décadas, ayudándola a adaptarse mejor con la Unión Europea y equipándola más para enfrentar los desafíos derivados de la globalización.
De hecho, la actual Constitución italiana concede a la Cámara de Diputados y al Senado los mismos poderes: ambas tienen que aprobar las leyes de forma idéntica. Esto deriva en largos debates y un significativo inmovilismo legislativo, con leyes paralizadas durante años, que especialmente impide las grandes, enérgicas y oportunas enmiendas recomendadas por la administración.
De ganar el “Sí”, Renzi tendrá más oportunidades de implementar su programa de reforma económica, gracias a la reducción de las competencias del Senado y la posibilidad de no se necesitar una alianza entre el partido gobernante que tiene la mayoría en el parlamento con otras facciones, según la nueva ley electoral. El proyecto de Renzi también es respaldado por expertos, que confirman que ello contribuirá al crecimiento de la economía nacional.
La protesta contra la proyectada reforma constitucional en Roma el 27 de noviembre
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Un paso arriesgado pero lógico de Matteo Renzi
Renzi se juega su futuro en este referéndum. Hace un año, supeditó su futuro político al resultado de la decisión popular. La oposición en pleno y los críticos de la centroizquierda aceptaron el reto y han convertido la consulta del próximo domingo en un plebiscito sobre la continuidad del primer ministro. Entretanto, su propio Partido Demócrata en el poder enfrenta división profunda en vísperas del evento. Las encuestas realizadas prevén que el jefe del Ejecutivo italiano saldrá derrotado; además, el pasado 27 de noviembre, miles de manifestantes recorrieron las calles de Roma a favor del "No" en el referéndum constitucional.
Estos sucesos demuestran una desventaja para Renzi. En caso de fracasar y de que Renzi renuncie, la economía del país con forma de bota cambiará para peor. Ocho bancos nacionales podrían colapsar debido al alto nivel de deudas malas, de unos 400 mil millones de dólares, según reportó el Fondo Monetario Internacional. Mientras, los disturbios políticos provocarán pánico en el mercado financiero italiano.
La Unión Europea está siguiendo de cerca cada avance en la celebración del próximo sufragio en la tercera economía de la Eurozona, por el temor del aumento del prestigio del opositor y euroescéptico Movimiento 5 Estrellas encabezado por ex actor Beppe Grillo en el plano político italiano.
Italia está a punto de cambiar su futuro, lo que atrae la atención de todo el mundo.