(VOVWORLD) - Una semana después del anuncio de la retirada de las tropas rusas de algunas zonas limítrofes con Ucrania, aún persiste la tensión en la frontera entre los dos países vecinos que habían formado parte de la antigua Unión Soviética. Esta realidad muestra que para poder estabilizar la situación y encontrar una solución final a esta crisis, las partes deben hacer más esfuerzos para superar los desafíos existentes.
El 21 de febrero, el presidente ruso, Vladimir Putin, firmó un decreto mediante el que se suscribe a tratados de amistad, cooperación y ayuda mutua con las dos autoproclamadas Repúblicas de Donetsk (DPR) y Lugansk (LPR) en el este de Ucrania, al tiempo que reconoce su independencia. Esta medida fue recibida de inmediato con una fuerte oposición y críticas tanto de Ucrania como de Occidente. La situación tensa que no ha mejorado en las regiones fronterizas ruso-ucranianas en los últimos 4 meses, ahora parece empeorar.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, visita las fuerzas militares estacionadas en la zona de conflicto de Donbass. (Foto: Reuters) |
Occidente ejerce la presión sobre Rusia
Como reacción a la decisión de Rusia de reconocer la independencia de Donetsk y Lugansk, la Casa Blanca anunció que el presidente estadounidense, Joe Biden, planea imponer nuevas sanciones comerciales y financieras a los dos territorios en el este de Ucrania. En una llamada telefónica con su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelensky, Biden aseguró que Estados Unidos responderá rápida y decisivamente, junto con sus aliados y socios, a ese hecho.
El mismo día, Joe Biden sostuvo también conversaciones por teléfono con el mandatario francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Olaf Scholz. En este encuentro, los dirigentes, además de oponerse a la decisión de Moscú, discutieron juntos acerca de los próximos pasos a dar por Occidente de forma coordinada.
Mientras tanto, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, alegó que las acciones de Rusia violan los acuerdos internacionales que firmó.
En particular, Estados Unidos y sus aliados también propusieron celebrar una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para debatir el reconocimiento de Rusia de las dos regiones separatistas en Ucrania.
Según analistas internacionales, la inmediata y drástica reacción de Occidente demuestra que la presión sobre el país euroasiático seguirá aumentando. Lo que es más preocupante, esta medida está eclipsando algunas de las señales positivas generadas por una intensa labor de diplomacia de lanzadera de los líderes de Francia y Alemania en los últimos tiempos.
En consecuencia, el presidente francés, Emmanuel Macron, convenció inicialmente a los dos líderes de Estados Unidos y Rusia de que aceptaran la propuesta de celebrar una cumbre bilateral para encontrar una solución a la crisis ucraniana. Pero ahora, la tarea de enfriar la tensión al respecto se ha vuelto aún más desafiante y difícil.
Más esfuerzos para mantener el diálogo
En su última declaración, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, pidió a todas las partes involucradas que resuelvan pacíficamente el conflicto en el este de Ucrania, de acuerdo con los acuerdos de Minsk adoptados por la Resolución 2202, respaldada por el Consejo de Seguridad de la ONU.
El secretario general de la ONU Antonio Guterres, en la conferencia de prensa del 14 de febrero, pide calmar las tensiones entre Rusia y Ucrania. (Foto: Xinhua)
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“Las partes concernientes deben centrar sus esfuerzos en un cese inmediato de las hostilidades, deteniendo todas las acciones que podrían escalar las tensiones en Ucrania, al tiempo que prioricen la promoción de canales diplomáticos para manejar la crisis pacíficamente”, dijo el portavoz de Guterres, Stephane Dujarric.
Con anterioridad, los líderes de muchos países también llamaron a las partes a continuar manteniendo el diálogo y el contacto diplomáticos para encontrar una solución a la actual crisis, evitando cualquier acción que complique la situación.
Por su parte, los funcionarios rusos confirmaron su disposición a continuar buscando medios diplomáticos para resolver el problema. En el último comunicado, el canciller ruso, Sergei Lavrov, anunció que se reuniría con su homólogo estadounidense, Antony Blinken, el próximo 24 de febrero en Ginebra (Suiza), tal como estaba previsto.
Muchos analistas observan que cualquier escalada de tensión puede llevar a que la situación se salga de control. Eso, sin duda, no favorece la paz y la estabilidad de la región ni del mundo. Como tal, la realidad actual evidencia que el diálogo sigue siendo la única y mejor forma de abordar la crisis entre Rusia y Ucrania.