(VOVWORLD) - Pese a las sanciones ininterrumpidas impuestas por Estados Unidos y por varios países regionales, la República Popular Democrática de Corea continúa demostrando su poder nuclear mediante la prueba subterránea de una bomba de hidrógeno (o bomba H), realizada este 3 de septiembre. Se trata de su sexto ensayo nuclear hasta la fecha y supone un peligro que agravaría las tensiones en la península coreana.
Esta es la segunda vez que Corea del Norte muestra ante la opinión pública su desarrollo con éxito de la bomba H. Con antelación, este régimen informó que el 6 de enero de 2016 se cumplió la primera en vísperas del cumpleaños del líder Kim Jong Un. Ese acto, según Pyongyang, se realizó para implementar la defensa nacional ante las amenazas de Estados Unidos. La culminación de aquel ensayo ubicó a Norcorea entre las potencias nucleares del mundo. No obstante, el Servicio de Inteligencia de Corea del Sur aseguró que el dispositivo que su vecino ha desarrollado no sería la bomba H ya que la Agencia Meteorológica surcoreana reveló que no ha habido ninguna fuga de materiales radiactivos.
Foto de ilustración: Una explosión de la bomba nuclear (Internet)
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La fuerza amenazante de la bomba de hidrógeno
La bomba de hidrógeno es un arma nuclear de segunda generación creada por Estados Unidos a principios de los años 50. Este artefacto es mil veces más potente que la bomba nuclear. En 1954, Estados Unidos hizo estallar en el atolón Bikini la bomba de hidrógeno, conocida también como termonuclear, y descubrió que este explosivo tiene una potencia mil veces mayor que la bomba nuclear que lanzó sobre la ciudad japonesa de Hiroshima en 1945. Sólo 5 países en el mundo, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y China, declararon poseer este tipo de bomba destructiva. La afirmación norcoreana que ha adquirido la tecnología para fabricar bombas termonucleares preocupa a la comunidad internacional, puesto que esto significa un vertiginoso avance de este país en su programa nuclear. A diferencia del primer ensayo del mismo tipo por parte de Pyongyang en 2016, autoridades de inteligencia norteamericanas confirmaron que su última prueba del 3 del presente mes muestra exactamente el logro en su desarrollo nuclear. Entretanto, Washington ha evidenciado el riesgo masivo de la bomba H de Norcorea al indicar que ese explosivo equivale a 140 kilotones del tipo TNT, mucho más que los cálculos de 50 y 70 kilotones dados a conocer respectivamente por Corea del Sur y Japón.
El embajador norcoreano ante las Naciones Unidas, Han Tae-song, afirmó que la reciente prueba nuclear y las medidas “defensoras” de Pyongyang son “un regalo” para Washington. Advirtió que Estados Unidos recibirá “otros presentes parecidos” de su país.
Ante las respuestas de Corea del Norte, el Consejo de Seguridad de la ONU convocó una reunión urgente a petición de Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Francia y Corea del Sur. La mayoría de representantes de esas naciones urgieron a la máxima organización internacional para presionar con más castigos a Pyongyang. Las partes acordaron que tras una semana en busca de la solución destinada a aliviar las tensiones en la península coreana, votarán para ratificar la nueva resolución el próximo 11 de septiembre.
Foto de ilustración: Un ensayo nuclear de Corea del Norte está transmitido televisivamente en Seúl (Corea del Sur), este 3 de septiembre (Foto: AFP/VNA) |
Estados regionales fortalecen su capacidad defensiva
El ensayo exitoso de la bomba de hidrógeno por parte de Norcorea obligó a que Estados Unidos y Corea del Sur aumentaran el peso de las ojivas de los misiles. Durante una llamada telefónica entre el mandatario norteamericano, Donald Trump, y su par surcoreano, Moon Jae-in, este 4 de septiembre, coincidieron en limitar el de peso a 500 kilogramos. Pero Washington propuso que Seúl desplegara ojivas más pesadas tras el último test nuclear norcoreano. Además, ratificó la venta de armas mucho más avanzadas a Japón y Corea del Sur.
Dos días después del referido acto nuclear, China llevó a cabo este martes maniobras militares en plena crisis con Corea del Norte. Las fuerzas navales chinas practicaron disparos de cohetes reales ante un posible ataque sorpresa en el golfo de Bóhai en el Mar Amarillo. El experto marino chino, Li Jie, quien trabaja en Beijing estimó que esta reacción rápida por parte de su país demuestra una condena tajante ante los actos provocadores de Pyongyang.
La sexta prueba nuclear norcoreana supone la superación de “la línea roja” marcada por Washington y Seúl para Pyongyang. Esto contribuye a una mayor escalada de tensiones en la región.