(VOVWORLD) - El 29 de mayo, el presidente del Consejo Supremo Electoral de Turquía confirmó que el actual presidente de ese país, Recep Tayyip Erdogan, había ganado la segunda vuelta de las elecciones celebradas el 28 de mayo, por lo que continuará al frente de la nación durante los próximos cinco años. Inmediatamente, muchos líderes mundiales, incluidos los de varias potencias, enviaron sus felicitaciones a Erdogan, lo que refleja el especial interés de la comunidad internacional en la situación política de Turquía, por su posición y papel cada vez más importantes en la región y el mundo.
Según anunció el Consejo Supremo Electoral de Turquía, con el 99,43 % del sufragio escrutado, el actual presidente Erdogan obtuvo el 52,14 % de los votos. Mientras tanto, su rival Kemal Kilicdaroglu, líder del opositor Partido Popular Republicano (CHP) y candidato de la Coalición Nacional de seis formaciones políticas, obtuvo solo el 47,68 % de las papeletas. Apenas después de que se anunciaran los resultados de las elecciones, Erdogan declaró la victoria, mientras que el candidato Kilicdaroglu admitió la derrota.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, elegido para un tercer mandato. (Foto: Reuters) |
Victoria para el presidente Erdogan
En un discurso ante sus simpatizantes frente al Palacio Presidencial en Ankara el 29 de mayo, el presidente Erdogan agradeció a los votantes por seguir confiándole la responsabilidad de dirigir el país durante los próximos cinco años y llamó a la gente a unirse. El mandatario de 69 años dijo que los comicios fueron el evento “más importante” para Turquía en la era moderna y afirmó que el resultado que obtuvo fue una victoria para los 85 millones de habitantes del país.
Analistas regionales e internacionales evaluaron que Erdogan continúa ganando el apoyo de los votantes turcos gracias a su persistencia en el populismo y una política exterior independiente. En particular, al asumir sus cargos de dirigencia durante 20 años (desde 2003 como primer ministro y presidente), ha implementado una política exterior que es a la vez flexible y dura, lo que ayudó a aumentar la influencia de Turquía en la región, especialmente en el contexto del creciente conflicto de poder entre Rusia y Occidente. Concretamente, durante el año pasado, Erdogan consolidó su imagen como un líder mundial importante al servir como puente para las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania, y exitoso mediador en la Iniciativa de Granos del Mar Negro. Muchos votantes creen que este político le ha dado a la nación una voz cada vez más importante en la región y en el mundo.
Y, de hecho, justo después de que se anunciaran los resultados de la segunda ronda de las presidenciales con la victoria de Erdogan, numerosos líderes mundiales, incluido el secretario general de las Naciones Unidas, el Presidente de Rusia, el Presidente de Estados Unidos, el Primer Ministro británico, los presidentes de Egipto e Irán, felicitaron y abogaron por cooperar con el líder turco. Esto refleja el especial interés de la comunidad internacional en la situación política turca, así como el prestigio de Tayyip Erdogan, pues con su posición geoestratégica extremadamente importante, una Turquía estable es decisiva para la estabilidad tanto de Oriente Medio como de Europa.
Retos y perspectivas
No obstante, según los analistas, junto con las expectativas de los electores y la comunidad internacional, el presidente reelecto también enfrenta una gran presión en su misión de guiar al país a superar una serie de dificultades y desafíos. La tarea principal es reactivar una economía que se tambalea por las altas tasas de inflación y que ha sido severamente dañada por el terrible terremoto de febrero.
En términos de asuntos exteriores, el principal desafío es continuar equilibrando las relaciones entre Rusia y Occidente para proteger los intereses centrales estratégicos de Ankara. Otra misión importante es aumentar la influencia y los intereses de Turquía en Oriente Medio así como en la coordinación de las relaciones con otras grandes potencias y bloques como China y la Unión Europea (UE).
Sin embargo, numerosos expertos creen que a pesar de esos retos, el líder turco posee grandes ventajas para mantener su cargo en los próximos 5 años. En particular, continuar ganándose la confianza de los electores le da a Erdogan más motivación y seguridad para seguir con las ambiciosas políticas internas y externas que están en marcha. Esto es evidente en su declaración emitida el 29 de mayo. En ese evento, el presidente turco se comprometió a fortalecer la posición nacional invirtiendo en los sectores del transporte y la energía, que son la infraestructura básica para el desarrollo del país en el mundo.
En concreto, Ankara llevará a cabo el proyecto de construcción de un centro internacional de gas en el territorio nacional a propuesta del presidente ruso Vladimir Putin. Anteriormente, en una declaración del 28 de mayo, Erdogan también afirmó con confianza que “Turquía tendrá una fuerza y un poder sin precedentes en el orden mundial”.