(VOVworld) – Ramadán, el mes de ayuno para más de mil millones de musulmanes en el mundo, ha culminado. Pero lejos de los deberes que se preservan durante esta festividad, en la que los creyentes oran por las buenas acciones, numerosas naciones islámicas experimentan conflictos sangrientos, ensombreciendo el significado del sagrado acontecimiento religioso.
Cada año en el mes del Ramadán, el noveno mes del calendario lunar islámico, los musulmanes ayunan desde la primera luz del día hasta el atardecer, absteniéndose de comer, beber y fumar durante ese período. El ayuno consiste en mostrar la solidaridad con los pobres y otros hermanos de la misma religión que tienen algún tipo de necesidad, así como implica eliminar los comportamientos negativos e inmorales para así abrir el camino al paraíso. Pero este año, se ha registrado un aumento de enfrentamientos y conflictos violentos en naciones islámicas como Siria, Irak, el Líbano y Afganistán que amenazan la seguridad regional y la vida de los pueblos.
Rezar por un buen futuro en plegarias durante el Ramadán
El Ramadán del presente año es el segundo desde la explosión del movimiento “Primavera árabe” en Oriente Medio. En Irak, en los días festivos, ocurrieron una serie de ataques, en los que murieron más de 400 personas e hirieron a cerca de otras mil, según cálculos de las agencias locales de seguridad y sanidad. Los días más sangrientos fueron el 23 de julio con 113 muertos y el 16 de agosto, con 80 más, las jornadas más conflictivas en los últimos 2 años. De tan convulso escenario se responsabilizó a terroristas vinculados con la red Al-Qaeda.
En Siria, la crisis que ya se prolonga por cerca de 18 meses se agrava debido a que los enfrentamientos entre las tropas gubernamentales y la oposición se han expandido por todo el país. Pese a transcurrir el mes sagrado, la guerra interna prosiguió. Sólo en Eid al-Fitr, festividad que marca el fin del Ramadán, al menos 69 personas murieron, totalizando en 23 mil el número de los fallecidos a causa de la violencia. El éxodo sirio hacia países vecinos ha aumentado y según estadísticas, los refugiados suman ya 70 mil personas. Actualmente, todos los esfuerzos por lograr la paz en Siria están estancados. En los últimos 2 días, los observadores de la ONU completaron su retirada de Damasco, luego de una infructuosa misión de 4 meses marchada por el incumplimiento de la tregua.
Un ataque con bomba ocurrido en Irak a principios del Ramadán
La crisis siria tiene sus orígenes en parte por la comunidad sunita que se opone al presidente Bashar al-Assad, un creyente alawí, y se ha extendido al Líbano para agudizar las discrepancias entre las comunidades sunitas y alawíes, de la ciudad libanesa de Trípoli. Los enfrentamientos sectarios empeoraron en el sexto día del Ramadán en los distritos de Bad El Tebbaneh y Jabal Mohsen, dejando un saldo de 15 muertos y decenas de heridos.
Entretanto, informaciones sobre un posible ataque militar de Israel contra las bases nucleares de Irán en el otoño de este año rompieron el significado de este acontecimiento trascendental. El pasado 17 de agosto, día de Jerusalén, organizado anualmente en el último viernes del Ramadán, cerca de mil 500 palestinos participaron en un desfile callejero en la Franja de Gaza perteneciente a sus territorios para protestar la ocupación israelí de Jerusalén, una de las 3 ciudades religiosas de los musulmanes. Esta es una actividad anual propuesta por el Gobierno iraní dedicada principalmente a los sunitas. Sin embargo, este año, se celebró con un matiz diferente ante riesgos de una guerra en el Oriente Medio debido a preocupantes declaraciones y decisiones de dirigentes regionales. Inmediatamente después de que el premier Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, anunciaron la posibilidad de un ataque militar contra Irán, el líder del movimiento Hezbolá en el Líbano, Seyed Hasan Nasrallah, advirtió una ofensiva con armas de los iraníes “por la seguridad del pueblo y la Patria”. Por su parte, el presidente iraní, Mamoud Ahmadinejat, declaró que no habrá lugar para Israel en un nuevo Oriente Medio.
Es claro que el Ramadán de 2012 no mantuvo su tradicional sentido para los musulmanes. En lugar de hacer buenas acciones y rezar por el futuro, el Ramadán se inundó de conflictos sangrientos con fuego y muerte, principalmente para los civiles. La escalada de la violencia en naciones islámicas ha creado un panorama oscuro de la seguridad mundial y no se sabe hasta cuándo los musulmanes podrán recibir un Ramadán en paz y tranquilidad./.