Antes de ser promulgada, la NDAA fue ratificada por abrumadora mayoría por el Congreso estadounidense a finales de junio y a principios de agosto de este año, expresando el respaldo de los congresistas a la propuesta de fortalecer del poderío militar promovida por Trump.

El presidente norteamericano, Donald Trump, promulgó la Ley de Autorización de Defensa Nacional para el año fiscal 2019 (Foto: AP)

Inversión para la defensa

La referida ley destina 716 mil millones de dólares para financiar programas y actividades militares en el año fiscal 2019. La partida presupuestaria incluye 69 mil millones de dólares para misiones en el exterior y cerca de 22 mil millones de dólares para un programa de misiles nucleares. Contempla también la adquisición de buques de combate litoral, un portaaviones clase Ford (el cuarto) y un submarino nuclear tipo Columbia por un valor de 24 mil millones de dólares.

El Pentágono autorizará al Ejército la compra de 77 aviones caza F-35, la mayor inversión en la totalidad de ese presupuesto. Además, se equipará de otros dispositivos tales como el bombardero B-21, y los sistemas de defensa antimisiles Patriot y THAD.

Ese proyecto evidencia que tras un largo tiempo de la aplicación de los recortes presupuestarios, Estados Unidos planeó priorizar el reforzamiento de sus fuerzas militares con un gran presupuesto sin precedentes. El inquilino de la Casa Blanca confirmó que se trata de la mayor inversión en la historia del sector de defensa de ese país, con el fin de equipar al Ejército con tanques, buques y cohetes de la mejor potencialidad.      

Objetivos hacia el exterior

Además de reafirmar las prioridades del Gobierno estadounidense en la intensificación de su fuerza militar, la Ley de Autorización de Defensa Nacional muestra que el enorme reto para la prosperidad y la seguridad de ese país se origina de los conflictos históricos a largo plazo con otras naciones, especialmente China y Rusia. En concreto, esa medida permite aumentar las sanciones contra el gigante asiático, junto con la imposición de nuevos aranceles a sus exportaciones que Washington inició hace unos días. Financiará 14 programas encaminados a impedir el avance de Beijing, entre ellos la Iniciativa para asegurar la estabilidad en la región Indo-Pacífico, y la ampliación de la Propuesta de Seguridad Marítima en el Sudeste Asiático hacia esa misma zona.

Aparte de esto, la legislación permite modernizar el Comité de Inversión Extranjera de Estados Unidos para aumentar la supervisión de esa entidad de los capitales derivados de China y sus impactos en los intereses nacionales. Sin embargo, si se compara con la versión previa, ese documento reducirá el control de las operaciones de las empresas tecnológicas chinas de ZTE Corp y Huawei Tecnologies.

China reaccionó severamente ante la aprobación de ese texto y exhortó a Washington a abandonar “su mentalidad propia de la Guerra Fría”. El portavoz de la Cancillería china, Geng Shuang, alertó que Estados Unidos está agravando las relaciones y la cooperación bilaterales.

Cabe destacar que el nuevo proyecto de presupuesto militar norteamericano evidencia los compromisos de Trump por reforzar este sector, pero preocupa a la comunidad internacional en torno a sus posibles impactos en las relaciones internacionales.