(VOVWORLD) - El pasado 12 de mayo, el Departamento de Estado de Estados Unidos publicó el Informe sobre Libertad Religiosa Internacional en 2020, en el que se refirió también a la situación en la materia en Vietnam. El documento sostiene que algunos grupos religiosos en la nación indochina no son reconocidos por el Estado y además son víctimas de obstáculos burocráticos, discriminación de trato, intervenciones en asuntos internos y restricciones de viajes. ¿Cuál es la situación de Vietnam en este campo? La vívida realidad de la libertad de culto y religión en este país es una inequívoca respuesta a esas tergiversaciones y calumnias.
 Una actividad de la celebración budista Vesak 2019, en el distrito 3 de Ciudad Ho Chi Minh (Foto: Huu Thang) |
En la parte relacionada con Vietnam del referido reporte de Estados Unidos, aunque existen valoraciones más positivas que las de 2019, hay informaciones falsas y superficiales como las antes mencionadas, lo que demuestra el enfoque parcial y carente de objetividad del país norteamericano en el tema.
En realidad, la libertad de credo y religión de Vietnam está bien garantizada. Cada año, se celebran más de ocho mil 500 festivales y fiestas de carácter religioso en todo el territorio nacional. Hay 53 centros de formación especializados en actividades religiosas. Hasta el momento, el 80% de los más de 20 mil lugares de culto de las diversas religiones en Vietnam han sido nuevos o remodelados. El otorgamiento de licencias para el uso de la tierra a los centros religiosos se ha realizado en las localidades en consonancia con lo establecido por la ley. En este sentido, numerosas provincias y ciudades han entregado vastos terrenos a organizaciones de este tipo. Por ejemplo, Ciudad Ho Chi Minh destinó siete mil 500 metros cuadrados a la Congregación General de Iglesias Evangélicas de Vietnam (en el sur) para que construyeran su Colegio Bíblico, la provincia central de Thua Thien-Hue, 20 hectáreas a la Academia Budista en la ciudad de Hue; la ciudad central de Da Nang, seis mil metros cuadrados a la Sociedad Misionera Cristiana, y Hanói, unas 11 hectáreas a la Sangha Budista de Vietnam para la edificación de la Academia Budista en la capital.
Por otro lado, a las entidades religiosas se les facilita la imprenta y publicación de documentos al servicio de sus actividades. Existen 15 periódicos y revistas del sector y, además, casi todas ellas tienen sus propios sitios web. Desde 2013 hasta la fecha, en Vietnam se han registrado cerca de seis mil publicaciones de las diversas religiones con más de 19 millones de ejemplares, y muchas de estas tienen versiones en inglés, francés y dialectos de minorías étnicas. En 2020, se imprimieron cinco mil ejemplares de la Biblia en el dialecto Ede y otros tres mil, en Jrai.
Paralelamente con la ampliación de las actividades de culto y religión, la cooperación internacional en el sector también se ha fortalecido. Anualmente, cientos de delegaciones van al exterior, mientras muchos dignatarios religiosos extranjeros viajan a Vietnam para realizar su misión. Además, numerosos eventos religiosos internacionales de gran calibre se han llevado con éxito en la nación indochina. En especial, la celebración budista del Vesak en 2019 atrajo la participación de tres mil delegados, entre ellos mil 650 representantes de 112 países y territorios y 250 bonzos que son vietnamitas residentes en 40 naciones.
 El templo protestante Plei Mo Nu ubicado cerca del centro de la ciudad de Pleiku, en la provincia altiplánica de Gia Lai. (Foto: cand.com.vn) |
Hoy en día, existen en Vietnam 43 organizaciones de 16 religiones reconocidas por el Estado, con más de 55,7 mil dignatarios y 145,7 mil asistentes, o sea un aumento de 10 religiones y 28 organizaciones en relación con el tiempo previo a la entrada en vigor del Decreto al respecto en 2004. Hay un total de 25,1 millones de creyentes de diferentes credos, lo que representa el 27% de la población nacional. Ellos son libres de expresar su fe en casa, lugares de culto y reuniones de grupos registrados legalmente, y pueden realizar prácticas religiosas siempre que cumplan con la Carta y el Estatuto de las religiones.
Otra realidad destacable es que en este país no hay conflictos religiosos. Todas las religiones conviven en armonía y paz, en acompañamiento con el pueblo. Los dignatarios de este ámbito y los creyentes participan activamente en los movimientos sociales y humanitarios, así como en la eliminación del hambre y la disminución de la pobreza, en contribución al desarrollo nacional.
Obviamente, la vida religiosa en Vietnam es muy dinámica y diversa, con una variedad de religiones, formas de reunión y modelos organizativos y operativos. Esta realidad es un golpe a todos los argumentos tergiversadores y politizados que se arman en busca de dañar el prestigio de este país y la unidad de su pueblo.