(VOVworld) – Se ha iniciado el Año nuevo lunar del Caballo y los vietnamitas saludan una nueva primavera. En este momento transitorio del cielo y de la tierra, la confianza en los continuos avances del país constituye gérmenes primaverales que prometen renovadas energías en este año.

Las últimas hojas del taco calendario del año de la Serpiente 2013 fueron arrancadas, con los recuerdos de los 365 días de arduo trabajo pero con resultados alentadores. Estos días de enero evocan la gran jornada de consulta popular sobre la modificación de la Constitución en la que participaron todos los estratos sociales con aportes confiables. Al coincidir la voluntad política y la expectativa del pueblo, la nueva Carta Magna fue aprobada, dando un paso más hacia el perfeccionamiento institucional, y creando sólidas bases y una nueva fuerza motriz para la construcción y desarrollo de Vietnam.

También en el año de la Serpiente, todo el país persistió en la línea renovadora trazada por el Partido Comunista, materializando con eficiencia las grandes orientaciones para revitalizar la economía nacional. Los incansables esfuerzos se tradujeron en transformaciones positivas, patentizadas en la estabilización macroeconómica, el control de la inflación y la garantía del bienestar social. En concreto, el Producto Interno Bruto alcanzó un crecimiento del 5,42%, las exportaciones alcanzaron 132 mil 300 millones de dólares, y las inversiones extranjeras captadas totalizaron 21 mil 600 millones de dólares. Más que puras estadísticas, constituyen gratas señales de la economía en recuperación. Las importantes políticas sobre la reestructuración de la economía, reducción de la miseria, apoyo a las empresas en dificultades, así como los programas de construcción del nuevo campo, bienestar social y la lucha contra la corrupción y el despilfarro, evidencian las iniciativas de Vietnam para potenciar sus fuerzas internas y seguir avanzando en el camino de desarrollo. Por otro lado, el hecho de que por primera vez el país se convirtió en miembro del Consejo de Derechos Humanos y la Comisión de Patrimonios de la ONU y se incorporó en el Consejo de Gobernadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica reafirman el elevado prestigio de Vietnam en el proceso de integración internacional. Hay que pensar en estos logros, para disfrutar de lleno el momento que marca la armonía entre el cielo y la tierra en la nueva primavera. Los esfuerzos del gobierno y el pueblo vietnamitas durante todo el año cosecharon dulces frutos, que sin lugar a dudas, se deben a la política renovadora, con la ampliación de la democracia y la aplicación del mecanismo de mercado en las actividades económicas, además de la voluntad férrea de los vietnamitas de vencer cualquier obstáculo o reto.

Tales frutos embellecen la pintura de la nueva primavera, y sientan bases para que el pueblo vietnamita entre en el año nuevo, confiado en sus fuerzas, ante las oportunidades y los desafíos siempre entrelazados. En este año 2014, Vietnam desplegará de modo enérgico y sincrónico las tareas a mediano y largo plazo en su desarrollo socioeconómico, para cimentar un crecimiento rápido y sostenible. Se esforzará en construir un Estado de Derecho, impulsando aún más los derechos del pueblo como dueño, perfeccionando la institucionalidad de la economía de mercado orientada al socialismo y prosiguiendo la reestructuración agrícola asociada con la renovación de las zonas rurales. Las metas principales se han determinado de modo concreto, tales como el crecimiento del Producto Interno Bruto del 5,8%, el ingreso per cápita de unos 2 mil 100 dólares y un aumento interanual del 10% de las exportaciones.

El barco de Vietnam ha zarpado al gran mar, pese a que le esperan fuertes vientos y oleajes. Por estos días el país indochino comienza sus funciones de integrante del Consejo de los Derechos Humanos y la Comisión de Patrimonios de la ONU. Al mismo tiempo, todo el sistema político toma parte en la aplicación de  la nueva Carta Magna y la construcción de una democracia verdadera. Las muchas toneladas de mercancías de los contratos de venta externa se han embarcado, listas para llegar a sus destinos en todas partes del mundo. Fábricas y construcciones siguen animadas en plena festividad primaveral. Y los campesinos se preparan para participar en la fiesta del inicio del cultivo en los próximos días…

Las fuerzas internas y la confianza constituyen preciosas semillas que siembran los vietnamitas en esta nueva primavera, en aras de lograr, con unidad, creatividad y determinación, una abundante cosecha.