(VOVworld) – Myanmar acaba de realizar las elecciones generales calificadas como las “más democráticas” de los últimos 25 años. Aunque no ha sido anunciado el resultado final, la realidad muestra que el triunfo de cualquier partido no cambia la persistencia nacional en la actual política de apertura y la reforma democrática. Esta constituye la premisa para que este país continúe progresando en aras de brindar una mejor vida a sus ciudadanos y elevar la posición nacional en la palestra internacional.
Según estadísticas, un 80% de los 32 millones de votantes birmanos acudieron a los centros electorales el 8 de noviembre. El gran porcentaje de participación refleja las expectativas de los electores ante los comicios generales y al futuro del país. Todos esperan que Myanmar tenga un gobierno a favor de la reforma democrática y que tenga la capacidad de liderar al pueblo en el camino de la renovación, contribuyendo a elevar el papel de la nación en el ámbito internacional.
Premisa favorable
Electores birmanos en un colegio electoral
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No se puede negar los logros de Myanmar en vísperas de las elecciones generales. Desde que la administración militar declarara la transición al gobierno civil hace varios años, se han presenciado cambios relevantes de un país recién abierto al mundo. En el aspecto político, se registró la participación de 6 mil representantes de más de 90 partidos en la competencia electoral. Además, la firma del cese al fuego entre el Partido de la Solidaridad y el Desarrollo de la Unión y los grupos étnicos armados constituye un progreso de suma importancia para lograr la paz a largo plazo.
En el aspecto económico, luego de ser uno de los países más pobres del mundo debido a décadas de embargos, la economía de Myanmar ha pasado a tener un crecimiento en los últimos 3 años de un ritmo promedio del 7,6%, convirtiéndose en un mercado atractivo para los inversores extranjeros en el Sudeste Asiático. El Banco Asiático para el Desarrollo pronosticó un ritmo promedio del crecimiento económico birmano de un 9,5% anual hasta el 2030. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, gracias a los abundantes recursos naturales, fuerza laboral joven y la posición económica estratégica, Myanmar cuenta con condiciones para desarrollar un centro de energía y materias primas que conecte a la región del Sudeste Asiático con India y China.
Paralelo a los logros socioeconómicos, la confianza de los electores birmanos en un país pacífico y estable ha sido consolidada después de que los partidos afirmaron en su plataforma electoral el mantenimiento de la política democrática. La población de Myanmar se ha beneficiado de los avances de la renovación bajo el liderazgo del Partido de la Solidaridad y el Desarrollo de la Unión. Entretanto, el opositor Partido Liga Nacional para la Democracia de Aung San Suu Kyi enarbola el eslogan: “Cambio” en el sentido de un gobierno completamente civil que garantice los derechos humanos.
Retos nada pequeños
La presidenta del Partido Liga Nacional para la Democracia, Aung San Suu Kyi en la campaña electoral
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Según analistas, la administración birmana, después de las elecciones de 2015 enfrentará grandes retos. Para cualquier partido que gane, sus relaciones con las fuerzas armadas serán el foco de atención. Este es el factor determinante para el futuro de este país. Otro problema reside en los conflictos sectarios en un contexto de extremismo religioso que perjudica la vida política birmana.
Además, la nación debe instaurar un gobierno que sirva y trabaje por el bien de la población. Aunque se han conseguido resultados socioeconómicos relevantes, la vida de los habitantes no ha mejorado mucho. Myanmar continúa formando parte de los países más pobres de Asia, pues un tercio de la población vive en la pobreza.
En este sentido, el nuevo gobierno enfrentará numerosas dificultades. Sin embargo, la celebración exitosa de los comicios generales el 8 de noviembre ayuda a Myanmar en la estabilización política de manera de poder aunar fuerzas destinadas al desarrollo económico, considerándolo la fuerza impulsora para promover aún más el progreso multifacético en lo adelante.