(VOVworld) – El ejército iraquí entró en una nueva etapa de la operación para recuperar la ciudad de Mosul al iniciar este 19 de febrero ataques contra el autoproclamado Estado Islámico (EI) en su zona occidental. Sin embargo, la tarea de expulsar a esos extremistas de su último bastión en Iraq no resulta fácil debido a que en esa zona hay una gran concentración poblacional.
Desde que cayó en manos del Estado Islámico en junio de 2014, Mosul, la segunda ciudad más importante de Iraq y situada a unos 400 kilómetros de Bagdad, la capital, se convirtió en una fortaleza clave de los yihadistas del Daesh, que declaró el propósito de establecer un autodenominado califato, incluidas las tierras sirias ocupadas.
Các lực lượng Iraq tiến đến gần làng Husseinyah trong chiến dịch giành lại khu vực phía tây thành phố này ngày 20/2. AFP/TTXVN
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Iniciada en octubre de 2016 por las tropas iraquíes con el respaldo de la coalición antiterrorista liderada por Estados Unidos, la campaña militar ha logrado expulsar a los islamistas del EI de la parte oriental de Mosul y unos mil 500 terroristas fueron ultimados en los últimos cuatro meses. Pero el oeste de la ciudad, de mayor densidad poblacional y dividido por el río Tigris, todavía espera ser liberado de las garras de esa red.
Ventajas en combates para fuerzas gubernamentales
La operación destinada a retomar la zona occidental de Mosul registra avances notables. Apenas una semana después de su inicio, los comandos iraquíes llegaron a controlar por completo la loma estratégica de Abu Saif, de donde se puede tener una visión panorámica del aeropuerto de Mosul y la encrucijada de Hamah Al Alil, en el eje vial principal que conduce a la estratégica localidad. Esto estimula a las fuerzas gubernamentales para preparar planes contra el mencionado aeródromo. La recuperación de ese sitio será un paso muy importante para la liberación total de la ciudad.
No obstante, expertos estiman que la misión podrá complicarse en los próximos días debido a que las calles entrelazadas de Mosul occidental son demasiado estrechas, lo que seguramente dificultará la penetración de vehículos blindados.
Mientras, autoridades de Estados Unidos informaron que aún permanecen unos dos mil yihadistas armados en ese territorio con una obstinada voluntad de defender su último bastión. Antes del comienzo de esta operación militar, el EI se preparó a contrarreloj para los combates, con la apertura de vías de refugio a través de casas de la población civil. Según un informe de las Naciones Unidas divulgado a finales de 2016, puede que esos extremistas tengan en su poder un arsenal químico o realicen ataques con armas de ese tipo en Mosul.
Latente crisis humanitaria
La campaña militar para recuperar esa estratégica ciudad iraquí en los últimos cuatro meses ha provocado muchas pérdidas a los yihadistas, pero por otra parte los desafíos que enfrentan las fuerzas gubernamentales en su combate contra ellos puede llevar a la población local a una situación humanitaria crítica, debido a una grave carencia de electricidad, alimentos y agua potable. El destino de los cerca de 750 mil iraquíes atrapados en el oeste de Mosul preocupa mucho al gobierno mientras continúan los combates considerados como los más fuertes contra EI. Además, las abundantes trampas explosivas y camiones cargados de bombas colocados en diferentes calles y otras vías de esa urbe obstaculizan tanto la entrada de los militares libertadores como la evacuación de los civiles. Datos de organizaciones internacionales de socorro indican que la mitad de la población que permanece en el oeste de Mosul son niños, y casi todos los hospitales se encuentran bajo control del Daesh. La institución para la asistencia infantil Save The Children, con sede en Londres, advirtió el pasado 19 de febrero que unos 350 mil niños están atrapados en el área. Su director, Maurizo Crivallero, llamó a Iraq, así como a sus aliados, Estados Unidos y el Reino Unido, a hacer todo lo posible para proteger a esos pequeños y sus familias.
Para esta operación no se ha fijado una fecha de cumplimiento, lo que demuestra lo difícil que es la lucha contra el terrorismo del EI. Sin embargo, se espera que con las ventajas que tienen las tropas iraquíes en este campo de batalla, no esté lejos el día en que los habitantes de esa ciudad queden libres del control de los yihadistas.