(VOVWORLD) - Después de reconocer Jerusalén como capital de Israel, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tomó otra decisión polémica al firmar el pasado 25 de marzo una declaración para reconocer los Altos del Golán como territorio israelí. De esta manera, el mandatario norteamericano revertió políticas hacia esa región que han sido mantenidas durante más de 50 años. Este hecho provoca una profunda preocupación en el mundo y podrá acarrear consecuencias políticas y jurídicas peligrosas para la seguridad global.
 El presidente estadounidense, Donald Trump, firma la decisión de reconocimiento de la soberanía israelí en los Altos del Golán (Foto: AP)
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El anuncio de Trump genera controversias en el Medio Oriente, tanto en los países con buenos vínculos con Israel como en los que no. También aumenta los riesgos de un nuevo conflicto armado en esa tierra, que Israel y Siria se han disputado durante décadas.
Cambios inesperados de políticas
La declaración de Trump marcó un cambio repentino en las políticas de Estados Unidos hacia una tierra que Israel ocupó de Siria durante la guerra de seis días en 1967 y la adhirió a su territorio en 1981. Ese es un movimiento de escaso o nulo reconocimiento, pues no solo desafía al derecho internacional sino también contradice la perspectiva estadounidense.
Las Naciones Unidas confirman la plena soberanía de Siria sobre los Altos del Golán, considerando que su ocupación por Israel viola la ley internacional, y piden su devolución al Gobierno de Damasco. La mayor organización mundial adoptó a ese respecto las resoluciones 242 y 497 el 22 de noviembre de 1967 y el 17 de diciembre de 1981, respectivamente. Washington también compartió esa postura hasta la decisión de Trump el pasado 25 de marzo.
Por esta razón, la declaración del mandatario estadounidense ha generado una ola de críticas de países de diversas regiones. Siria la tildó como un ataque a un Estado soberano y afirmó que ese movimiento solo traerá el aislamiento a Estados Unidos. Mientras, otras naciones advirtieron que el reconocimiento norteamericano genera nuevas tensiones en el Medio Oriente y destacaron la importancia de respetar las decisiones sobre la legitimidad internacional y la Carta de las Naciones Unidas. Por su parte, la mayor organización mundial confirmó que sus políticas sobre los Altos del Golán no han cambiado.
Consecuencias graves
Las recientes decisiones del presidente Donald Trump de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, trasladar su Embajada de Tel Aviv a Jerusalén y afirmar que los Altos del Golán pertenecen a Israel provocan grandes preocupaciones para la seguridad y la estabilidad en el Oriente Medio, además de desafiar al derecho internacional. Según observadores, tales determinaciones son nada casuales, sino pasos para elevar la influencia de Washington allí y marcar una nueva competencia geopolítica, especialmente cuando la guerra civil en Siria ha entrado en la etapa final y Damasco forja una alianza poderosa con Rusia.
La declaración de los Altos de Golán como parte del territorio israelí muestra el apoyo de Estados Unidos al primer ministro Benjamín Netanyahu justo antes de las elecciones parlamentarias en ese país. Sin embargo, esta decisión solo profundiza más el conflicto entre el mundo árabe e Israel y la participación directa de Washington en ese enfrentamiento podrá crear consecuencias peligrosas en el Medio Oriente y debilita las oportunidades de paz a largo plazo en la región.