(VOVworld) – Un mes después de su renuncia, Alexis Tsipras fue reelecto primer ministro de Grecia, tras ganar las elecciones anticipadas, efectuadas el pasado 20 de septiembre. La victoria aplastante de Tsipras le llevó de nuevo al puesto de jefe de gobierno en una posición completamente nueva. Sin embargo, lo que preocupa a la opinión pública es cómo hará su gobierno para superar los mismos retos, que consisten en recuperar la economía en grave recesión, enfrentar la ola migratoria y sobre todo consolidar la confianza del pueblo.

Al conseguir el 35,5% de los sufragios, el Partido Syriza de Alexis Tsipras obtendrá 145 de los 300 escaños que tiene el Parlamento griego. Según indicaron los resultados de estos comicios, la mayoría de los ciudadanos que apoyan la permanencia de Grecia en la euro zona tienen muchas expectativas en las decisiones que tomará el primer ministro reelecto.

Una jugada inteligente

Hace un mes, Alexis Tsipras presentó su renuncia repentina, abriendo el camino a las elecciones anticipadas en el país heleno. Esta jugada, calificada de inteligente, le permitiría regresar al poder en una posición mucho más fuerte para evitar el rechazo de los con criterios opuestos en el seno de Syriza.

Al retomar el poder este partido izquierdista, su presidente Alexis Tsipras podrá componer el nuevo personal sin la necesidad de una aprobación en el congreso partidista, lo que le proporcionará una buena oportunidad para que pueda excluir a los elementos de extremo izquierda que suelen oponerse a sus políticas y decisiones. Por otro lado, con la celebración anticipada de las elecciones generales, estos no tenían suficiente tiempo para fundar sus propios partidos y preparar su carrera al Parlamento. Además, si los comicios se hubieran efectuado después de septiembre, es posible que Tsipras no pudiera conseguir el alto apoyo del 60% que tiene ahora, mientras se acerca el plazo de la implementación de las nuevas medidas de austeridad, como el aumento de impuestos y el recorte de prestaciones sociales, en el venidero mes de octubre.

Sombrías perspectivas económicas

Según estiman expertos, después de estos comicios, el ejecutivo griego deberá ejecutar el tercer rescate económico, para evitar la recaída en la insolvencia. En realidad, la economía griega no ha visto mejoramiento alguno, con un pésimo control de flujos de capitales, la decadencia de la industria y una alarmante tasa de desempleo de 25%.

A partir de 2010, los diferentes gobiernos de Grecia han sido incapaces de frenar el hundimiento del barco de la economía nacional hasta el fondo de la crisis, debido a un alto paro, el aumento vertiginoso de las deudas extranjeras y la inestabilidad social cada vez más marcada. Durante los 7 meses en el poder tras su triunfo electoral el 25 de enero pasado con un porcentaje de apoyo del 59%, el anterior gobierno de Alexis Tsipras enfrentaba duras críticas. Las fuerzas ultra izquierdistas y ultra derechistas censuraron su incapacidad para manejar el país y sus concesiones ante los acreedores.

Desafíos por delante

Obviamente en este preciso momento, Atenas necesita de un nuevo gobierno suficientemente poderoso para poder llevar al país a superar un cúmulo muy grande de dificultades y retos. El primer ministro reelecto y su equipo deben aplicar las reformas apremiantes, para salvar la economía estancada del país y buscar la manera de pagar las deudas a sus acreedores, y a la vez tranquilizar a la población, disconforme ante las duras medidas de austeridad, lo que podrá significar otro período de inestabilidad política. La participación electoral de solo el 54%, el nivel más bajo en los últimos 7 decenios en Grecia, refleja en parte la decepción y el hastío de los votantes. No quieren continuar con las rígidas reformas, pero no tienen otro remedio que seguir la política del primer ministro de 41 años de edad, que acepta los acuerdos desfavorables con los acreedores para el rescate.

En lo inmediato, hasta finales de 2015, Grecia deberá continuar con sus reformas, el requerimiento obligatorio para el recibimiento de la tercera asistencia financiera de 97 mil millones de dólares. Para eso, hace falta que Grecia estabilice su situación política y económica. Pero será un camino difícil para el nuevo gobierno sacar al país de la crisis, como reconoció Alexis Tsipras tras su segundo triunfo electoral.