(VOVWORLD) - La Victoria del 30 de abril de 1975 marcó un capítulo glorioso en la historia de Vietnam, culminando exitosamente su resistencia frente a las tropas invasoras extranjeras que se prolongó por tres décadas. La opinión pública internacional consideró este acontecimiento un gran viraje en la historia del país indochino, el cual también tuvo una profunda influencia en las relaciones políticas en la región y el mundo. A 43 años de aquel triunfo, Vietnam sigue avanzando con pasos firmes en su camino de construcción y desarrollo, con una posición cada vez más elevada en el plano internacional.
El tanque con el número 390 de las fuerzas liberadoras derribó la puerta del Palacio de la Independencia, sede del gobierno títere (Foto:gtvt.vn)
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A las 11 y media del 30 de abril de 1975, la bandera del Ejército de Liberación flotaba en el techo del Palacio de la Independencia, el último bastión del régimen títere saigonés. Todo el gabinete del presidente Duong Van Minh fue capturado y se rindió incondicionalmente. Desde entonces, Vietnam se ha convertido en una nación independiente y unificada territorialmente.
Esos hechos reflejaron la valentía y dignidad de una nación al no arrodillarse ante las fuerzas extranjeras y tuvieron un significado trascendental no solamente para el pueblo vietnamita, sino también para la comunidad mundial.
Una motivación para los pueblos amantes de la paz
Numerosas agencias de noticias extranjeras fundamentaron que el triunfo del 30 de abril tuvo “una gran repercusión regional y mundial” y puso fin a un período en el que las grandes potencias utilizaron su poder militar para reprimir el nacionalismo. Estimaron que esta, sin duda, era la victoria más completa que una nación podía alcanzar frente a un poderoso imperio.
Para el mundo, el éxito de Vietnam rompió la mayor ofensiva militar de Estados Unidos contra las fuerzas revolucionarias desde la Segunda Guerra Mundial, quebró el mito de la invencibilidad del imperio norteamericano en el Sudeste Asiático, y brindó confianza y regocijo a cientos de millones de personas amantes de la paz en su lucha por los valores de la independencia, la democracia y el socialismo.
Una de ellas, Merle Ratner, miembro del Comité Ejecutivo de la Campaña de Asistencia y Responsabilidad para las víctimas vietnamitas del agente naranja/dioxina, dijo que durante los años de aquella cruenta guerra siempre creyó que el pueblo vietnamita vencería porque un pueblo unido en la lucha por la justicia solo merece ese destino.
Por su parte, Ilia Yakimenko, un experto ruso en la cultura oriental que trabajó con estudiantes vietnamitas en la ciudad de Irkutsk, recordó que “los soviéticos en aquel momento se levantaban y gritaban al ser informados sobre la victoria del 30 de abril. A través de mítines a favor de la paz en Vietnam transmitidos por la televisión, así como las pancartas que colgaban en todas partes, de alguna manera el país indochino estaba completamente en nuestros corazones”.
Compartiendo su punto de vista sobre la victoria del pueblo vietnamita, el presidente del Parlamento cubano, Esteban Lazo Hernández, dijo lo siguiente en ocasión de su visita a Vietnam el año pasado: “ Quiero en nombre del pueblo de Cuba expresar caluroso saludo al querido pueblo de Vietnam, protagonista de hazañas extraordinarias y al pueblo que derrotó al agresor extranjero en el campo de batalla a pesar de su posibilidad económica y militar. Vietnam demostró que nadie ni nada escapa de vencer a quienes luchan con convicción por una causa justa y están dispuestos a dar la vida con sangre heroica e inteligencia increíble.”.
Ciudad Ho Chi Minh después de 43 años de la liberación del sur y la reunificación nacional
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Elogiables frutos en tiempos de paz
El pueblo vietnamita es respetado no solo por las gloriosas victorias del 30 de abril de 1975, sino también por sus esfuerzos incesantes en la construcción y el desarrollo de la nación en los tiempos de la postguerra. Los logros alcanzados en estas más de 4 décadas sientan las bases y premisas para que la nación asiática continúe renovándose y promoviendo más fuerte e integralmente la causa de la innovación y la integración del país. Rahayu Saraswati, una diputada indonesia, estimó lo siguiente: “Creo que Vietnam ha hecho maravillosas cosas. Al llegar aquí fui testigo de un impresionante desarrollo, especialmente el sector económico con un creciente flujo de inversiones. Gracias a un entorno de negocios cada vez más abierto, Vietnam se abre numerosas oportunidades de desarrollo”.
A su vez, el director nacional del Banco Mundial en Vietnam, Ousmane Dione dijo: “Felicito al Gobierno de Vietnam por sus importantes logros en los últimos años, marcados por el ritmo de crecimiento económico, la baja inflación, los estables tipos de cambio y la elevada pposición nacional. Además, ha cosechado algunos frutos en la reforma administrativa, de la banca e inversión pública, así como el control de las deudas incobrables”.
Orgullosos de los notables resultados cosechados durante las más de cuatro décadas posteriores a la victoria del 30 de abril de 1975, los vietnamitas están determinados a promover el espíritu de aquel triunfo, tomándolo como una motivación para superar todos los obstáculos y construir un país cada vez más próspero y poderoso.