(VOVworld) – Después de 8 meses de ponerse en marcha, con la intermediación de Estados Unidos, la iniciativa de paz en el Oriente Medio, promovida por el secretario de Estado, John Kerry, retrasó su meta de alcanzar este 29 de abril un acuerdo marco, para resolver las cuestiones más delicadas, como la frontera, los asentamientos, el estatuto de Jerusalén y los refugiados. Las represalias tanto políticas como económicas de Israel y Palestina hacen perder esta oportunidad para la paz en la zona.

El hecho de que el presidente Barack Obama reconoció a fines de la semana pasada que la suspensión de los diálogos entre Israel y Palestina es necesaria, demuestra el estancamiento del proceso de paz en el Oriente Medio. La falta de buena voluntad de los dirigentes palestinos e israelíes en la negociación de los temas claves, es la causa principal de este fracaso, explicó el jefe de la Casa Blanca.

Represalias en lugar de concesiones mutuas

Una de las causas más recientes que impulsaron a Israel suspender las negociaciones de paz, radica en el acuerdo de reconciliación entre la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y el movimiento islamista Hamas, para encaminarse a fundar un gobierno de unidad. Israel lo consideró un pacto incomprensible, que perjudica los esfuerzos por la paz. Esta reacción de Israel es coherente con su postura persistente hacia Hamas, una de las organizaciones terroristas según Tel Aviv. Mientras tanto, Hamas muestra siempre su rechazo al Estado judío, la propuesta de poner fin a actos violentos contra Israel y los acuerdos firmados entre los dos países. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró que nunca negociará con un gobierno palestino apoyado por una organización que considera terrorista. Además de decidir la cancelación de las negociaciones de paz, Israel anunció la imposición de sanciones económicas contra la administración palestina.

El expresado descontento de Benjamín Netanyahu, Barack Obama y Mahmoud Abbas

En respuesta, el Consejo central de OLP decidió reforzar la posición internacional de Palestina adscribiéndose a 63 agencias y convenciones de Naciones Unidas. OLP también demandó al Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la ONU condenar la construcción de asentamientos de colonos israelíes en los territorios palestinos ocupados y los ataques israelíes contra la comunidad palestina en Jerusalén, en actos que dañan gravemente iglesias cristianas y mezquitas en la zona. La dirección de OLP también llamó a los países miembros de la ONU a boicotear las compañías y organizaciones defensoras de la ocupación por Israel de Palestina. En una acción más enérgica, el Consejo central de OLP, integrado por 120 miembros, refutó la exigencia del premier israelí del reconocimiento de Israel como un Estado judío.

Perjuicios para todos

Según observadores, el estancamiento del proceso de paz en el Oriente Medio perjudica a todas las partes involucradas. Si Estados Unidos rechaza continuar sus empeños en impulsar los diálogos pacíficos, lo cual es una gran posibilidad en los próximos tiempos, los mismos israelíes y palestinos deben resolver sus conflictos sin ninguna mediación. Para Palestina, serán muy graves los impactos en su economía y seguridad, pues además de las sanciones económicas impuestas por Tel Aviv, los palestinos enfrentarán la posible reducción de las asistencias norteamericanas. A su vez, Israel se verá más aislado internacionalmente. En realidad, han aumentado los llamados al boicot, incluso de parte de la Unión Europea, contra el comercio israelí en sus colonias. El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, advirtió de daños a Israel de rechazar su gobierno negociar un acuerdo de paz sostenible con el gobierno palestino.

El dilema del proceso de paz en el Oriente Medio es obvio, pese a la declaración tranquilizadora de Estados Unidos de que solo se trata de una suspensión para que Israel y Palestina revisen las posibilidades de tomar las decisiones siguientes. La concesión mutua de las partes en una fecha cercana es algo imposible, aunque los dirigentes palestinos e israelíes reafirmaron su voluntad de prolongar las negociaciones. Esto significa que Israel y Palestina desaprovecharon una vez más una escasa oportunidad para establecer la paz en la región.