(VOVWORLD) - Durante la lucha por la liberación nacional, el gran deseo del presidente Ho Chi Minh era un Vietnam completamente independiente y cuyos hijos fueran libres y gozaran de felicidad. Por eso su testamento está lleno de humanismo y de amor hacia la libertad y los seres humanos.
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El pensamiento humanista del líder revolucionario vietnamita, plasmado en su testamento, constituye un acercamiento a las masas populares. Él dedicó toda su vida a la independencia de la nación con la esperanza de que fuera completamente independiente, con sus ciudadanos viviendo en paz y libertad, y con acceso a la salud, la alimentación, la educación, unas vestimentas decentes y otros bienes y servicios indispensables.
Atender a beneficios del pueblo
Un punto destacado en el testamento del presidente Ho Chi Minh residía en la idea de que “el pueblo es la raíz”. En este sentido, urgió a las generaciones de revolucionarios a prestar mayor atención a los trabajos relativos a los seres humanos y tomar medidas destinadas a atenderlos. Al respecto, el profesor y doctor Mach Quang Thang, de la Academia Política Nacional Ho Chi Minh, destacó:“Los derechos humanos son el derecho a la vida, a la libertad y a buscar la felicidad. El tío Ho aplicaba de forma flexible estos valores humanistas en la causa de liberación nacional de Vietnam. Deseó que sus compatriotas vivieran en paz y disfrutaran de libertad y felicidad. Esos pensamientos quedaron reflejados en su testamento”.
Con un corazón lleno de amor, el presidente Ho Chi Minh siempre dedicó una atención especial a los trabajadores, los agricultores y los grupos poblacionales más humildes de la sociedad.
Solidario con sus penurias, sugirió “Eximir el impuesto agrícola a los campesinos durante un año para aumentar su entusiasmo y promover la producción, en contribución a la causa de la lucha por la liberación, la independencia y la libertad de la Patria”. En el legado, también dijo: “Debe haber una política especial para todas las personas que se sacrificaron por la Patria”. Según él, era algo que debía hacerse aun en medio de las dificultades propias de los tiempos de guerra. Chu Duc Tinh, ex director del Museo Ho Chi Minh, comentó: “En su documento, el presidente Ho Chi Minh recordó que el Partido debía atender a las personas con méritos revolucionarios. También estaba muy interesado en los agricultores, por lo que propuso que se les ofreciera una exención de impuestos por un año. Hasta ahora, nuestro Partido ha realizado de forma excepcional esta política”.
Constantemente cuidar la vida de las personas
Con el deseo de construir una sociedad próspera y de felicidad compartida para todos, el presidente Ho Chi Minh exhortó al Partido Comunista a concebir planes de desarrollo económico y cultural para mejorar constantemente el nivel de vida de la población. Esta ideología ha mantenido intacto su valor en la actual renovación nacional y se ha convertido en una brújula que orienta las políticas del Partido y el Estado. El profesor ajunto y doctor Nguyen Trong Phúc, ex director del Instituto de la Historia del Partido, valoró:
“En aras de cumplir cabalmente el legado del tío Ho, el Partido Comunista de Vietnam ha impulsado la promulgación de políticas a favor de la ciudadanía, mejorando el nivel de vida material y espiritual de la población. En especial, pone en el centro de las metas al factor humano, la fuerza impulsora y el creador de las riquezas. A mi juicio, se debe prestar atención a los beneficios de los pobladores y al mismo tiempo promover el factor humano en la empresa del desarrollo nacional”.
Además de sus inapreciables valores históricos y políticos, el testamento de Ho Chi Minh es portador del cariño infinito del héroe nacional hacia sus compatriotas, compañeros y amigos internacionales. Durante las últimas cinco décadas, este tesoro ha sido siempre la guía práctica del Partido Comunista de Vietnam en el camino de hacer próspero al pueblo, fuerte al país, justa y civilizada a la sociedad.