(VOVworld) – En los últimos días, varias ciudades importantes y estratégicas de Iraq y Siria han caído bajo control del autodenominado Estado Islámico (EI), desafiando las operaciones aéreas llevadas a cabo durante meses por la coalición de Estados Unidos, Unión Europea y países árabes. Esta situación exige a Estados Unidos y Occidente en general revisar y cambiar la estrategia contra este grupo extremista.

En solo 5 días, el Estado Islámico tomó dos importantes ciudades, Ramadi de Iraq, y Palmira de Siria. Con el control de Ramadi, de la mayor provincia iraquí, Anbar, las fuerzas yihadistas están más cerca que nunca de Bagdad, la capital iraquí. Mientras en Siria, no solamente tomaron Palmira, la histórica ciudad de 2 mil años de existencia, más de la mitad del territorio nacional quedó en poder de este grupo terrorista, incluidas zonas abundantes en recursos petrolíferos. Estos fracasos consecutivos han arrojado un cubo de agua fría a la coalición liderada por Estados Unidos, cuya estrategia choca con críticas enérgicas.

¿Está fallando la coalición?

Frente a estos nuevos sucesos, expertos militares y diputados estadounidenses reprochan la estrategia anti yihadista del presidente Barack Obama, apuntando la falta de coordinación entre las partes. Antes de los ataques de EI para adueñarse de las ciudades estratégicas en Iraq y Siria, los gobiernos de Washington, Londres y de países árabes presentaron informes muy optimistas sobre el “debilitamiento” y retroceso de los extremistas en este frente, debido según ellos, a la carencia de recursos financieros y armas. Sin embargo, la realidad ha mostrado lo contrario. Inclusive, EI aumenta sus acciones militares en otros países como Arabia Saudita y Yemen.

Washington debió reconocer que la coalición contra EI enfrenta “un revés táctico” aunque descartó el triunfo de este grupo. El presidente Barack Obama, afirmó que Estados Unidos no perderá en los combates contra EI y ha llegado el momento de reajustar la estrategia relacionada. El ex secretario norteamericano de Defensa, Robert Gates, también aseveró que el suministro de un nuevo sistema antitanque al ejército iraquí es solo una acción temporal, mientras que los temas políticos y militares a largo plazo no han sido resueltos. Sin embargo, no han detallado cómo cambiaría la estrategia.

EI, más adaptado a la guerra, amplia zona de ocupación

Hasta ahora, se plantea la gran pregunta de por qué EI extiende cada vez más sus áreas de ocupación. Además, se hace cada día más cruel con sus rehenes, decapitando o quemándolos vivos. Según expertos, EI ha buscado cómo adaptarse para enfrentar los bombardeos de la alianza y lo ha alcanzado. Sus guerreros tienen ciertas ventajas sobre las fuerzas de infantería de los países que atacan, gracias a sus experiencias militares y su adiestramiento. Antes de 2007, EI apareció en menor dimensión, y su accionar radicaba principalmente en crear y lanzar dispositivos explosivos contra las fuerzas gubernamentales. Sin embargo, en los últimos 3 años, actúan con un nivel más alto enfocado en estrategia y táctica. Su método combativo también ha cambiado, del despliegue de grandes fuerzas con armas de gran calibre, a la guerrilla con grupos de soldados vestidos como civiles, portando armas ligeras, que se desplazan en la  noche y se mezclan entre los pobladores locales. El modelo de EI ahora es el descentralizado, y sus líderes regionales gozan de mayores autoridades. Gracias a estos cambios, parece que el Estado Islámico crece más. Además, los pozos de petróleo que tomó en el este de Siria a finales de 2012 le han aportado muchos ingresos, a los cuales se añaden fuentes del tráfico ilegal de antigüedades que saquearon en los lugares ocupados.

Hace falta una estrategia integral

La nueva coyuntura requiere urgentemente de una estrategia integral y duradera contra EI. Actualmente, tanto Estados Unidos como la Organización del Tratado del Atlántico  Norte (OTAN) se resisten a enviar sus tropas, y se concentran en el entrenamiento de las fuerzas militares de los países en la región. Washington proyecta combinar el reentrenamiento y reforzamiento del ejército iraquí con los bombardeos contra las posiciones de EI, sin recurrir al cuerpo de tierra. La toma de Ramadi ha puesto en claro los puntos vulnerables del ejército iraquí, debilitado por la corrupción, el nepotismo, y sobre todo, la capacidad insuficiente del gobierno de Bagdad.

EI Estado Islámico permanece firme aún tras más de 4 mil ataques aéreos de la coalición contra sus enclaves durante estos 9 meses en Iraq y Siria. ¿Se necesitarían más bombardeos? ¿O se deberían realizar ataques en tierra? Estas cuestiones esperan respuestas cabales en la próxima reunión de la alianza antiyihadista, prevista a celebrarse el 2 de junio venidero en París, Francia.