(VOVworld) – Las últimas negociaciones entre Palestina e Israel se efectuaron el 6 de abril, con la mediación de Estados Unidos concluyeron sin ningún resultado positivo. El segundo fracaso en una semana del proceso de paz, y una serie de acciones de ambas partes que aumentan las tensiones los alejan cada vez más de la meta de lograr un acuerdo marco el 29 de abril. Una vez más, el proceso de paz en el Oriente Medio se encuentra ante el riesgo de retornar al punto de partida.
El encuentro tripartito del 6 de abril duró solamente unas horas, con la presencia de la ministra de Justicia de Israel, Tzipi Livni, el enviado especial del primer ministro israelí, Isaac Molcho, el jefe de la delegación negociadora de Palestina, Saeb Erekat, el director del órgano de inteligencia de Palestina, Majd Freij, y el enviado especial de Estados Unidos para Oriente Medio, Martin Indyk.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry,
y el primer ministro Benjamin Netanyahu
Los diálogos de paz entre Israel y Palestina fueron reanudados en julio pasado con el objetivo de alcanzar un acuerdo marco a más tardar el próximo 29 de abril. Sin embargo, las últimas tensiones entre las dos partes condujeron este proceso a un inminente colapso.
Profundas discordias
Al contrario de lo esperado, las negociaciones se cerraron con críticas mutuas y valoraciones pesimistas. “La crisis sigue”, dijo una autoridad palestina bajo condición de anonimato. En la cita, Israel amenazó con mantener las relaciones con Palestina como en tiempo previo a la apertura de las negociaciones de paz hace 9 meses. Por su parte, Palestina advirtió que el proceso de paz está al borde del abismo. Esto es también lo experimentado en las conversaciones efectuadas una semana antes.
La causa de este estancamiento procede de la exigencia de Tel Aviv de que cumpliría la última fase de liberación de 26 prisioneros palestinos el 19 de marzo, si Palestina acepta prorrogar las negociaciones después del 29 de abril. Israel sabe muy bien que esta condición es absurda, porque esa fecha fue determinada por las dos partes y su mediador, Estados Unidos, desde el mes de julio de 2013. Por otro lado, Tel Aviv declaró que construirá otras 700 viviendas en el barrio de colonos de Gilo, situado en el sur de Jerusalén. Este programa es como la gota que colma el vaso. Para responder, Palestina presentó oficialmente su solicitud de integración a 15 convenciones y convenios internacionales, en calidad de Estado Independiente.
El canciller israelí, Avigador Lieberman, acusa a Palestina
de violar los acuerdos sellados
De inmediato, Israel acusó a Palestina de violar los acuerdos sellados al solicitar unilateralmente su incorporación a varias agencias de Naciones Unidas. En una reunión semanal de gabinete, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, amenazó con represalia contra Palestina. La Comisión de Planificación y Construcción de Jerusalén ratificó a su vez el polémico proyecto de construcción de un museo y un centro turístico en Silwan, un territorio palestino en el Este de Jerusalén. Además, Israel suspendió los contactos de alto nivel con Palestina y empezó a limitar la transferencia de equipos de comunicación a Gaza.
Los desacuerdos se agudizan cuando Palestina también presentó a Israel una larga lista de condiciones previas para reanudar los diálogos de paz, reafirmando su demanda de reconocimiento de un Estado palestino independiente con líneas fronterizas determinadas antes de 1967 y el Este de Jerusalén como capital, así como la puesta en libertad de unos mil 200 presos palestinos, la suspensión de la construcción de asentamientos en la Franja de Gaza y Cisjordania y el desbloqueo de Gaza. El jefe negociador de Palestina, Saeb Erekat dijo que su país podría denunciar a Israel en un tribunal internacional por crímenes de guerra, si deja que aumenten las tensiones.
El jefe negociador de Palestina, Saeb Erekat, dice que su país piensa en
condenar a Israel en un tribunal internacional por sus crímenes de guerra
Pesimismo impera en las negociaciones sobre una solución de paz
Ante esta sombría situación, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, advirtió que Estados Unidos tiene límites de tiempo y esfuerzos dedicados al proceso de paz, y llamó a la calma tanto a Palestina como a Israel. El jefe de la diplomacia norteamericana también manifestó su descontento con la cancelación de una visita planeada previamente a Jerusalén y Ramallah. Sin embargo, hasta ahora, este mediador no ha hecho ninguna propuesta viable para salvar las negociaciones de paz en el Oriente Medio, salvo fuertes declaraciones.
Un colapso se proyecta evidente, y si esto ocurriera, el proceso de la paz entre Palestina e Israel retornará al inicio, lo que significa que los conflictos de 66 años entre las dos partes seguirán sin solución.