Bandera española junto a la europea, en la base de Rota. (Reuters)

Esta es la quinta vez que España asume la presidencia temporal de manera semestral en la UE, tras el último mandato en 2010, pero en un contexto geopolítico distinto. Además, los resultados impredecibles de las próximas elecciones anticipadas en el país ibérico, que se celebrarán en julio, impactarán más o menos en su propio escenario político y la agenda europea.

Prioridades principales

En el primer día de su mandato al frente del bloque europeo, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, viajó a Kiev a reunirse con su par ucraniano Volodímir Zelensky, para reiterar el compromiso de Bruselas de seguir apoyando al país eslavo que ha recibido una ayuda de más de 38 mil millones de euros de la UE desde que se desató el conflicto militar con Rusia hace más de un año. El 2 de julio, en el encuentro en Madrid con Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, Sánchez dialogó sobre las prioridades principales del presidente de turno de la UE, que consisten en la reindustrialización bajo un modelo de autonomía estratégica, la transición medioambiental y ecológica, la igualdad social y económica para la estabilidad de la región, y la unidad europea.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez conversa con Charles Michel, presidente del Consejo Europeo. (Foto: Teller Report)

De acuerdo con Sánchez, se desplegarán planes para atraer nuevas empresas y socios comerciales a la UE, impulsar el desarrollo de industrias y tecnologías estratégicas en el Viejo Continente, para lo cual considera que será clave la cumbre de Bruselas entre Europa y América Latina, a celebrarse el 17 y el 18 del corriente mes. Mediante este programa, España espera reducir la dependencia de la UE de la fuente de materias primas de terceros, a fin de garantizar que el proceso de liderar la transformación digital y la transición ecológica del bloque no se interrumpa.

En el contexto de crecientes tensiones e inestabilidad geopolíticas, el presidente rotativo de la UE identificó la unidad y la integración dentro del bloque como una prioridad máxima. En este sentido, buscará perfeccionar la unión bancaria y la unión de los mercados de capitales, así como fortalecer y mejorar las herramientas comunes, como el paquete de recuperación económica de la UE para apoyar a los Estados miembros después de la pandemia de covid-19, e igualmente promover la cooperación para resolver el problema de los inmigrantes, en el contexto de un número cada vez mayor de personas que mueren cuando intentan llegar a Europa.

Grandes desafíos

Después de la última vez que España asumió la presidencia del Consejo de la UE en 2010, la inestabilidad política interna, y los problemas existentes en Europa en una convulsa situación geopolítica, plantean muchos desafíos para el mandato semestral de Madrid.

En lo inmediato, España deberá enfrentarse a unas elecciones anticipadas que se llevarán a cabo el 23 de julio.  Después del fracaso del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en las votaciones del pasado 28 de mayo frente al opositor Partido Popular (PP), el presidente del Gobierno Pedro Sánchez tuvo que disolver el Parlamento y convocar a elecciones anticipadas. Basándose en los resultados de los últimos sondeos, no se descarta la posibilidad de que el gobierno de coalición izquierdista de Sánchez sea sustituido por uno conservador, o incluso, por una alianza con la derecha. De acuerdo con analistas, cualquier cambio político en España puede influir en la agenda europea.

Otro desafío para España en su puesto de presidente de la UE tiene que ver con la migración, que siempre es un tema espinoso y controversial. En la Cumbre de la UE efectuada el 29 y 30 de junio en Bruselas (Bélgica), Hungría y Polonia se opusieron categóricamente a la propuesta sobre un pago de hasta 20 mil euros por refugiado a los países que rechacen acogerlos. El desacuerdo en torno a la contribución a la cesta financiera común en las negociaciones europeas sobre un reglamento de asilo demuestra que es difícil que los Veintisiete logren consensos en el tema migratorio.

Mientras tanto, la UE sigue enfrentando grandes dificultades vinculadas al suministro de energía tras la operación militar especial promovida desde febrero de 2022 en Ucrania por Rusia, que hasta entonces fue su proveedor principal. El alza del precio del petróleo y gas conduce al aumento de la tasa de inflación en varios países miembros de la UE y obliga a las mayores economías del bloque a reducir la producción industrial.

¿Cómo resolverá la UE las crisis energética y migratoria y consolidará su unidad? ¿España podría superar los desafíos para cumplir su agenda durante su presidencia europea? Son preguntas nada fáciles de responder, en medio de la compleja geopolítica en el Viejo Continente y los desarrollos impredecibles en el escenario político de España.