(VOVworld) - El vicepresidente chino, Xi Jinping, realiza una visita de 5 días a EEUU. Además de impulsar la cooperación económica bilateral, este viaje ayudará a ambas partes a consolidar la confianza y la conciencia entre sus dirigentes, así como a suavizar las discrepancias entre estas dos grandes potencias del mundo.

La visita de Xi Jinping a Washington no sólo responde a la invitación de su par anfitrión, Joe Biden, propuesta a fines del año anterior, sino también reviste varios significados. Hace justo 40 años, el ex presidente estadounidense Richard Nixon viajó por sorpresa Beijín para emitir el comunicado de Shanghai, abriendo oficialmente un canal de diálogos y asentando una base para el desarrollo de las relaciones bilaterales. El actual viaje de Jinping, fuerte candidato a tomar las riendas del Gigante Asiático, contribuye a fomentar los lazos bilaterales, especialmente tras sus recientes discrepancias, desde la declaración norteamericana sobre la Era del Pacífico, hasta la divergencia respecto a Siria, Irán y la República democrática Popular de Corea. Su última discordia se debió al desequilibrio comercial bilateral y la arbitraria tasa de cambio del yuan (moneda china). En momentos en que ambas naciones vivirán este año un eventual traspaso de poderes mediante importantes comicios, la visita por la parte china propiciará intensificar la comprensión mutua.

La presente visita del vicepresidente chino a EEUU crea una premisa al desarrollo
de las relaciones entre ambas naciones en lo adelante

EEUU saludó al dirigente visitante mediante 19 disparos de salva, honor nunca concedido a un vicejefe de Estado. Esto demostró la alta valoración de Washington de la visita del vicemandatario chino y su consideración de afianzar las relaciones bilaterales, según observadores. Sin embargo, además de los saludos cordiales y las declaraciones destinadas a mantener los vínculos con China, EEUU mencionó los desacuerdos entre ambas naciones. Al entrevistarse con el vicepresidente chino, el mandatario Barack Obama apuntó que el crecimiento fuerte de China en las últimas 2 décadas demanda acciones “responsables”. Obama señaló la necesidad de mantener el equilibrio comercial bilateral entre ambos países y respecto al resto del mundo. El vicepresidente norteamericano, Joe Biden, afirmó que la cooperación entre China y EEUU sólo traerá beneficios recíprocos si ambas naciones crean una competitividad equitativa. Los vínculos bilaterales constituyen una prioridad de Washington por formar parte de sus asuntos políticos internos. Los candidatos republicanos a la presidencia aún acusan a Obama de no emprender acciones sólidas para enfrentar la tasa de cambio de China. Washington instó en repetidas ocasiones a Beijín a reducir el déficit comercial entre los dos países, el cual llega a 295 mil millones de dólares. Según Washington, Beijín fija el precio del yuan inferior en relación con el dólar para poner a Washington en una situación desventajosa con otras políticas. Los dirigentes estadounidenses expresaron su decepción cuando China vetó el anteproyecto de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria y no apoyó a la imposición del estancamiento contra Irán.

Por su parte, el vicepresidente chino Xi Jinping mostró su preocupación por las recientes orientaciones estadounidenses. El mes anterior, Obama publicó la nueva estrategia militar, concentrándose en intensificar su presencia en Asia-Pacífico en momentos en que existen numerosas discrepancias en esta región. A Beijín le preocupa el retorno de Washington a Asia y la ampliación de su cooperación militar con Filipinas y Australia. En un reciente discurso, el vicecanciller chino, Cui Tiankai, advirtió sobre la pérdida de confianza entre ambas naciones, y exhortó a resolver este problema. Durante la permanencia del vicepresidente chino en EEUU, el diario oficial del Partido Comunista chino aseguró en un editorial que Beijín debe priorizar ante todo sus intereses. EEUU y Europa son socios importantes de China, pero Beijín no puede perder sus beneficios para satisfacer la demanda de Occidente. Por ende, en esta visita, el vicemandatario chino defenderá la postura de su país. Abogó por construir las relaciones de cooperación con Washington sobre la base de respeto mutuo y por los intereses comunes. El objetivo del viaje radica en ejecutar el acuerdo firmado por ambas partes en la visita anterior del presidente chino Hu Jintao a EEUU, así como robustecer las relaciones bilaterales.

Analistas evaluaron que resulta difícil lograr transformaciones fuertes para solventar las discrepancias entre los dos países tras la visita de Hu Jintao. El viaje del vicemandatario Xi Jinping parece un tanteo, por eso, no se puede esperar una declaración o un resultado importante. Ambas naciones sólo logran la voz común en base de sus esfuerzos. No obstante, la opinión pública puede esperar que la actual visita será el primer ladrillo para asentar una base sólida en el cambio de colaboración entre China y EEUU en el futuro./.