(VOVworld) - La reunión entre los líderes de Rusia y China en el marco de la XXII Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia –Pacifico (APEC) 2014, celebrada en Beijing, ha suscitado la atención de la opinión pública internacional. Se trata de su décima reunión en dos años, algo muy significativo en relaciones exteriores. Una serie de acuerdos sellados demuestra que ambos están decididos a establecer una relación especial entre una potencia asiática y otra europea.

En Diaoyutai, después de cordiales apretones de manos, los líderes de China y Rusia han sido testigos de la firma de 17 documentos de cooperación. Uno de ellos es la construcción de un oleoducto de gas ruso hacia China que abastecerá 38 mil millones de metros cúbicos al año, a través de la ruta occidental siberiana. Cuando se complete este proyecto, se espera que China se convierta en el mayor consumidor de crudo ruso del mundo, superando a Europa.

Las dos partes acordaron poner en práctica proyectos de inversión en la región de Arkhangelsk y copatrocinar la construcción de una central hidroeléctrica en el Lejano Oriente de Rusia. Además de otros tratados relacionados con el sector de finanzas, ferrocarriles de alta velocidad, tecnología informática y aeroespacial.

Vínculos de reciprocidad

Preocupaciones generales sobre la geopolítica y la hegemonía norteamericana ha acercado más a Rusia y China. La Crisis de Ucrania ha empujado a que las relaciones entre Rusia y Estados Unidos estén “al borde de una nueva Guerra Fría”, desde que se desintegró la Unión Soviética en 1991. Llama la atención que China parece tomar partido en la disputa y en fin de cuenta Moscú y Beijing tienen muchas coincidencias políticas y económicas. Estos dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas son aliados cercanos en una serie de temas candentes del mundo, como Siria, Irán y Corea del Norte.

Las relaciones de asociación y rivalidad entre China y Estados Unidos permiten a Rusia considerar a China como contrapeso para ayudarle a romper el aislamiento actual que busca Occidente con sus sanciones. Rusia necesita captar más inversión extranjera, especialmente de China, para buscar una salida para su economía.

Por otro lado, Beijing también necesita el apoyo de Moscú en la búsqueda de recursos, especialmente energéticos, para su crecimiento económico. Además, la escalada de disputas territoriales ha deteriorado sus lazos con varios países en la región. En sus ambiciones de una Gran China, sus propugnadores parecen ir en contra de todas las naciones del mundo. Todos estos factores influyen en que China genere una nueva alianza con Rusia, en beneficio mutuo.

Establecen relaciones entre potencias euroasiáticas

De hecho, los acuerdos suscritos en la recién concluida Cumbre del Foro de la APEC, se evalúan como una doble victoria para Rusia y China, en términos económicos y políticos. El presidente Vladimir Putin envío un mensaje claro que todo intento de aislar a Rusia es un error. Moscú seleccionará un camino sin dependencia de Occidente, para restaurar su posición. Y para China, el resultado es demasiado bueno, porque necesita fuentes de energía naturales para minimizar el daño causado por los gases de combustión de carbón que causa la contaminación ambiental en las grandes ciudades. Por otra parte, China también comprará el combustible en Asia por el mismo precio que el mercado europeo. Ésta es una novedad porque anteriormente, este continente asiático debía comprar el gas con un precio más caro que el de Europa. 

Derivado de una relación mutuamente beneficiosa basada en intereses estratégicos comunes, el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró en una reunión con su homólogo de China, Xi Jinping, que la relación bilateral es cardinal para la paz mundial, de conformidad con el derecho internacional. Entre tanto, el líder chino no dudó en afirmar que los vínculos han cosechado numerosos éxitos. Cabe destacar que pese al cambiante escenario internacional, Rusia y China continuarán sin cesar reforzando y fortaleciendo la cooperación integral. Ambas potencias están tratando de afirmar su influencia en las respectivas regiones de pertenencia.