(VOVworld) – No es extraño que el izquierdista Partido Syriza haya ganado en las elecciones anticipadas para el Parlamento griego celebradas el 25 de enero. Con este resultado el líder de esta formación, Alexis Tsipras se ha convertido en el nuevo primer ministro de Grecia, un hecho histórico desde el fin de la Segunda Guerra Mundial ya que por primera vez un partido de izquierda asume el poder en el país heleno. A diferencia de los griegos, los demás gobiernos de las naciones de la Unión Europea responden a este acontecimiento con precaución porque el Partido Syriza rechaza la política de austeridad financiera del bloque.

Los resultados electorales proclamados el 26 de enero por el Ministerio del Interior de Grecia confirmaron el triunfo arrollador del Partido Syriza, con el 36,37% de los votos obteniendo 149 de los 300 escaños que conforman la Asamblea Nacional. Entretanto, el Partido Demócrata Nueva Grecia (ND) del viceprimer ministro Antonis Samaras logró sólo 76 asientos. Por su parte, el Partido Amanecer Dorado y el centrista To Potami consiguieron 17 escaños mientras que el Partido Comunista ocupó el quinto lugar con 15 puestos.

Plataforma electoral conforme a la aspiración de volantes

La victoria del Partido Syriza no sacude la opinión pública porque las encuestas de intención de votos mostraron su ventaja predominante frente a los demás rivales. El quid de la cuestión radica en su plataforma electoral conforme a la aspiración de la mayoría de los griegos en rechazo a la política de austeridad, el fin al recorte de salario y gastos públicos, y a la corrupción, entre otros aspectos. Estos compromisos coinciden con el deseo de las masas que sufren por las demandas de los acreedores internacionales durante los últimos 5 años. En realidad, las políticas de austeridad aumentaron la tasa de desempleo hasta el 25%, empobreciendo a numerosas familias. De esta manera, parece que muchos electores se olvidan del paquete de rescate económico internacional y emiten votos a favor del Partido Syriza.

En su discurso de investidura el 26 de enero en Atenas, la capital, el nuevo primer ministro Alexis Tsipras reafirmó su compromiso de maximizar sus esfuerzos por los beneficios del país heleno. Con anterioridad, después de confirmar su triunfo, el Partido Syriza emitió declaraciones que preocuparon a la Unión Europea. Se trata del fin a la política de austeridad que aceptó el Gobierno griego durante los últimos 5 años impuesta por las instituciones financieras internacionales prestamistas. Además, se anunció que Atenas adelantará planes de reforma, inversión y recuperación de la economía nacional por cuenta propia. Esto significa el fin a los programas de cooperación de Grecia con el grupo de ministros de Finanzas de la eurozona.

Preocupación europea

Aunque enviaron mensajes de felicitación al dirigente del Partido Syriza, cuyas declaraciones contradicen los acuerdos firmados por el gobierno saliente con los acreedores, dirigentes de estados del bloque europeo reafirmaron el criterio de obligar a Grecia a cumplir la política de austeridad. La canciller de Alemania, Angela Merkel espera que el nuevo Gobierno griego satisfaga los requisitos de los prestamistas internacionales. Afirmó también la disposición de cooperar con la nueva administración de Atenas al mismo tiempo considerar cuidadosamente las políticas y planes, junto con el cumplimiento de los compromisos anteriores en lo adelante. Por su parte, el primer ministro de Finlandia, Alexander Stubb declaró que su país rechaza la condonación parcial de deudas que le debe Grecia pero apoya los debates para prorrogar el plazo de liquidación de Atenas.

Entretanto, el líder del Partido Syriza, Alexis Tsipras reitera que Grecia permanecerá en la Unión Europea pero pide el alivio de cargas de deuda y negociar de nuevo las condiciones del paquete de rescate económico de 240 mil millones de euros de la troika formada por el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo desde mediados de 2010. Si no logra este acuerdo, Grecia caerá en bancarrota y será excluida de la eurozona. Sin embargo, el abandono de la unidad monetaria significa desafíos tanto para el Partido Syriza como para el trío de acreedores que no cederán a un pedido de quita griega. De acuerdo con Benoit Coeure, miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo, se obliga a Atenas a liquidar todas las deudas cumpliendo la regla de juego de la eurozona. No existen espacios para acciones unilaterales, afirmó el funcionario.

En el mercado monetario, después de la información sobre el triunfo del Partido Syriza, el euro se depreció drásticamente a 1,1112 por dólar, el nivel récord registrado durante los últimos 11 años. El mercado del oro fue sacudido en la sesión del 26 de enero con el aumento del precio de este metal precioso al nivel máximo durante los últimos 5 meses por la inquietud de la inestabilidad europea.

Los resultados electorales de Grecia no influyen solamente en el ámbito económico, sino también en la esfera política en el viejo continente. Se preocupan por el efecto dominó que derive de la victoria del Partido Syriza. Su triunfo estimularía a otros países miembros de la Unión Europea a rechazar la política de austeridad, entre ellos, España donde el Partido Podemos logra ganar el apoyo de los electores a las protestas contra las opciones del Gobierno para superar la recesión económica. Luego de la victoria del Partido Syriza, el líder de Podemos, Pablo Iglesias declaró en un acto masivo en Valencia, España: “Syriza y Podemos venceremos”.

Aunque las masas griegas responden con alegría los resultados electorales, quedan por delante caminos espinosos para el Partido Syriza en el poder e incluso para la Unión Europea. Un escenario sobre el futuro de Grecia es todavía indeterminado. Ante vicisitudes impredecibles en el país heleno, cualquier actitud allí se convierte en foco de atención internacional.