(VOVworld) – Tras 12 horas de negociación intensa el 7 de marzo pasado, los dirigentes de los países miembros de la Unión Europea y Turquía no llegaron a un consenso sobre una solución factible a la crisis migratoria sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial que actualmente vive el viejo continente. En lugar de eso, las partes coincidieron en debatir otros 10 días antes de poder firmar un acuerdo concreto al respecto.
Según el plan previsto, los líderes de la Unión Europea y Turquía debían reunirse durante tres horas. Sin embargo la reunión se extendió a 12 y sin lograr resolver el quid de la cuestión. En la conferencia de prensa posterior, las partes informaron que debatirán más sobre el tema migratorio para rubricar un acuerdo detallado con vista a impedir el flujo de migrantes hacia Europa.
El primer ministro Davutoglu de Turquía sonriente entre líderes de la Union Europea
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Propuesta poco viable de Turquía
Tal como pronosticaron analistas antes de la apertura de la reunión, Turquía aprovechó al máximo la oportunidad para adelantar propuestas en su beneficio, pues las autoridades de la Unión Europea esperaban apoyarse en Ankara para buscar una salida a la crisis migratoria, porque la mayoría de los inmigrantes pasan por ese país para entrar en Europa. En esta cita cimera, Ankara pidió a la Unión Europea una financiación de otros 3 mil millones de euros para los próximos dos años de la suma igual prometida anteriormente por el bloque, además de aplicar el mecanismo de libre circulación Schengen para los ciudadanos turcos a partir de junio venidero en lugar de fines de año, así como acelerar las negociaciones acerca de su incorporación a la Unión Europea.
Parece difícil para los 28 responder a las demandas de Ankara. Entonces, en vez de tomar la decisión final, la Unión Europea solo pudo prometer brindar a Turquía una suma más elevada de lo comprometido en apoyo humanitario para los inmigrantes, la cual no podrá llegar a seis mil millones de euros, aseguró, añadiendo que se continuará negociando la cifra concreta. También afirmó que reanudará las conversaciones sobre la integración de Turquía a la Unión Europea. No obstante es obvio que las negociaciones al respecto no serán rápidas, sino que podrán durar años.
El consenso sobre el combate con el apoyo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra las redes de trata de personas con negocios ilícitos para llevar a los inmigrantes de Turquía a Grecia por vía del mar Egeo puede considerarse un escaso punto brillante de esta reunión.
Refugiados sirios en la zona fronteriza con Turquía
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Al cerrar la conferencia, no se tomó ninguna decisión para solucionar la crisis migratoria. Se puede ver una mayor necesidad de parte de la Unión Europea que de Turquía. Así pues, a pesar de que los resultados no satisfacen la esperanza de cada parte, la declaración emitida por la Unión Europa para celebrar la propuesta de Ankara demuestra la expectativa tan grande que ponía este bloque sobre un acuerdo con Turquía para frenar el flujo de inmigrantes, especialmente en el contexto de que la situación está poniendo en peligro la solidaridad entre los países integrantes del bloque europeo.
Por concretar un acuerdo al detalle
Está muy claro que se debe esperar a la próxima reunión periódica de los líderes de la Unión Europea, prevista a celebrarse el 17 y 18 de marzo, para saber si los 28 pueden apoyarse en Turquía en este tema. Sin embargo, se teme que la posible aceptación por parte de la Unión Europea de las condiciones de Ankara sea un precedente peligroso cuando los principios de democracia esenciales del bloque se convierten en “objeto de intercambio”. Preocupa que la Unión Europea pierda su prestigio si responden a ciegas a las exigencias de Ankara. Mientras, el responsable del Alto Comisionado de las Naciones Unidas sobre los Refugiados (ACNUR) para Europa, Vincent Cochelet, dijo que la expulsión colectiva de extranjeros está prohibida según la Convención de Derechos Humanos de Europa, y tampoco se corresponde con la legislación europea y el Derecho Internacional.
En cuanto a la membresía de la Unión Europea que está pidiendo Turquía, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, declaró que no se debe tomar como condición para el cumplimiento por parte de Ankara de su responsabilidad en el tema migratorio. Destacó además que el bloque europeo diferenciará las negociaciones sobre la incorporación de Turquía de las relativas a la actual crisis migratoria.
Sin embargo, parece que todos los esfuerzos de la Unión Europea para controlar sus fronteras resultarán nulos sin la ayuda de Turquía por su importante posición geográfica. Actualmente en el territorio turco se encuentran cerca de cuatro millones de refugiados sirios, y si el gobierno de Ankara flexibiliza un poco sus medidas de seguridad, esta gente buscará de todas formas entrar en Europa, lo cual se traducirá en una grave crisis humanitaria.
Se espera alcanzar un acuerdo final sobre el tema en la próxima conferencia cimera de la Unión Europea la semana que viene. ¿Habrá una solución satisfactoria para las dos partes? La respuesta seguirá siendo una incógnita y dependerá de las cláusulas detalladas presentadas por la Unión Europea y Turquía en la reunión dentro de 10 días.