(VOVWORLD) - Las relaciones entre Rusia y Occidente afrontan nuevas tensiones después de la expulsión de diplomáticos rusos por parte de varios gobiernos europeos y el de Estados Unidos. Ese suceso agranda las grietas que ya tenían los vínculos bilaterales debido a anteriores diferendos.
El pasado 26 de marzo, Estados Unidos, Canadá, Australia y varios miembros de la Unión Europea expulsaron a más de 110 diplomáticos rusos.
Tal decisión fue adoptada después de sacar el Reino Unido a 23 agentes rusos como respuesta al envenenamiento del ex espía Sergei Skripal, ocurrido el 4 del corriente mes en Londres.
Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin (i) y de Estados Unidos, Donald Trump (Foto: AFP/VNA)
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Occidente cierra filas junto al Reino Unido
El cierre del consulado ruso en la ciudad de Seattle y la expulsión de 60 agentes de esa sede y de la representación del país euroasiática en la ONU desdijo aún más la promesa del presidente Donald Trump de consolidar los lazos con Moscú.
Otras naciones, principalmente las que son miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), anunciaron medidas similares. La respuesta masiva de Occidente ante el caso del ex espía Skripal está considerada la crisis diplomática más grave con Rusia desde la Guerra Fría.
Las autoridades británicas aplaudieron la reacción de esos países, considerándola un alerta ante el hecho de que Moscú “ignorara la ley internacional”.
Por su parte, la Cancillería rusa calificó de “inconsciente” la adhesión de Occidente a la postura, puesto que no hay prueba alguna sobre su vinculación con el ataque a Skripal y su hija. Asimismo, calificó como una acción errónea y provocadora la expulsión de sus diplomáticos y advirtió que ello afectaría las relaciones internacionales y las investigaciones del caso.
Algunos países como Turquía y Austria no siguen el mismo sendero de Europa. El líder del Partido Liga Norte de Italia, Matteo Salvini, quien pudiera convertirse en primer ministro, aseguró que las sanciones contra Moscú no resolverán los diferendos, sino más bien los deteriorará.
Mayor caos
La primera ministra británica, Theresa May anunció que el castigo de Occidente, incluida la orden de la salida de los diplomáticos rusos, expresa “los esfuerzos comunes por dar un mensaje a Rusia ante su irrespeto a los compromisos internacionales”. Pese a semejantes acusaciones, Reino Unido y otros países que sancionan a Rusia todavía no han presentado ninguna evidencia al respecto.
La opinión pública duda de que esas naciones aprovechen el caso del doble espía ruso como un pretexto para desplegar un plan contra Moscú a largo plazo.
De hecho, la “contundente respuesta masiva” a la actitud británica fue anunciada inmediatamente después de ser reelecto Vladimir Putin presidente para los próximos seis años, lo que augura una agudización de los diferendos de la última década. Es posible que Rusia sea cada vez más la mayor preocupación de sus detractores. El problema en la relación entre ese país y el Occidente no se debe al envenenamiento de Skripal, sino a las actividades rusas supuestamente consideradas como influencias negativas para Occidente.
Seguramente Rusia responderá de manera simétrica a la expulsión a sus diplomáticos. Eso demuestra una nueva crisis en sus vínculos con el Occidente. Cabe destacar que Moscú está enfrentando un combate diplomático integral.