La advertencia de la CE al sector pesquero vietnamita no constituye una sanción, pero sí una exigencia a practicar esa actividad de manera responsable y sostenible. En respuesta, Vietnam ha logrado grandes avances en la elaboración de nuevos marcos legales, en particular la promulgación de la Ley de Pesca, cuya vigencia comenzó el primero de enero de 2019. Este documento enfatiza el compromiso de todo el sistema político de combatir la explotación ilegal de productos del mar no declarados.

Pescadores vietnamitas dispuestos a ser responsables y cooperar

Después de más de un mes en alta mar, la embarcación del señor La Van Sanh, en el distrito de Hoai Nhon, provincia central de Binh Dinh, regresó al puerto de Quy Nhon con tres toneladas de atún. De inmediato, el pescador revisó el registro de viaje y asentó las cantidades capturadas cada día que estuvo en el mar. Van Sanh informó que durante el año en que ha estado vigente la advertencia de la tarjeta amarilla de la CE, los pescadores locales han cambiado sus hábitos. Concretamente, registran cuidadosamente la duración de su permanencia en el mar, la ubicación de las coordenadas del barco y las especies capturadas, cuando las pescaron, el rendimiento y hasta notas sobre el viento, las olas y otros datos sobre el clima cuando realizaban sus faenas. Toda esa información sirve como base para el próximo viaje. Van Sanh agregó:“Ahora, cuando salimos al mar tenemos que registrar toda la información durante el viaje, como los volúmenes de la pesca. Esta práctica nos sirve para las siguientes salidas, no para ninguna agencia. Si la realizamos cuidadosamente sabremos qué áreas tienen buenos rendimientos para poder explotarlas el próximo año”.

Junto con las regulaciones sobre el origen de los productos pesqueros, las localidades costeras de Vietnam establecieron en los puertos grupos de trabajo compuestos por representantes de las agencias competentes con el fin de supervisar la entrada y salida de los buques. Ha Vien, director del Comité Administrativo de Pesquería de la provincia central de Phu Yen, apuntó:“Colaboramos con la Guardia de Fronteras y el órgano encargado de la pesca para revisar los documentos y los equipos de los barcos pesqueros. Antes de salir al mar se recomienda a los armadores llevar su diario a bordo, y cuando desembarcan los exhortamos a proporcionarnos información relativa a las especies capturadas y sus volúmenes. También movilizamos a los funcionarios para que supervisen y emitan certificados a los propietarios que satisfacen aquellos criterios".

La tarea más importante de las agencias competentes vietnamitas es difundir información sobre el impacto negativo de las violaciones de pesca. Ho Quoc Dung, presidente del Comité Popular de Binh Dinh, dijo al respecto: “Además de sancionar por vía administrativa a los pescadores que violan estas normas, debemos explicarles que sus actos dañarán la reputación del país y su propia economía. Una forma más fácil para hacernos entender es decirles que si violamos las regulaciones, nuestros socios internacionales no importarán nuestros productos, ¿A quién les vendemos?"

Fortalecer la gestión y la supervisión

Una solución considerada bastante efectiva para gestionar, supervisar e impedir las violaciones es instalar equipos de vigilancia de crucero. Hasta ahora, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Vietnam ha establecido tres centros de monitoreo en las provincias de Binh Dinh, Kien Giang y Ben Tre. En consecuencia, los buques con una eslora de 24 metros o más estarán obligatorios a instalar un dispositivo de monitoreo de crucero conectado a las estaciones costeras de patrulla y las sedes de las autoridades locales.

Según el plan, hacia principios de 2020 todos los buques pesqueros con más de 15 metros de largo tendrán que instalar dichos equipos modernos. Con este software, el dispositivo envía la información automáticamente cada 2 horas a la estación costera. Según el vicepresidente del Comité Popular de Quang Ngai, Nguyen Tang Binh, la gestión estricta de los equipos y la aplicación de fuertes sanciones han contribuido a reducir el número de infracciones.

“Los barcos pesqueros que violan las aguas territoriales de otros países no recibirán apoyo de las políticas gubernamentales y serán severamente castigados de acuerdo con el Decreto 103 del Gobierno. En consecuencia, al capitán y al ingeniero principal se les retirará la licencia por un tiempo. A los reincidentes no se les mantienen los certificados para otras embarcaciones que puedan poseer, y hay otros textos relativos a la compra-venta de barcos".

En 2018, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural exportó 75 mil toneladas de productos marinos a la UE y emitió 4 mil 589 certificados de validación. Ya no hay barcos ni pescadores que violen las aguas de los países vecinos, lo que avala la solicitud del sector pesquero vietnamita de que la UE le levante la tarjeta amarilla.