(VOVworld) – La Cumbre del Grupo de los 7 (G7) concluyó después de dos días de sesiones en el palacio bávaro de Elamu, Alemania, tras aprobar la Declaración Conjunta en la cual aborda diferentes temas de la actualidad regional y mundial. Una vez más, la seguridad marítima acaparó la atención de los líderes del G7, en el contexto en que las acciones unilaterales de China para cambiar el statu quo en zonas con disputas territoriales, suscitan profunda preocupación en la comunidad internacional.
Las disputas territoriales en mares al este y sur de China y las acciones unilaterales de este país acaparan la atención de los líderes del G7 en la concluida Cumbre del bloque en Alemania
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El mantenimiento de la seguridad en el Mar de China Oriental (Huatung) y el Mar de China Meridional (o Mar del Este de Vietnam) calentó el foro del Grupo de los 7 países más industrializados del mundo, a pesar de ser un nuevo tema que se incluyó en la agenda del encuentro cimero 2015.
Posición común sobre la seguridad marítima
Además de concentrarse en buscar soluciones para restablecer la paz en el oriente de Ucrania, enfrentar a las fuerzas extremistas autodenominadas Estado Islámico y prevenir latentes brotes epidémicos, los líderes de los países que componen el G7 (Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia, Canadá, Reino Unido y Japón), dedicaron tiempo a manifestar su posición común en torno a la cuestión de seguridad en los mares con disputas territoriales en Asia Pacífico. En la Declaración Conjunta emitida al cierre de la Cumbre, el G7 enfatizó en la necesidad de mantener el orden y la seguridad naval según la ley internacional, en especial la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982. También hizo hincapié en la importancia de la solución pacífica de los contenciosos y garantizar la libre navegación y la explotación legal de recursos marinos, y al mismo tiempo, manifestó su rechazo categórico al uso de la fuerza y las acciones unilaterales con la pretensión de cambiar el statu quo, tales como la construcción de islas artificiales de gran dimensión en el Mar del Este en los últimos tiempos.
La ubicación del archipiélago Senkaku/ Diaoyu en el Mar de China Oriental (o Huatung)
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Por otra parte, los máximos dirigentes del G7 pidieron a Beijing esclarecer sus reivindicaciones territoriales en base de la ley internacional, no por la amenaza o el uso de la fuerza y otras medidas forzosas. Esta no es la primera vez que el G7 expresa su punto de vista sobre este tema. En la reunión del año pasado, sus líderes emitieron una declaración en repudio a cualquier acción unilateral, para reclamar soberanía mediante provocaciones, amenazas o uso de la fuerza.
Seguridad marítima: interés común del G7
Las disputas territoriales en los mares al este y sur de China y la seguridad marítima han sido el interés común del grupo de los 7. Ante todo porque estas disputas implican a Japón, uno de sus integrantes, en el archipiélago Senkaku, llamado Diaoyu en chino, en el Mar de China Oriental. Beijing suele enviar barcos a las aguas cercanas a este archipiélago, actualmente bajo control de Tokio, lo cual provoca grandes preocupaciones sobre un posible conflicto entre las dos partes, que puede conducir a la interrupción de una de las rutas marítimas más importantes del mundo hacia las aguas del sur, donde la segunda potencia mundial reclama su soberanía sobre casi toda la superficie del Mar de China Meridional.
Foto sacada del reciente reportaje de CNN sobre las absurdas reclamaciones soberanas de Beijing en el Mar de China Meridional
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Desde luego, estas reclamaciones de China influyen a todos los países miembros del G7, obligándoles a manifestarse. Como siempre, China protesta cualquier propuesta por internacionalizar el tema de disputas territoriales. Ante la categórica respuesta del G7, China enfrenta grandes presiones, ya que mantiene muy importantes relaciones económicas con sus miembros. Según estadísticas, empresas estadounidenses han invertido más de 70 mil millones de dólares en el gigante asiático, que compra mercancías y servicios de Estados Unidos por valor de 124 mil millones de dólares y exporta unos 466 mil millones de dólares a ese mercado.
Imagen de la construcción ilegal por parte de Beijing en un arrecife del archipiélago Truong Sa (Spratly) en el Mar de China Meridional (o Mar del Este de Vietnam)
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Además de las presiones económicas, los países del G7 recurren a otras medidas para reafirmar su influencia. Japón y Estados Unidos son dos miembros con más capacidad de reacción del bloque. Recientemente, el canal televisivo CNN de Estados Unidos divulgó al mundo imágenes de la acreción ilegal por parte de China de arrecifes y bancos en el Mar del Este. Washington reafirmó en diferentes ocasiones que China ha sido el factor obstaculizador de la libre navegación y la ejecución de la ley internacional en esas aguas. La opinión mundial ha abordado la posibilidad de que Estados Unidos envíe aviones a la zona a 12 millas náuticas de las islas artificiales construidas ilegalmente por Beijing en el Mar de China Meridional, para manifestar su rechazo a las absurdas reclamaciones soberanas en la región. Mientras tanto, Japón también aprovecha los foros internacionales para advertir sobre los riesgos para la seguridad marítima por las acciones unilaterales de China, además de aumentar la cooperación con otros países en el campo de defensa. Informaron que el 23 y 24 de junio venidero, las Fuerzas de Autodefensa de Japón realizarán un ejercicio conjunto con la Armada de Filipinas en el Mar del Este.
Después del Foro de Seguridad de Asia (Diálogo de Shangri-La), el reforzamiento de la seguridad marítima en las aguas en disputa en la región de Asia Pacífico ha sido abordado una vez más por los jefes de estado del Grupo de los 7, testimonio de una creciente preocupación de los países fuera de la región por mantener un entorno de paz, estabilidad y seguridad en la estratégica ruta marítima.