(VOVworld) – Más de 4 millones de electores de Escocia participaron el 18 de septiembre en un referendo sobre el futuro de su país. Si los resultados finales son de más del 50% de votos a favor, nacerá un Estado independiente con una población de 5 millones 300 mil personas. Aunque no se sabe si Escocia será más próspera después de separarse del Reino Unido, su decisión tendrá consecuencias graves.

Escocia se ubica en el norte del Reino Unido y se extiende por una superficie de 79 mil kilómetros cuadrados equivalente a un tercio del actual territorio británico. Tiene un población de 5 millones 300 mil habitantes. La economía escocesa se basa principalmente en la explotación de gas y petróleo en el Mar del Norte. De momento Escocia aporta un 10% del Producto Interno Bruto (PIB) al crecimiento económico del Reino Unido.

Vínculos históricos y causas del separatismo

Los reinos de Gran Bretaña y Escocia mantuvieron su independencia política hasta 1707, cuando sus relaciones bilaterales fueron definidas en un tratado que forjó el surgimiento del Reino Unido e Irlanda del Norte. Sin embargo, no todos los ciudadanos escoceses apoyan esta integración territorial. Durante años, Escocia demandó más de una vez su separación del Reino Unido. En especial, después de la crisis financiera en Europa en 1999 en el que esta nación creó su propio parlamento aunque las decisiones económicas y de asuntos de Estado dependen de Londres. En 2011, año en que el Partido Nacional y los movimientos separatistas lograron la mayoría en el órgano legislativo, se intensificó el separatismo, lo que derivó en un referendo sobre el tema autorizado por el primer ministro británico, David Cameron y el gobernador escocés, Alex Salmond en octubre de 2012, luego de un largo tiempo de discrepancias.

De momento se registra un porcentaje equilibrado de los votos a favor y en contra, lo que hace más crítico el referéndum. Los separatistas opinan que de conseguir su objetivo proporcionará a su país la independencia económica y el control de las reservas petroleras sin necesitar compartirlas con el Reino Unido mientras que los opositores consideran que la separación significará “una amenaza para la economía escocesa”.

Si los resultados finales son del 50% + 1, el porcentaje de los votantes a favor, Escocia se divorciará del Reino Unido y declarará su independencia el 24 de marzo de 2016. En este sentido, ambas partes tienen un plazo de un año para para solucionar problemas espinosos, entre ellos, el tratamiento de deudas públicas, el uso de la moneda común y el control de la frontera. Por su parte, el Gobierno escocés debe redactar una Constitución Nacional y negociar el ingreso del país en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea.

Analistas opinaron que la independencia cobrará alto precio a Escocia. En el aspecto económico, este país enfrentara inestabilidad en materia de interés, impuestos, protección inversionista, estabilización financiera y política monetaria. Se prevé que el déficit financiero escocés alcanzará al menos un 6,4% del Producto Interno Bruto. Además, una vez separada, Escocia no tendrá autorización para usar la libra de esterlina moneda de circulación. El primer ministro del Reino Unido, David Cameron advirtió que la separación escocesa "no es una separación de prueba, sino un divorcio doloroso” para el que "no hay marcha atrás" y pone fin a su existencia de más de tres siglos.

Sin embargo, preocupa más que el predominio del separatismo perjudique de manera directa la seguridad y la prosperidad común de la Unión Europea y debilite la influencia de Londres entre los 28 países de este bloque, especialmente en un contexto de señales de recuperación económica y en el que Reino Unido, Alemania y Francia juegan un papel central en el desarrollo comercial de regreso al progreso.

Riesgos previsibles

Aunque no se anuncian aún los resultados finales del referendo, los mercados relacionados han mostrado signos negativos. La libra esterlina se depreció considerablemente frente al dólar estadounidense, al nivel más bajo en los últimos 10 meses. Entretanto, el precio de acciones de dos de los mayores bancos escoceses registró un desplome relevante en mercados bursátiles de Europa. Además, sus dos corporaciones más importantes, Royal Bank of Scotland y Lloyds advirtieron de la mudanza de sus sedes fuera del país en caso de separación territorial. En los últimos días, los ciudadanos partidarios y en contra de la separación nacional del Reino Unido salieron a las calles para expresar sus opiniones.

¿Escocia será más próspera o enfrentará el declive económico tras su separación territorial? Aunque no se ha tenido una respuesta para esta cuestión, es claro que afectará gravemente el mercado global y alentará otros movimientos separatistas en la comunidad europea, como los que tienen fuerza en España y Bélgica. Los escoceses necesitan considerar y mantener la prudencia antes de tomar una decisión sobre el futuro de su país. De lo contrario, sus votos cobrarán alto precio a todo el pueblo.