(VOVworld) – La oposición siria se retiró de las negociaciones de Ginebra en Suiza en protesta por el deterioro de la seguridad y humanismo sobre el terreno. Esta acción llevó el camino hacia la paz en Siria al estancamiento después de 6 años de los conflictos bélicos mientras entraña el alto riesgo de otra guerra civil.

En su última declaración, el representante de la oposición siria, Riad Hijab consideró inaceptable la reanudación de las negociaciones en Ginebra en medio de la escalada de la violencia pese a los acuerdos de alto el fuego alcanzados. En este sentido, decidió renunciar a los diálogos relacionados y afirmó un plan de ataque contra el Ejército del Gobierno de Damasco en provincia de Latakia, sobre la costa del Mediterráneo. Con estas acciones, cabe decir que no existen muchas posibilidades de que la oposición siria regrese a las rondas de negociaciones mientras la situación en el campo de batalla se deteriora, lo que preocupa a la comunidad internacional en cuanto al estallido de otra guerra civil.

Discrepancias difíciles de superar

El jefe de la delegación negociadora del Gobierno de Siria, Bashar al-Jaafari en una conferencia de prensa en Ginebra el 20 de abril de 2016

Según la oposición, su renuncia a los diálogos de paz se debe a la falta de progresos en la anulación del poder del presidente sirio, Bashar al–Assad. Acusó también al Gobierno de Damasco de incumplir los compromisos de la tregua con una serie de operaciones militares en la provincia de Aleppo, entre ellas, los atentados desde tres direcciones con el apoyo de las fuerzas aéreas de Rusia, perjudicando el acatamiento del alto el fuego logrado. En respuesta, la administración de Bashar al–Assad acusó a Turquía, Israel y Arabia Saudita de autores de este fracaso y afirmó que la oposición no cuenta con suficiente voluntad política para realizar con seriedad y responsabilidad las negociaciones.

La nueva ronda de diálogo de paz para Siria se reanudó después de un mes de suspensión y cerca de 2 meses del fracaso de la primera vuelta también por la renuncia de la oposición de los debates para impugnar la escalada de violencia sobre el terreno. Hasta la fecha, ninguna de las partes involucradas ha logrado llevar a cabo los diálogos directos salvo las discusiones con la ONU como mediador. El enviado especial de las Naciones Unidas, Staffan de Mistura reconoció las diferencias nada pequeñas entre los grupos negociadores implicados. Luego de incesantes esfuerzos, el gobierno y la oposición de Siria han alcanzado el único consenso en cuanto a la construcción de un proceso de transición política mientras la explicación del acuerdo pactado sigue siendo la mayor diferencia, especialmente en materia del papel del presidente sirio, Bashar al-Assad. La oposición y el Gobierno de Damasco con el apoyo de Estados Unidos y Rusia, respectivamente no han coincidido en la decisión del futuro de Assad. Con anterioridad, Moscú pidió el mantenimiento del cargo de presidente constitucional pero Washington lo refutó. En tanto, el Alto Comité de Negociación instaurado por la oposición siria propuso el establecimiento de un Consejo de transición para gobernar el país durante 18 meses hasta la fecha de las elecciones presidenciales, lo que significa la liberación de Bashar al-Assad de su cargo.

Escalada de violencia

El coordinador del Alto Comité de Negociación de la oposición siria, Riad Hijab en la rueda de prensa en Ginebra el 20 de abril de 2016

Mientras la guerra se agrava cada vez más, de acuerdo con la organización civil Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, el saldo de muertos civiles en los nuevos conflictos bélicos en Aleppo alcanzó el nivel más alto desde la entrada en vigor del alto el fuego el 27 de febrero último. Entretanto, el 19 de abril, al menos 44 personas fallecieron en los bombardeos de la administración de Damasco contra dos mercados en la provincia de Idlib en el noroeste del país ocupada por el Frente Al-Nusra. En general, la guerra civil de 6 años ha cobrado más de 270 mil vidas y provocado la migración de millones de personas, convirtiéndose en la mayor crisis migratoria hacia Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

En la actualidad, pese a la renuncia de la oposición a la ronda de negociación, se mantienen los esfuerzos de la diplomacia de lanzadera. El enviado especial de la ONU, Staffan de Mistura insiste en las reuniones entre las partes concernientes mientras el canciller ruso, Seigey Lavrov afirmó que la actual negociación en Siria no se ha congelado, además de apoyar la propuesta de Damasco en la instauración de un Gobierno ampliado liderado por el presidente Bashar al-Assad, junto a representantes de las facciones para contribuir a aliviar las tensiones en Siria. Sin embargo, esta iniciativa no ha sido respaldada por el Alto Comité de Negociación de la oposición, el cual afirmó la disposición de compartir escaños en el gobierno de transición con los miembros del actual gabinete excepto con el presidente Bashar al-Assad.

De momento, la cuestión es cómo poner fin a la guerra duradera en Siria cuando existen discrepancias profundas sobre el futuro de Assad. En este sentido, resulta imposible encontrar una solución política para la paz en el país del Oriente Medio.