El Comité Constitucional de Siria contará con dos órganos. El “mayor” estará compuesto por 150 hombres y mujeres que se repartirán a partes iguales, 50 cada uno, el Gobierno, la oposición y la sociedad civil. El órgano “menor” contará con 45 representantes, 15 por cabeza, de las tres partes aludidas.
Generar confianza
El Comité Constitucional de Siria se estableció en octubre de 2019 después de una conferencia de paz dedicada a este país presidida por Rusia. La creación de este órgano fue el primer logro del gobierno sirio y la oposición, en consonancia con la resolución 2254 del Consejo de Seguridad (promulgada en 2015), según la cual se estableció una agenda para la elaboración de una nueva Constitución. Entre sus facultades está la de poder revisar la Constitución de 2012, enmendar la vigente o elaborar una nueva.
En los últimos dos años, este comité ha realizado 5 reuniones, con resultados insignificantes hasta el momento, debido a los desacuerdos entre la oposición y el gobierno sirio, a pesar de que millones de habitantes en el país están esperando una elección a nivel nacional, algo que sólo podrá llevarse a cabo después de lograr la redacción de una nueva Ley Fundamental. Por eso, los observadores tienen grandes esperanzas de que esta ronda de diálogo ayude a Siria a elaborar una nueva Carta Magna que todas las partes puedan aceptar.
La redacción de una Constitución y la realización de elecciones son pasos indispensables para poner fin a la grave crisis política que Siria atraviesa desde marzo de 2011, momento en el que comenzaron una serie de pequeñas protestas contra el gobierno del presidente Bashar al-Assad, las cuales acabaron extendiéndose por todo el país y se convirtieron en una sangrienta guerra civil. Al mismo tiempo, el autoproclamado Estado Islámico (EI) creció en Siria y perpetró en este lugar muchos ataques terroristas. Como consecuencia, Siria se ha convertido en un campo de batalla a donde numerosos países occidentales enviaron sus tropas con el pretexto de destruir al Estado Islámico y restaurar la paz.
La difícil misión de lograr la paz en Siria
El conflicto en Siria ha durado más de 10 años, con profundos desacuerdos entre los países occidentales y el bloque árabe, por un lado, y Rusia, China e Irán por el otro, que defienden al gobierno de al-Assad. Esta crisis ha dejado casi 400 mil muertos y causado el desplazamiento de millones de sirios.
Hasta la fecha, el gobierno sirio ha retomado el control de la mayor parte del territorio nacional, pero el sistema infraestructural del país ha resultado gravemente dañado como consecuencia de la guerra, y se prevé que tarde decenas o cientos de años en recuperarse. Por otro lado, siguen existiendo profundas divisiones étnicas que entorpecen la reconstrucción del país, y a esto se le suma la pandemia de covid-19 que dificulta aún más la vida de los habitantes locales.
Naciones Unidas advirtió que, sin el apoyo de la comunidad internacional, este año el 60% de los sirios corre el riesgo de ser víctima de la hambruna, especialmente aquellos en áreas fronterizas y de conflicto. Remarcó además que son los niños los más afectados por el prolongado conflicto en Siria.
Según un informe del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), en la última década, más de 1 millón de niños sirios han nacido en campos de refugiados fuera de Siria, mientras 3,5 millones de menores no van a la escuela y el 90% de los pequeños de ese país de Oriente Medio necesitan asistencia tanto física como psicológica.
En tal contexto, los enfrentamientos en Siria continúan desarrollándose a diario, generando preocupación en cuanto a las perspectivas de restaurar la paz, a pesar de contar con el apoyo de muchas organizaciones internacionales y países relacionados.
No obstante, los sirios siguen esperando crear una nueva Constitución en el período de posguerra. Para lograr este objetivo, la reanudación de las negociaciones en el marco del Comité Constitucional de Siria es una premisa importante para ayudar a ese país a estabilizar la situación de seguridad y superar la actual crisis socioeconómica y humanitaria.