(VOVworld) – Una serie de ataques mortales en Turquía y Bélgica, así como la caída de un avión de la aerolínea egipcia durante el trayecto París-El Cairo son solo tres de los cientos de atentados terroristas registrados en 2016 y que hoy indignan a la comunidad internacional. Los asaltantes, con tácticas cada vez más avanzadas, se han convertido en amenazas sin precedentes para la seguridad y la paz del mundo este año. 

Un año con muchas pérdidas      

El Oriente Medio, una región candente durante décadas, sigue siendo foco de atención mundial por la serie de atentados terroristas en Egipto y Turquía, 2 potencias de la zona. Según estadísticas oficiales, en los últimos 3 días en dichos territorios los ataques cobraron más de 100 vidas y causaron cientos de heridos.

Egipto, que vive una crisis económica y de seguridad desde hace 5 años, sufrió del 9 al 11 de diciembre 2 ataques terroristas, los cuales provocaron 30 muertos y 60 heridos. Mientras, en Turquía se produjo un atentado doble con explosivos en las inmediaciones de un estadio de fútbol en Estambul, la mayor ciudad del país, el 10 de este mes, cobrando 38 vidas e hiriendo a otras 155 personas. Combatientes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán reivindicaron el ataque. Esas fuerzas fueron también las que realizaron el atentado terrorista en Ankara, capital turca, en 2015, provocando 37 muertos y centenares de lesionados. Según analistas, dichos atentados constituyen el comienzo de una nueva oleada de violencia en el Oriente Medio, región considerada como semillero del terrorismo y extremismo.

Nivel de alerta terrorista cada vez más elevado

Policías detienen a un manifestante en Diyarbakir, ciudad del sureste de Turquía el 4 de noviembre (Foto: AFP/VNA)

Sin embargo, este año muestra también un número creciente de ataques suicidas en muchas otras regiones del mundo. Según datos preliminares del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, se registraron unas 100 conspiraciones terroristas contra Occidente, el 44% de ellas exitosas, frente al 33% en 2015.

Mientras, un documento secreto de la Casa Blanca difundido por el canal NBC News informó que el Estado Islámico, la mayor organización terrorista del mundo, ya se ha expandido en 18 países en el año en curso, es decir el doble de los territorios con su presencia en 2014. En especial, con un presupuesto anual de 2 mil 200 millones de dólares y unos 200 mil yihadistas reclutados, el Estado Islámico se ha convertido en uno de los grupos terroristas más poderosos del planeta con un ingreso diario de 2 millones de dólares derivado del contrabando de petróleo y secuestros.

El 2016 marcó también un viraje en la lucha contra dichos extremistas con triunfos de la alianza internacional liderada por Estados Unidos. Los fracasos consecutivos de los yihadistas les han costado el 40% de sus territorios ocupados en Siria e Iraq, por lo que protagonizan sus ataques de represalia fuera de estas áreas, asaltando a turistas en diferentes ciudades del mundo. Ejemplos de ello son los atentados perpetrados por los lobos solitarios en la ciudad francesa de Niza, cobrando 84 vidas en julio último y el tiroteo realizado el 22 de julio en Múnich, Alemania.

Necesarios más esfuerzos contra el terrorismo

Fuerzas de seguridad vigilan áreas fuera del Tribunal de Diyarbakir después de la detención de dos líderes del Partido de los Trabajadores de Kurdistán

El creciente número de ataques terroristas se debe principalmente a la brecha entre los ricos y pobres y la diferencia entre los nativos y los inmigrantes, las cuales han provocado una profunda división social. El aumento drástico de migrantes desde el año pasado ha agravado la situación. Son ellos los más atraídos por los movimientos extremistas y expuestos a la depresión, convirtiéndose en los terroristas que nutren la conspiración de atentados suicidas.

Cabe decir que este año muestra además el surgimiento del terrorismo global. La guerra civil en Siria y los conflictos sectarios en diferentes países del Oriente Medio son condiciones favorables para promover el extremismo y actividades delictivas. Estos crímenes no sólo siembran la muerte en dicha región, sino también cobran vidas civiles fuera del área. De esta manera, en 2017, la comunidad internacional espera mayores esfuerzos conjuntos en los aspectos tanto miliares como ideológicos de los líderes del mundo para prevenir y luchar contra las conspiraciones terroristas.