(VOVworld) – El primer ministro de China, Li Keqiang, puso punto final a sus 3 días a la India. La elección a Nueva Delhi como primera parada del debut en ultramar de Li desde que asumiera la jefatura del Gobierno, busca estimular los negocios bilaterales, y exhibir la creciente confianza política mutua tras las diferencias por motivos territoriales, tanto en la historia tal como en la actualidad. Contrario a las palabras diplomáticas y los apretones de manos, el viaje ha tenido resultados modestos.
El presidente anfitrión, Manmohan Singh, dio la bienvenida a su homólogo chino, Li Keqiang, con una ceremonia solemne del mayor nivel diplomático que la India dedica a los jefes de Estado. Al igual que declaraciones a la prensa nacional en víspera de su gira, Li aseguró en un encuentro con Singh que el viaje persigue dejar patente que los dos países son socios cooperativos en vez de competidores ante la comunidad internacional, y que trabajan juntos para aparcar las discrepancias en beneficio de los habitantes de sus pueblos. Por su parte, Singh, especificó que las relaciones bilaterales no sólo se desarrollan por la razón de ser vecinos, sino que sigue promoviendo la asociación cooperativa estratégica en materia internacional. Por consiguiente, ambos dirigentes acordaron sacar adelante el intercambio de comercio bilateral, logrando un valor de 100 mil millones de dólares en 2015, y firmar 8 acuerdos de cooperación en cuanto a temas de agricultura, comercio y turismo. Beijín y Nueva Delhi demuestran su papel vanguardista en pro del crecimiento económico en la región y en el mundo.
El premier indio, Manmohan Singh (d.), recibe a su par chino, Li Keqiang (i.)
No obstante, como en el refrán, del dicho al hecho hay un trecho. Aunque China se ha convertido en el segundo socio comercial de la India, el creciente déficit comercial agrava la disputa entre ambos países. Desde el cero marcado en 1990, el intercambio comercial ha beneficiado a Beijín debido a que ese país amplía sus exportaciones en cuanto a electricidad y equipos de telecomunicaciones en el mercado indio, pero limita los envíos que realiza el país vecino. China atribuyó este desequilibrio comercial a las diferencias de estructura de ambas economías. La India no acepta este argumento. Por eso, al mismo tiempo de expresar interés por reforzar las relaciones bilaterales en el comercio, el primer ministro indio supuso que para alcanzar la meta de los 100 mil millones de dólares, el factor decisivo radica en equilibrar el balance del déficit comercial, lo cual depende en gran parte de China.
Las disputas fronterizas India-China obstaculizan el desarrollo
de sus relaciones bilaterales
Las disputas territoriales pendientes, históricas, entre los dos países, obstaculizan la consolidación de la confianza mutua. La suspicacia entre sí desde la guerra de fronteras de 1962 aún está presente. Un mes antes de la visita del premier chino a Nueva Delhi, los nexos de ambos países llegaron al cénit de la tensión cuando la India denunció las violaciones territoriales del Ejército chino en el Noroeste de la cordillera del Himalaya, y en represalia realizó movilizaciones militares en esta zona. Tras la paz temporal, ambas partes acordaron buscar una solución a largo plazo. Estos asuntos conformaron la agenda del viaje del premier chino, pero aún no han terminado, ya que Beijín sólo realizó una sugerencia sobre la intensificación de los mecanismos para cimentar la confianza recíproca en la frontera, diciendo que ambas partes necesitan tiempo para dar una última solución. Antes de esta visita, el diario “Jenmin Jipao” (Pueblo), publicó un comentario, destacando que China y la India coincidieron en separar la problemática fronteriza de sus relaciones integrales para que las diferencias no influyan en el desarrollo común. Pero según los analistas, si ambos países dejaran de lado los temas estratégicos para concentrarse en el fomento de la cooperación económica, los conflictos persistirían. Nueva Delhi trata de ganar una posición ventajosa con el ajuste de las estrategias militar y diplomática, a la vez de reforzar la modernización del ejército y Beijín no puede ignorarlo. Por añadidura, el avance de la India en sus relaciones con Estados Unidos y su desmarque del enfoque chino para las cuestiones del Mar Oriental, expuesto por el primer ministro Monmahan Singh al reunirse con su par Li Keqiang, constituyen un obstáculo para el progreso de los vínculos entre estas dos potencias asiáticas.
Es obvio que la gira del jefe del Gobierno chino a la India muestra dificultades en el fortalecimiento de las relaciones de vecindad entre ambas partes, o, los socios mutuos de gran envergadura. La falta de confianza recíproca, al parecer, impide la mejora de los lazos bilaterales de ahora en adelante.