(VOVworld) – El partido Rusia Unida del presidente Vladimir Putin, ha ganado los recientes comicios de la Duma Estatal (Cámara Baja del Parlamento). Este suceso no solo abre la posibilidad para la cuarta reelección del actual mandatario en la carrera presidencial en 2018, sino también demuestra que su organización política sigue obteniendo un alto nivel de confianza de los votantes, a pesar de los obstáculos que ha enfrentado el país euroasiático durante los últimos años.

De hecho, Rusia Unida consiguió más del 54% de los votos, superando ampliamente al segundo que es el Partido Comunista de Rusia, con poco más del 13%. Esto significa que la formación fundada por Putin, ocupara 343 de los 450 escaños que conforman la séptima Cámara de Diputados.

Miembros de la Comisión Electoral Central de Rusia anuncian el 18 de septiembre el resultado de los comicios legislativos

Sigue contando con alta confianza del pueblo

Las últimas elecciones legislativas, se llevaron a cabo en el contexto del decrecimiento de la economía rusa, causado por las sanciones de Occidente contra Moscú debido a su actuación durante la crisis en Ucrania y a las campañas militares que realiza en Siria. Sin embargo, dichos factores, no parecieron afectar mucho el alto nivel de crédito que el pueblo de Rusia ha dado a Putin. Aunque las mencionadas medidas de castigo, han generado secuelas negativas tanto en la elite como en los ciudadanos comunes de la sociedad de la nación euroasiática, ellos siguen sintiéndose contentos con su mandatario, describiéndole como el “símbolo de la solidaridad nacional”. En realidad, su fe en él no se ve perjudicada por las dificultades de la vida cotidiana.

Vladimir Putin, de 63 años de edad, en 17 años ha ejercido funciones como presidente o primer ministro de Rusia. La mayoría de los electores creen que nadie podría sustituirle y temen que de finalizar su gobernación, la nación regresaría al caos y los disturbios, como sucedió en 1990 cuando se disolvió la Unión Soviética. Aparentemente, la política de Putin de promover la prosperidad del país ha recibido el elogio de los pobladores porque ha contribuido a reducir la pobreza y el hambre, aumentar el número de personas de la clase media y elevar el poder adquisitivo. Mientras tanto, su posición sobre el tema de Crimea es respaldada también, puesto que para el pueblo ruso, es un territorio de gloria y orgullo nacional, donde el Ejército Imperial de Rusia en el siglo XIX luchó valientemente contra sus enemigos de Reino Unido, Francia y Turquía.

El presidente Vladimir Putin pronuncia una alocución en la sede del partido Rusia Unida en Moscú tras conocer el resultado electoral

Desafíos que enfrentará

No obstante, no se puede negar que la actual crisis económica ha reducido la tasa de popularidad del partido oficialista, de 64,3% en los sufragios de 2007 a 54,21% en 2016. El electorado se ha hecho más cauteloso al ejercer su derecho a sufragar, al ver que la economía nacional ya entra en su tercer año consecutivo de recesión. Según pronóstico, el Producto Interno Bruto de Rusia que disminuyó 3,7% en 2015, descenderá un 1,9% más este año y el país euroasiático perderá unos 600 mil millones de dólares durante el período 2014-2017, debido al bajo precio del petróleo y gas, así como a las sanciones occidentales. Entretanto, el Banco Mundial advirtió que la economía rusa está cerca del estancamiento durante 2015 y 2016, con la significativa caída de la moneda nacional, el rublo, y el difícil acceso de los bancos del país a los mercados financieros extranjeros.

Por otro lado, tanto Estados Unidos como Ucrania se negaron a reconocer el resultado de los últimos comicios en Rusia, cuestionando la legitimidad de la participación de los habitantes de Crimea en esos mismos a pesar de que la península se integró a la Federación desde hace más de 2 años. Esa podría ser la razón por la cual se agravarán los conflictos existentes entre Rusia y Estados Unidos, retrasando de esta manera, el proceso de solución de los asuntos comunes.

En lo adelante, el partido del presidente Vladimir Putin continuará enfrentando otros grandes obstáculos tanto internos como externos. Sus retos no terminan al ganar las elecciones, por el contrario, permanecerán. Para consolidar su posición en los electores, la misión más importante será estabilizar la economía nacional y el futuro próximo será una nueva prueba para la administración del líder del Kremlin.