(VOVWORLD) - La crisis política y económica de Venezuela encara el riesgo de convertirse en una guerra civil, cuando su sociedad está profundamente dividida, de un lado con el presidente Nicolás Maduro, respaldado por las Fuerzas Armadas, y del otro el autoproclamado presidente interino Juan Guaidó, líder de la oposición. Muchos países de todo el mundo han expresado puntos de vista contradictorios sobre la situación en la nación bolivariana, haciendo así más difícil resolver la crisis.
En la actual coyuntura, los expertos dijeron que cualquier factor podría desencadenar una guerra civil en Venezuela, especialmente porque ninguna de las partes involucradas quiere hacer concesiones.
Ciudadanos venezolanos marchan en apoyo al gobierno del presidente Nicolás Maduro después de arrancar la campaña electoral a la Asamblea Nacional Constituyente (Foto: Xinhua/VNA)
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La escalada de tensiones
El presidente Maduro respondió el 28 de enero al canal televisivo CNN que no acepta el ultimátum de la comunidad internacional de celebrar elecciones dentro de ocho días. También afirmó que Guaidó viola la Constitución al proclamarse presidente del país, y dejó la puerta abierta para dialogar con el inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump.
Entretanto, el autoproclamado jefe del Estado de Venezuela, Juan Guaidó, está negociando con militares y funcionarios de alto cargo en un intento por forzar a Maduro a renunciar. Vale la pena mencionar que actualmente varios altos funcionarios del Gobierno y del Ejército de Caracas han expresado su apoyo a Guaidó.
La comunidad internacional también ha adoptado diferentes posturas sobre el asunto venezolano. Estados Unidos instó a los países de la ONU a respaldar a Guaidó y presionar para una votación anticipada en la nación sudamericana. Rusia se opuso a dicha idea, argumentando que Washington planea llevar a cabo una intervención directa en Venezuela. Moscú acusó al país norteamericano de agravar deliberadamente la situación y provocar el extremismo. Asimismo, exhortó al Consejo de Seguridad de la ONU a mostrar claramente la posición de no intervenir en los asuntos internos de Venezuela y dejar a sus pobladores resolverlos y decidir por sí mismos. Irán, China y Sudáfrica respaldan ese punto de vista de Rusia, mientras las potencias europeas se inclinan a la oposición venezolana.
El presidente provisional de Venezuela, Juan Guaidó (Foto: AFP/VNA)
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Causas del caos en Venezuela
De hecho, las incertidumbres en Venezuela son resultado de largos conflictos internos. Cuando Maduro fue reelegido como presidente en mayo de 2018, muchos votantes boicotearon esos comicios. Por su parte, 14 países latinoamericanos y Canadá los declararon inválidos. Especialmente, la toma de posesión de Maduro coincidió con muchas dificultades, incluida una inflación que podría alcanzar los diez millones por ciento en 2019, según pronósticos del Fondo Monetario Internacional. La riqueza de los campos petroleros ya no puede sostener la economía nacional. La nación enfrenta una grave recesión económica, lo que provoca muchas protestas. La oposición desafía el poder de Maduro, acusándole de crear una dictadura, mientras el presidente les “vándalos y terroristas”.
Juan Guaidó, un político emergente que el 5 de enero se convirtió en jefe de la Asamblea Nacional de Venezuela, controlada por la oposición, agitó el país cuando 18 días después se proclamó presidente interino de Venezuela. Su acto dio inicio a un período de disturbios en el país.
Actualmente, la nación bolivariana enfrenta una división grave que se expresa en manifestaciones cada día más violentas. Celebrar elecciones en este momento, sin importar el resultado, podría profundizar aún más los conflictos y aumentar los riesgos de una guerra civil. Según analistas internacionales, lo que el país debe hacer ahora es encontrar pronto un compromiso para evitar una confrontación violenta entre el Gobierno y la oposición, un golpe de Estado o una guerra civil, porque todos estos escenarios traerán consecuencias peores.