(VOVworld) – La diplomacia de Vietnam tiene como misión principal abrir el camino para el establecimiento de sus vínculos con el exterior. Pero a la vez se encarga de asumir otra tarea, de mucha importancia también. Consiste en contribuir a la defensa de la independencia, soberanía, unificación e integridad territorial, así como en mantener un entorno pacífico y estable a favor del desarrollo nacional. Estos lineamientos fueron exaltados en el texto oficial del duodécimo Congreso del Partido Comunista de Vietnam y han sido ratificados una vez más en la vigésimo novena Conferencia del sector diplomático en curso en Hanoi.
Paz, independencia nacional, democracia, cooperación y desarrollo son las metas hacia las cuales se dirige Vietnam con su política externa coherente. Sin embargo, enfrenta muchas dificultades en el camino de conseguirlas en el actual contexto cambiante e imprevisible en el mundo. Particularmente en Asia-Pacífico y en el Sudeste Asiático, se están sucediendo acontecimientos muy complicados. En especial, el tema del Mar Oriental acapara la atención de muchos países en la región y en el resto del mundo, sobre todo después de la aprobación del laudo arbitral relativo a la demanda de Filipinas contra China por los reclamos irracionales de esta última. Entonces, surgió la necesidad de esclarecer los puntos con opiniones encontradas en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982.
Vietnam garantiza las faenas normales y legales de sus pescadores en las aguas nacionales
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En esta coyuntura, Vietnam sigue manteniendo firme su postura con respecto a su soberanía en el mar y su derecho jurisdiccional. Insiste en defender la independencia y soberanía nacional así como la integridad territorial, por el bienestar del pueblo, además de garantizar un entorno de paz en beneficio de la cooperación y del desarrollo.
Persistencia en manejar las disputas por vías pacíficas
El Mar del Este, o Mar de China Meridional, ha sido siempre un punto candente de la región, y en los tiempos recientes las tensiones en la zona aumentaron. Esto se debe a las reivindicaciones territoriales y a la competencia estratégica entre potencias, lo cual acentúa la inestabilidad. Vietnam, con un litoral de más de 3000 kilómetros, padece influencias directas.
De acuerdo con su vice primer ministro y canciller, Pham Binh Minh, Hanoi ha matizado en repetidas ocasiones su derecho jurisdiccional y soberanía sobre los archipiélagos de Hoang Sa y Truong Sa, conocidos en otros países como Paracel y Spratly respectivamente. Los arrecifes e islas de Truong Sa, en particular, son disputados entre cinco países, incluida China. Defender la soberanía nacional por medios pacíficos y manejar diplomáticamente los diferendos sobre la base de las leyes internacionales constituyen la postura coherente de Vietnam.
El jefe de la diplomacia vietnamita recalcó: “Procuramos proteger la soberanía nacional sobre los territorios insulares bajo nuestra gestión, en correspondencia con la legislación internacional. También nos aferraremos a nuestro derecho a las 200 millas náuticas de la zona económica exclusiva. Con respecto a las disputas entre dos partes, nos disponemos a realizar negociaciones bilaterales, mientras con las que involucran a varios estados, aceptamos manejarlas mediante diálogos con las otras partes. Reitero que protegemos nuestra soberanía con herramientas pacíficas sobre la base del respeto a la ley internacional, y pedimos que los demás países relacionados hagan lo mismo. Esta es la orientación invariable tomada por Vietnam en este asunto”.
Paz y estabilidad: intereses comunes
Del mismo modo, Pham Binh Minh enfatizó que el Mar Oriental no es un tema propio de la región del Sudeste Asiático o de Asia. Los países de dentro y fuera de la zona deben asumir su responsabilidad de garantizar la seguridad naval y de sus espacios aéreos. En esta misión, los más grandes deben desempeñar un papel mayor, dijo el canciller vietnamita. Apuntó además que un entorno de paz y estabilidad es el sueño que abrigan todas las naciones del mundo. Cualquier escalada de tensión puede obstruir el desarrollo de los países relacionados y perjudicar su prestigio en el plano global.
Las fuerzas navales de Vietnam se empeñan para cumplir sus misiones, con el apoyo de una política diplomática pacifista
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Coincidiendo en este punto de vista, el embajador vietnamita en China, Dang Minh Khoi, estimó: “Pese a las evaluaciones de que sigue tensa y complicada la situación del Mar Oriental, mantengo mi optimismo. China surgió como una potencia mundial, y la congregación de las fuerzas en el planeta se efectúa en múltiples ámbitos y niveles. Pero confío en que todos los grandes países necesitan un marco de relaciones equilibrado. Una región de Asia-Pacífico en paz y armonía es también el interés de China. Por el momento, ningún país aborda en sus declaraciones la posibilidad de una guerra en la región. Así pues, construir un ambiente pacífico y seguro resulta ser el criterio común, tanto de Vietnam como de otros países en la región y de las potencias mundiales”.
Con el reciente acuerdo logrado por la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) y China acerca de la instauración de un Código de Conducta de las Partes en el Mar Oriental programada para el 2017, se vislumbra la solución de esta espinosa cuestión. Consideran el referido texto como una herramienta jurídica efectiva en contribución al mantenimiento de la paz y la estabilidad en esta ruta marítima estratégica del orbe.
Por reducir diferencias, frenar contiendas y amentar la cooperación
En la apertura de la vigésimo novena Conferencia de la Diplomacia este 22 de agosto, el secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong, señaló que en un mundo convulsivo como el que vivimos, las actividades exteriores deben ser un remedio que permite limar asperezas, prevenir y frenar los conflictos, fortalecer la cooperación y allanar caminos para alcanzar acuerdos. Imbuido de esta orientación, el sector diplomático vietnamita continúa siendo iluminado por los criterios rectores sobre la relación entre la colaboración y la lucha, persistente en los principios estratégicos y flexible en las tácticas. Todas estas medidas servirán a este país para proteger su sagrada soberanía y garantizar el entorno favorable a su desarrollo.