(VOVworld) – La reestructuración agrícola y la construcción de un campo de nuevo tipo son dos tareas importantes en la industrialización y modernización de las zonas rurales de Vietnam. En el quinquenio 2016-2020, la renovación del sector constituye un factor clave para lograr un progreso innovador en la vida de los campesinos.

El programa nacional de construcción de un campo de nuevo tipo es un proyecto de desarrollo socioeconómico integral a largo plazo en las zonas rurales de Vietnam. Lanzada en 2011, esta iniciativa ha reportado resultados notables, lo que sentó bases sólidas para proyectar la nueva orientación hasta 2020.

En tanto, el plan de reestructuración agrícola hacia el aumento del valor añadido y la sostenibilidad fue ratificado por el Primer Ministro en 2013. Tiene como finalidad renovar el sector para avanzar en los aspectos socioeconómico y ambiental.

Nueva fisonomía rural

Entrada a una comuna de nueva ruralidad

Cinco años después del lanzamiento del mencionado plan, la fisonomía rural ha cambiado, especialmente en el desarrollo infraestructural y la construcción de hasta 47 mil kilómetros de carreteras. Además, más del 80 por ciento de las comunas están reconocidas como de nuevo tipo. En especial, la vida material y espiritual de la mayoría de los campesinos ha mejorado con trasformaciones positivas en la producción agrícola. Numerosas localidades han concentrado terrenos aportados por los lugareños y renovado el sistema de riego y de tránsito para facilitar la introducción de máquinas modernas en las faenas en el campo. En cuanto a este tema, Dang Hoang Tuan, legislador de la provincia sureña de Long An, comentó: “La renovación rural es una política acertada del Estado y uno de los programas de desarrollo integral que cumple con la resolución del Partido Comunista dirigida a impulsar el sector agrícola. Tiene una importancia primordial porque incide en todos los sectores y contribuye a mejorar la vida material y espiritual de los habitantes locales”.

Aunque la reestructuración agrícola comenzó en 2013, sus logros han contribuido a acelerar la renovación rural, especialmente en el aumento de los ingresos, la reducción de la pobreza, la transformación de estructuras laborales y la creación de empleos para los agricultores.

Sin embargo, el resultado de la construcción de un campo de nuevo tipo sigue siendo diferente en distintas localidades debido a su nivel de desarrollo.

Renovación rural vinculada con la reestructuración agrícola

Sistema político local moviliza fuerzas para construir un campo de nuevo tipo

De esta manera, el programa nacional de renovación rural para el período 2016-2020 busca convertir el 50 por ciento de las comarcas en áreas de nuevo tipo. Para ello, tienen que satisfacer la demanda de la producción y la vida de los pobladores en materia de tráfico, electricidad, agua potable, escuela y centros médicos, así como el modelo de producción agrícola, con la creación de empleos a largo plazo para los lugareños cuyo ingreso se espera incrementar al menos 1,8 veces en comparación con 2015.

Para ello, se requiere de una vinculación estrecha con la reforma sectorial. A corto plazo, se necesitan políticas más innovadoras dirigidas a estimular la aplicación de los adelantos científico-tecnológicos para desarrollar los bienes principales, priorizando la renovación de variedades, el sistema de riego, la preservación y el procesamiento de productos después de cada cosecha. Al respecto, Doan Van Viet, legislador de la provincia altiplana de Lam Dong, propuso: “Es importante aplicar los avances científico-tecnológicos, entre ellos, la biotecnología, para reformar el modelo de crecimiento agrícola a fin de aumentar el ingreso. En Lam Dong, en el 16 por ciento de la superficie destinada a la producción se aplican tecnologías avanzadas, lo que reporta un incremento del 30 por ciento de las ganancias. De momento, el ingreso promedio de la producción agrícola local alcanza 6 mil 718 dólares por cada hectárea frente a la cifra nacional de 3 mil 493. Sin embargo, si cultivamos hortalizas, recibiremos de 17 mil 916 a 22 mil 395 dólares por hectárea al año. Si aplicamos este método para desarrollar la floricultura con tecnologías avanzadas, los ingresos superarán los 45 mil dólares”.

Además, para impulsar la inversión privada en el desarrollo rural, el representante de la delegación parlamentaria de la provincia sureña de Binh Phuong, Nguyen Tuan Anh propuso: “En lo adelante necesitamos aunar las fuerzas internas a favor de las empresas para tener una salida de bienes a largo plazo. La participación empresarial en el sector agrícola ayuda a fortalecer el desarrollo y la venta de los productos de buena calidad en nuevos mercados, aplicando los avances tecnológicos para enaltecer las ventajas comparativas de cada región. Para ello, el programa de construcción de un campo de nuevo tipo debe concentrarse en solucionar los problemas relativos a terrenos y la tramitación de procedimientos administrativos para facilitar los negocios en el sector agrícola”.

Vietnam ha decidido continuar la renovación rural para edificar infraestructuras socioeconómicas más apropiadas, junto con el desarrollo de la industria y los servicios. En este proceso, la reestructuración agrícola constituye un factor clave para el cumplimiento exitoso de las metas trazadas en beneficio de todo el pueblo.