Un acto de firma de documentos de cooperación entre Vietnam y Belarús en 2016 (Foto: Hanoimoi.com.vn)

Pese a la distancia geográfica de 7 mil kilómetros, Vietnam y Bielorrusia han mantenido una larga relación de amistad. 25 años después del establecimiento de sus nexos diplomáticos en 1992, los dos países han conseguido muchos logros en el desarrollo socioeconómico, paralelo a la alta confianza mutua en los diálogos políticos y la acción coordinada en los foros multilaterales. Eso se debe a que ambas partes tienen puntos de vista comunes en una serie de importantes cuestiones internacionales.

Darse apoyo recíproco

En los últimos dos años, el intercambio regular de las delegaciones de diferentes niveles ha generado un nuevo ímpetu para las relaciones bilaterales. Minsk siempre considera la colaboración con Hanoi como una prioridad en su política exterior para Asia, con la esperanza de que las partes eleven sus vínculos a un nuevo nivel de asociación estratégica. La nación europea también aprecia la amistad tradicional con Vietnam, país que tiene una posición cada vez más avanzada en el plano internacional.

En cuanto a la cooperación en economía, esta nación indochina es un socio tradicional de Bielorrusia en la región del Sudeste Asiático. El valor de intercambio comercial bilateral en el último decenio se multiplicó por tres veces, pero esta cifra aún es modesta en comparación con las potenciales de ambas partes. Vietnam exporta principalmente al territorio europeo productos madereros y téxtiles, calzado, mariscos, té, café, cacahuete y especias, mientras que importa fertilizantes potásicos, neumáticos de gran tamaño, máquinas, productos industriales y electrónicos, así como otras técnicas de alta tecnología.

El Tratado de Libre Comercio entre Vietnam y la Unión Económica Euroasiática (EAEU), entrado en vigor a partir de octubre del año pasado, abrió nuevas perspectivas para la cooperación bilateral en materia económica y comercial. En idéntico sentido, las dos partes tratan de ampliar la colaboración según la forma del enlace industrial. Las empresas vietnamitas aprovechan al máximo las potencialidades, desde la infraestructura moderna hasta el respaldo del gobierno de Minsk, para que entren más profundamente en el mercado de los estados miembros de dicha unión y de otros países de Europa del Este.

En las esferas educacional y científico-tecnológica se han registrado resultados positivos, reflejados en la coordinación estrecha y la implementación eficiente de algunos proyectos de cooperación en estos ámbitos.

Ambos países han impulsado el trabajo conjunto en el sector laboral. Varias compañías vietnamitas firmaron contratos con similares bielorrusas para enviar a empleados connacionales a trabajar en el proyecto de construcción del complejo polideportivo y de recreación en Minsk. Además, lograron un Acuerdo intergubernamental para facilitar la contratación laboral de sus ciudadanos en el territorio del otro. Este convenio rindió efecto a partir de junio de 2013.

Se registran en la actualidad unos 600 vietnamitas que viven y trabajan en Bielorrusia, los que han disfrutado de condiciones favorables en el aprendizaje, la residencia y el negocio bajo las leyes del país de acogida. Ambas naciones establecieron asociaciones de Amistad, con el fin de promover aún más la comprensión mutua y el intercambio entre los pueblos.

Nuevas perspectivas

La amistad tradicional entre los dos pueblos, la alta confianza política entre los altos dirigentes y los resultados positivos en la cooperación bilateral serán, sin dudas, las bases sólidas para llevar las relaciones bilaterales a una nueva altura, que satisfagan los intereses de ambas partes.