(VOVworld) – El séptimo Congreso del Partido del Trabajo de Corea, de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), concluyó este 9 de mayo con la elección de Kim Jong-un como secretario general de la organización, así como la aprobación de un plan para impulsar el desarrollo de la economía nacional y el fomento de las fuerzas nucleares para la defensa. El acontecimiento también adoptó la política de no usar las armas atómicas al menos que la soberanía nacional esté amenazada por otra potencia nuclear. También se pronunció por mejorar las relaciones entre ambas partes de la península coreana.
El máximo líder de la República Popular Democrática de Corea, Kim Jong-un
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Este fue el primer Congreso partidista celebrado en Corea del Norte en 36 años y también la primera magna cita bajo el liderazgo de Kim Jong-un. El acontecimiento tuvo como objetivo no sólo promocionar la tradición, incluida una revisión y resumen de los éxitos alcanzados por el Partido del Trabajo de Corea bajo la dirección de los fallecidos líderes, sino también identificar las políticas y orientaciones de la organización en las nuevas circunstancias. Esta cita se convocó además para promover el papel de liderato absoluto del Partido para todo el Estado, Ejército y Pueblo, así como crear condiciones para favorecer nuevas oportunidades en las relaciones exteriores de ese país.
Las tareas prioritarias propuestas
Durante el Congreso, el máximo líder Kim Jong-un afirmó que la misión del Partido es cumplir las políticas relativas a la construcción del socialismo, elevación de la calidad de vida y reunificación nacional, junto al fortalecimiento del poder de la organización. Mientras, el plan quinquenal de desarrollo económico 2015-2020 señala claramente que se debe realizar de manera integral esa estrategia nacional con el fin de promover el crecimiento económico en todos los sectores, garantizar el equilibrio entre las ramas de la economía y establecer bases sólidas para el desarrollo sostenible.
El documento también recalca la determinación de la RPDC de fortalecer su capacidad de “disuasión nuclear” frente a la “política hostil” de Estados Unidos hacia su territorio. La magna cita ratificó que Corea del Norte continuará impulsando su programa de desarrollo de armas atómicas una vez que la nación enfrente similares amenazas.
Respecto a los lazos entre ambas partes de la península coreana, Kim Jong-un destacó la prioridad de la reunificación nacional para el Partido del Trabajo. Para cumplir esta misión, lo más urgente es mejorar los nexos con Seúl, en los cuales ambas partes tienen que respetarse y promover diálogos y debates, por una prosperidad común.
Opiniones internacionales sobre nuevas tendencias de Pyongyang
Los cambios en el plan de desarrollo del país, elaborado por el Partido del Trabajo, no han recibido respuestas positivas de Seúl. En un anuncio divulgado este 9 de mayo, el Ministerio de Defensa de la República de Corea aclaró que su país y la comunidad internacional jamás reconocerán a Corea del Norte como una potencia nuclear. Seúl continuará presionando para que Pyongyang renuncie a su ambición por las armas atómicas a través de fuertes sanciones.
Además, el Ministerio de Defensa de Surcorea rechazó la propuesta de diálogo militar entre ambas partes de la península coreana, hecha por Kim Jong-un. Seúl considera que tal “iniciativa” de Pyongyang no es de buena voluntad, y continúa llamando a la parte septentrional de la península a abandonar su actitud provocadora y a no proliferar las armas nucleares.
Los anuncios promulgados durante el séptimo Congreso partidista también reciben una atención especial de Japón, Rusia, Estados Unidos y China, países que están preocupados por la capacidad nuclear y los problemas políticos internos de la República Popular Democrática de Corea.
Mientras Beijing opina que la magna cita sólo genera impacto para la situación dentro de país, principalmente la economía, analistas franceses señalan que no esperan una gran transformación política en esa nación, explicando que tal evento, según su consideración, sólo es una ocasión para otorgar más poder a Kim Jong-un luego de cuatro años.
Por su parte, los medios de comunicación norteamericanos valoran que la propuesta positiva de Pyongyang respecto al asunto nuclear mediante diálogos podrá aliviar la tensión en la península coreana y mejorar la relación entre Corea del Norte y Estados Unidos.
El séptimo Congreso del Partido del Trabajo de Corea se desarrolló en un contexto en el que Kim Jong-un asumió el rol de liderazgo de su nación hace casi cinco años. Con las declaraciones del líder supremo de Pyongyang, la comunidad internacional espera que junto al impulso del crecimiento económico en paralelo con el desarrollo del programa nuclear, la República Popular Democrática de Corea registre cambios positivos y se esfuerce por un mundo libre de armas atómicas.