(VOVworld) - Malos vientos soplan en el escenario político de Japón. En medio del estancamiento económico y las tensiones de disputas territoriales, la reciente decisión del primer ministro Yoshihiko Noda de disolver el Parlamento, a partir del 16 de noviembre para convocar a elecciones anticipadas en diciembre próximo conduce a la nación del sol naciente a nuevas dificultades. La opinión pública estimó que esta actitud hace prever un virtual “tsunami" en el escenario político de Japón, que puede perjudicar la posición de Noda.
El primer ministro Yoshihiko Noda encara muchas
dificultades con su plan de disolver el Parlamento
El pasado 13 de noviembre, el premier Yoshihiko Noda anunció que disolverá el Parlamento el 16 de noviembre para abrir camino a elecciones anticipadas el mes que viene. Importantes agencias cablegráficas que reportaron desde Japón indicaron que los sufragios se efectuarán el 16 de diciembre como fecha más temprana y a más tardar el 20 de enero de 2013. Con antelación, el jefe del Ejecutivo japonés había rechazado debatir una fecha de celebración de elecciones al participar en una sesión parlamentaria. Noda no esperará hasta el mes de septiembre de 2013, cuando termina el mandato iniciado el 2009, para realizar dichos comicios. Analistas estimaron que con esta decisión, el premier enfrentará más dificultades en sus esfuerzos para llevar al Partido Democrático (PDJ) a una nueva victoria en medio de las desilusiones de los japoneses ante sus limitados resultados a lo largo de los 3 años de poder después de derrotar al Partido Liberal Democrático (PLD).
Numerosos parlamentarios del gobernante partido han manifestado su rechazo al plan de disolución de la Cámara Baja. Preocupado por una probable pérdida de poder ante la sensible caída de popularidad del gobierno, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de Japón, Yoshikatsu Nakayama, propuso la dimisión del premier Yoshihiko Noda en caso de unos comicios anticipados. Mientras tanto, el secretario general del PDJ, Azuma Koshiishi, también transmitió el enérgico rechazo de la Comisión de asuntos internos del partido.
En realidad, para adoptar esta decisión, Yoshihiko Noda debió reflexionar mucho. Había dicho que anunciaría que lo haría sólo en condiciones satisfactorias. Observadores analizaron que la disolución del Parlamento está destinada a evitar una temida moción de censura al gabinete promovida por la oposición. A Noda le preocupa que de no obtener un voto de confianza, su actual gobierno tendrá que renunciar y así no se podrá aprobar el proyecto de ley que contempla el aumento en un 10 por ciento del impuesto al consumo. Previamente en una comparecencia ante el Senado, controlado por el partido opositor, Noda expresó que la dimisión del gabinete implica incumplir su responsabilidad como gobernante. Exhortó a los senadores a que colaboren en la aprobación de los principales proyectos inscriptos para las sesiones extraordinarias, que deben concluir el venidero 30 de noviembre. También subrayó la importancia de aplicar medidas para incentivar el desarrollo económico en el contexto de un latente decrecimiento debido a la sobrevaluación de la moneda nacional (yen) y la recesión de la economía mundial, y en particular la crisis de la deuda pública en Europa.
Sin embargo, bastantes son las dificultades que acarreará la decisión del premier nipón. Puesto que en la actualidad, numerosos diputados del PDJ se oponen a las elecciones anticipadas, además de que la aceptación popular del gobierno de Noda bajó ya al 20%, debido a la propuesta de aumentar impuestos. Según resultados de un sondeo publicado el 13 de noviembre por el periódico “Asahi”, la impopularidad del gobierno nipón ascendió del 59% en el mes anterior al 64%, el nivel más alto desde la asunción de Noda en septiembre de 2011. Mientras tanto, el índice de apoyo se redujo a un modesto 18%.
Obviamente, Yoshihiko Noda corre el riesgo fracasar en las próximas elecciones generales. La alternancia política parece una especialidad de Japón en los últimos tiempos. Particularmente en el último lustro, las políticas relativas al alza de impuestos o el aumento de presupuestos adicionales para la reconstrucción han sido y siguen siendo causales del abandono del poder de varios primeros ministros. En agosto de 2011, el ex premier Naoto Kan debió presentar su dimisión para abrir camino a la ratificación por el Parlamento de 3 importantes proyectos de ley. El futuro de Japón depende mucho de momento de la voluntad de Yoshihiko Noda, pues en el caso contrario, es posible que el escenario político nipón saludará al séptimo primer ministro en más de 5 años. Esto tendrá impacto en la posición del país del sol naciente en el mundo. Los cambios frecuentes en los cargos más altos de Japón se han traducido en mermas de prestigio en la arena internacional, en especial en el sector económico.