(VOVworld) - Le Trong Khanh, administrador de la cooperativa Huong Son, en la comuna Na Nghiu, cabecera de Song Ma en la provincia Son La, es abanderada en la cría de tortuga. Este campesino aprendió y crió audazmente en su estanque, estas especies anfibias. Superando numerosas dificultades, logró éxito en encontrar un modelo de cultivo de quelonios, generando así empleos y aumentos de ingresos a los campesinos locales.
Al visitar su granja en la época de reproducción se ve a Khanh como un genuino criador muy ocupado al tanto de la incubadora. Dio a conocer que con un capital inicial y una superficie de agua su familia empezó a criar las tortugas reproductoras en 2006 y chocó con la falta de experiencia y el precio inestable de insumos. “Al principio nos faltó experiencia, y por eso muchos quelonios murieron. Después asistí a un curso de entrenamiento organizado por el Comité Popular del distrito e invité a un profesor de la facultad de piscicultura de la Universidad de Agronomía a visitar mi finca. Después que junto a otros expertos agrícolas nos enseñaran métodos de crianza, cambiamos la forma de atención y de esa manera disminuyeron sustancialmente las pérdidas”, dijo Khanh.
Numerosos hogares de la aldea aprenden experiencias prácticas de Khanh
Actualmente dispone de unos 4 mil metros cuadrados para la cría de 220 parejas de tortugas reproductoras y otras para fines comestibles. Invirtió mil millones de dong en las bases de la infraestructura de cultivo. Por promedio, cada año, una pareja de quelonios es capaz de reproducir de 25 a 30 más y este año su familia obtendrá 3 mil posturas. En los años anteriores, el precio fue alto, Khanh vendió a unos 2,5 millones de dong cada pareja y a unos 2 millones de dong el kilogramo de carne, logrando de 600 a 700 millones de dong. En 20l3, obtuvo libre de gastos, 300 millones de dong de ganancias. En cuanto a la eficiencia económica, en comparación con el cultivo de otros recursos acuíferos y plantaciones agrícolas, la cría de quelonios reportó altos ingresos, pero requiere capital y técnica.
No solo desarrolló su economía doméstica, sino que Khanh también compartió experiencias y ayudó a los lugareños a fomentar el cultivo de tortugas y mejorar económicamente sus vidas. Antes en la cabecera de Song Ma cada familia realizaba la cría individual. En 20l2, con la ayuda del Estado, Khanh agrupó a l5 personas, para formar la cooperativa Huong Son, de la cual fue elegido administrador. Apuntó al respecto: “La cooperativa fue creada en 20l2 con l5 miembros. Los cooperativistas se unen y se ayudan en la producción, aplicación de técnicas y consumo de productos. Cada integrante aportó una cantidad de dinero al fondo de la cooperativa. En el proceso de cría, si cualquier miembro tiene dudas, la asociación se reunirá para ventilarlas”.
En 20l3, Huong Son tenía una superficie total de cría de recursos acuíferos de 5 hectáreas 3 de ellas de tortugas. El Fondo ayudó a estabilizar el negocio de las familias, evitar pérdidas y vender sus producciones más favorablemente que antes. Ha Dinh He, miembro del mismo, compartió: “La cooperativa de la comarca de Huong Son cuenta con numerosas facilidades en cuanto a la venta de productos. Este éxito se debe a que Khanh aplicó adelantos científico-técnicos avanzados en la cría. Gracias a esto, los productos de la asociación tienen una calidad garantizada. Como administrador, cumplió bien la tarea lograr eficiencia en el trabajo. Desde el establecimiento de la asociación, Khanh siempre supervisa y estimula a sus miembros”.
Muchas familias han superado la pobreza gracias a la cría de quelonios
China fue antes el principal mercado de tortugas pero ahora los cooperativistas de Huong Son facturan a numerosas provincias y ciudades del país. Gracias a los ingresos obtenidos los campesinos disfrutan de una vida más estable. En este resultado destaca el aporte de Le Trong Khanh, un administrador de cooperativa que se atrevió a pensar y hacer.