Duong Thi Kim Dung, una mujer sobresaliente en el voluntariado

(VOVWORLD) - Con más de 30 años acompañando a las personas en situación de vulnerabilidad, Duong Thi Kim Dung residente en el barrio 5 del distrito 3 de Ciudad Ho Chi Minh se ha sumado activamente a los actos de caridad y beneficencia y los ha convertido en sus quehaceres diarios. En aproximadamente diez años, Dung y su familia ofrecieron apoyos a cientos de estudiantes con escasez económica tanto para proporcionarles un hogar como hacerse cargo de su alimentación de manera gratuita. 
Duong Thi Kim Dung, una mujer sobresaliente en el voluntariado - ảnh 1La Sra. Duong Thi Kim Dung. (Foto: Hoang Minh)

Su trayectoria de asistente social comenzó hace 30 años, cuando se unió a la Asociación de Mujeres Caritativas de Ciudad Ho Chi Minh. Al comprender la dinámica del voluntariado y contar con la capacidad para extender la ayuda a más personas, Kim Dung decidió fundar el grupo de voluntarios Thu Dung. En diferentes localidades a lo largo de la nación indochina, la agrupación ha entregado casas de solidaridad a las familias necesitadas, y ha construido puentes cerca de las escuelas y también repartió donaciones a los niños con discapacidad y en situación de vulnerabilidad. 

A través de sus viajes humanitarios, Dung se conmovió al conocer la historia de los jóvenes estudiosos, los cuales, debido a las condiciones familiares, tuvieron que dejar de lado los estudios y ponerse a trabajar a una edad prematura.

Respecto a la idea de adoptar los niños desfavorecidos que se esfuerzan por tener acceso a la educación, Kim Dung aludió: “Todo empezó durante un viaje humanitario, cuando me encontré con un niño que salía a la calle para aprovechar la luz del día y poder así hacer la tarea. Al conversar con él, percibí su anhelo de recibir una educación decente, pero las condiciones económicas no lo permitían. Decidí adoptarlo y criarlo hasta que se graduó de la universidad y consiguió su propio trabajo. Desde entonces, decidí acoger a otros estudiantes sin recursos, y al mismo tiempo con el afán de aprender”.

Entre los primeros niños en recibir la asistencia de la voluntaria Kim Dung, Nguyen Thi Tuyet Anh, proveniente de una familia con pocos recursos económicos, actualmente se encuentra trabajando en el hospital sureño de Cu Chi. En 2014 cuando le llegó el resultado de aprobación para su ingreso a la Universidad de Medicina de Ciudad Ho Chi Minh, sus padres no contaban con suficientes condiciones para mantenerla durante su estadía en la gran metrópoli. 

Afortunadamente, la adversa situación que vivía Tuyet Anh no le impidió cumplir su sueño de formarse como una gran profesional. Durante la distribución de becas de Kim Dung en el distrito de Cu Chi, se enteró del caso de aquella estudiante de medicina y la adoptó. Al principio, la familia de Tuyet Anh no quiso dejar a su hija en manos de una desconocida hasta que las autoridades locales lograron convencer a sus padres. 

“No podía creer que una persona tan buena como ella exista en el mundo. Durante mi estancia en su casa demostró ser una persona muy tolerante, ya que me enseñó muchas cosas útiles. Agradezco mucho a la vida por haberla conocido. Aprendiendo de su ejemplo, desde que conseguí mi trabajo estable he dado atención médica gratis a las personas y niños en situación de vulnerabilidad”, confesó Tuyet Anh. 

En los años siguientes, luego de educar con éxito a estudiantes como Tuyet Anh, la señora Kim Dung acomodó su casa de tres pisos para continuar acogiendo a otras generaciones. De esa manera, su asistencia se extendió hasta para los discípulos de otra nacionalidad, específicamente a los laosianos. A través de un programa organizado por las autoridades en Ciudad Ho Chi Minh para los alumnos de Laos y las familias vietnamitas, Dung adoptó a dos ciudadanos del país vecino. Al sentir la bondad, la amabilidad y el cariño sincero de la anfitriona, estos estudiantes extranjeros pidieron alargar su estancia de tres meses a los seis años restantes de su carrera en Vietnam. No sólo les ofrecía un hogar, Kim Dung creaba un espacio de intercambio cultural tanto para enseñarles de las comidas y las tradiciones vietnamitas como para consolidar las relaciones de amistad entre ambos países. 

Duong Thi Kim Dung, una mujer sobresaliente en el voluntariado - ảnh 2El restaurante de solidaridad de la Sra. Dung ha ayudado a muchas personas con precariedades a tener trabajo. (Foto proporcionada por la Sra. Dung)

En la casa de Dung, nadie vive incómodo ya que en el ambiente se respira amor puro entre la madre y sus hijos adoptivos. Así comentó Ly Phong Quoc, uno de los vecinos de Dung.

“La señora Dung es una persona correcta y estricta. Sin embargo, en el rigor está el amor, la disposición de ayudar a la gente, sin importar los problemas que tengan”, dijo Quoc.

Desde su jubilación, Dung abrió un restaurante de solidaridad, el lugar donde además de generar trabajo a personas con escasez económicas, las ganancias se han destinado a fines benéficos. Las incansables contribuciones a la comunidad de Kim Dung han sido altamente valoradas y apreciadas por las autoridades locales, ya que, durante la pandemia de covid-19 participó activamente en la distribución de comidas gratuitas en los centros de aislamiento y los hospitales de campaña.

La mayor felicidad para la voluntaria Dung es observar el éxito que han alcanzado sus hijos adoptivos en la vida, llevando consigo la bondad en cada cual. La razón por su activo papel en los actos de solidaridad se debe en gran medida a la responsabilidad y el deber que ella siente hacia sus compatriotas y la patria. Kim Dung ha expresado que uno de sus mayores anhelos es que sus acciones se reproduzcan para contribuir así al desarrollo de una mejor sociedad moderna. 

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