(VOVworld) – En la comuna montañosa Hong Ngai de la provincia Son La, se reconoce a Giang A Dia como el único herrero que desde hace años forja cuchillos y azadas. Sus clientes no son sólo los vecinos de la aldea, sino también de otras comunidades y provincias vecinas. La periodista Bich Thuy nos dice más acerca de este artesano.
El horno se calienta durante todo el día en la casa de Giang A Dia. Es el único horno de herrero que quedó en el pueblo de Hong Ngai. Dia dijo que heredó el oficio de forjador de sus antepasados. Al principio, él se aprovechó de temporadas entre cosechas para forjar cuchillos y azadas para uso familiar. Sin embargo, como la demanda de utensilios agrícolas aumenta, pidió un préstamo de quinientos dólares para expandir su herrería. A medida que crece su negocio, los aldeanos envían sus hijos a su casa para aprender la herrería. Giang A Lu, un aldeano de Hong Ngai dice: “Quiero que aldeanos jóvenes sin trabajo aprendan la herrería de A Dia. De esta manera, ganan un ingreso y preservan el oficio tradicional.”
Como buen herrero, Giang A Dia es meticuloso en la faena. Su horno está construído con arcilla. Él usa carbón hecho de leña especial para garantizar la temperatura adecuada para la forja. Para forjar un cuchillo o una azada, se corta el hierro y se quema en el horno 30 minutos. Su carga de trabajo se ha reducido gracias a un cortador de máquina. El hierro después de ser quemado se golpea con un martillo en el yunque. Se somete de nuevo al horno luego de haberse enfriado. El proceso de quemar y golpear se repite 7 u 8 veces hasta que la forma de un cuchillo o una azada se moldea. Luego se baña el utensilio en el agua. Dependiendo del tipo de hierro, se utilizan diferentes tipos de agua, bien sea con o sin sal. En la época pasada el cuchillo era afilado con piedras del pequeño río cercano. Ahora el herrero tiene una máquina de afilar.
A Dia explica el proceso de esta manera:
“El proceso de forjar cuchillos y azadas debe cumplir con el procedimiento. Se garantiza la calidad de nuestros productos que son mejores que la de nuestros competidores.”
El procedimiento de forja consume tiempo. Dia es capaz de forjar sólo una o dos cuchillas por día. Cada día vende entre 3 y 4 cuchillos o azadas desde menos de un dólar hasta 10 dólares por pieza. El único deseo de Giang A Dia es cómo enseñar este oficio a la gente de su etnia para dar a los pobladores una fuente de ingresos. A Dia dice: “Pocos herreros H'mong aún siguen con el oficio, por eso es que quiero enseñarlo a los habitantes del pueblo para mantener viva esta tradición.”
Los H'mong lo acometen con una combinación de tenacidad, creatividad y artesanía. Giang A Dia está contribuyendo a preservar un rasgo cultural de su pueblo.